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A pesar de que los softwares de la Registraduría para el proceso electoral tienen una auditoría contratada con la empresa Jahv Macgregor, poco es lo que se ha conocido de esta y ha sido criticada debido a que se reportaron varios errores en los sistemas involucrados en las elecciones del 13 de marzo y la empresa no dio cuenta a la opinión pública de estas omisiones. Por eso, y por otras razones, magistrados del Consejo Nacional Electoral (CNE) pidieron desde hace más de un mes que se contratara una auditoría internacional independiente.
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Después de un proceso de más de un mes, y a pocos días de las elecciones del 29 de mayo, el proceso de contratación se hundió. Al parecer, hubo varios problemas para contratar a una empresa auditora y quedaba muy poco tiempo para hacer la revisión exhaustiva de los softwares, por lo que, supuestamente, no había mucho sentido hacer esta contratación.
A través de un breve comunicado, el presidente encargado del CNE, el magistrado César Augusto Abreo, explicó las razones por las que no se contrató la auditoría internacional. Según el magistrado, desde el 2 de mayo estuvieron los recursos listos por parte del Ministerio de Hacienda. Esto fue casi un mes después de que el tribunal electoral hiciera la solicitud, puesto que el CNE pidió la revisión de los programas el 6 de abril de este año.
Por tres semanas y un poco más el proceso estuvo detenido hasta que desembolsó los recursos. Según lo dicho en el comunicado, apenas se contó con el dinero se realizaron los trámites necesarios para hacer la contratación, al igual que se hizo los estudios previos, que se ejecutaron con el acompañamiento de la Procuraduría. Esto tuvo el visto bueno del comité de contratación de la Registraduría.
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Según el CNE, se dio vía libre para contactar a la firma alemana Dermalog para que realizara la auditoría, pero esta se habría negado a participar del proceso. La razón, de acuerdo con lo expuesto por Abreo, es que la firma se habría marginado debido a que no se contaba con el tiempo suficiente para hacer una auditoría y los técnicos de la empresa no sabían español.
Frente al tema de los tiempos, desde antes de que se ordenara la auditoría externa, varias veedurías y organizaciones advirtieron que no había tiempo suficiente para hacer auditorías a los softwares que hacen parte del proceso electoral. Según los expertos, se necesitaría al menos de 6 meses para hacer una revisión juiciosa de los códigos, funcionamiento, posibles falencias y más. No obstante, en este caso, estas mismas organizaciones reconocieron que la contratación de esta auditoría podía dotar de confianza a un proceso que fue cuestionado ante las irregularidades del 13 de marzo.
Ante el no de la compañía alemana, se habría recurrido a la empresa Datasys group, de Costa Rica. Desde hace unos días existía el rumor de que esta era la empresa escogida para escudriñar en los softwares que se usarán para el proceso electoral del próximo 29 de mayo. Sin embargo, como lo indica el CNE, la empresa no cumplió con los requisitos mínimos para la contratación.
“El oferente no había aportado, dentro del término establecido, los documentos para cumplir con los criterios de selección establecidos en los estudios previos y el Estatuto General de Contratación de la Administración Pública Colombiana”, reza el comunicado publicado por el tribunal electoral.
Además de que la empresa no cumplía con algunas exigencias del ordenamiento colombiano, la Registraduría advirtió nuevas irregularidades debido a que el objeto del contrato y su alcance eran muy similares al que ya se tenía con Jahv Macgregor, por lo que se estaría duplicando funciones. Con todas estos imprevistos, las elecciones estaban encima y el tiempo no era suficiente para una auditoría, por lo que el CNE decidió suspender el proceso por el momento.