Ley antidiscriminación: clave en las denuncias por racismo contra Francia Márquez
En la Fiscalía reposan dos denuncias contra la cantante Marbelle por comentarios racistas contra Márquez. No obstante, no son los únicos en el marco de la campaña presidencial que cuenta, por primera vez en la historia, con una mujer racializada negra como fórmula vicepresidencial.
En menos de una semana, Francia Márquez Mina, fórmula vicepresidencial del Pacto Histórico, fue blanco de ataques y comentarios discriminatorios. ¿El motivo? ser una mujer racializada como negra y la primera en la historia republicana de Colombia en aspirar por elección popular al poder ejecutivo, en la elecciones presidenciales de 2022. Los comentarios racistas en su contra, en el marco de la campaña política, resultaron desde ya en dos denuncias por presunto hostigamiento por parte de la cantante Marbelle. Sin embargo, los de Marbelle no fueron los únicos que pudieron causarle daño físico y moral a Márquez. Los de ella y los otros constituyen un caso que debe leerse a la luz de la Ley Antidiscriminación y otra jurisprudencia que, desde lo legal, intenta darle un giro a la cultura racista que persiste y se intensifica en tiempo de elecciones.
Las denuncias
Roy Barreras y Alí Bantú Ashanti, integrantes del Pacto Histórico, denunciaron cada uno a Marbelle porque en un trino comparó a Márquez Mina con King Kong, el personaje de una película de Hollywood. La cantante retrinó un poster que llevaba la cara del candidato presidencial Gustavo Petro y de su fórmula vicepresidencial, y le añadió el mensaje “Cacas y King Kong”. Aunque después borró el mensaje, este se hizo viral rápidamente, y Barreras y Ashanti lo guardaron para acusar a Marbelle de cometer presunto hostigamiento por motivo de raza. Las denuncias reposan en la Fiscalía de Francisco Barbosa.
“De esa publicación se deduce la comparación que hizo de la candidata a la Vicepresidencia de la República Francia Márquez, con el personaje de la película de Hollywood de los años 30 King Kong, que es a grandes rasgos la historia de un gorila gigante que al ser sacado de su hábitat natural acaba con su vida. Es así como la señora Maureen Belky Ramírez (nombre real de Marbelle), utilizó este personaje para referirse en forma, despectiva, grosera e insultante hacia la candidata a la vicepresidencia Francia Márquez Mina”, argumentó en su denuncia el senador Roy Barreras. Dijo además que el acto se configuró “en forma clara la imputación deshonrosa, al hacer el símil de ella con un gorila”.
Por su parte, Alí Bantú Ashanti, director del colectivo de abogados Justicia Racial y quien se quemó en estas elecciones al Congreso por la curul afro, manifestó en su denuncia que la comparación entre Márquez Mina y el personaje animal es un claro acto discriminatorio y racista no solo contra ella sino contra la población negra y afrodescendiente en general. “El símil de la candidata a la vicepresidencia con un simio proyecta un imaginario racista con el que hiere la dignidad y sentimientos de las personas afrodescendientes. Estos estereotipos son de vieja data, propios de la historia de la esclavitud y racismo cotidiano, hoy sembrado en la conciencia colectiva nacional”.
Ashanti reiteró que estas comparaciones refuerzan la falsa creencia de que las personas con piel oscura son inferiores, por lo que su denuncia no busca limitar la libertad de expresión, sino que la autoridad actúe para sancionar los actos “que invitan al odio racial hacia un grupo étnico”. Roy Barreras y Alí Bantú Ashanti invocaron los artículos 134A y 134B de la ley 1482 de 2011, es decir, de la Ley Antidiscriminación, que tienen consecuencias penales.
El primero dice que los actos de discriminación o racismo que “que arbitrariamente impida, obstruya o restrinja el pleno ejercicio de los derechos de las personas por razón de su raza, nacionalidad, sexo u orientación sexual, incurrirá en prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses y multa de diez (10) a quince (15) salarios mínimos legales mensuales vigentes”. El segundo (en el que hicieron mayor énfasis en las denuncias) habla de que los hostigamientos por motivos de raza, religión, ideología política, origen nacional, étnico o cultural, orientados al daño físico o moral de una persona o grupos de personas “por razón de su raza, etnia, religión, nacionalidad, ideología política o filosófica, sexo u orientación sexual, incurrirá en prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses y multa de diez (10) a quince (15) salarios mínimos legales mensuales vigentes, salvo que la conducta constituya delito sancionable con pena mayor”.
Los otros casos
Los comentarios de Marbelle no son aislados. La senadora María Fernanda Cabal (reelecta con la segunda votación más alta de estas elecciones al Congreso), trinó el pasado 27 de marzo un comentario sobre Márquez, la coherencia y la esclavitud. “Francia Márquez debe ser coherente y cambiarse el nombre: FRANCIA fue imperio colonizador esclavista en Senegal, Sudan francés, Benín y Costa de Marfil, en África. Es “tirano colonizador” en su verborrea mamerta. En vez de tumbar estatuas con la primera línea, cámbiese el nombre”, escribió. Es un trino que sigue al aire, que lo compartieron 3.529 veces, que cuenta con más de 10 mil likes, y que, en tono sarcástico o jocoso, intenta hacer posar a Márquez como “incoherente” frente a la historia de sus antepasados.
Otro que también incurrió en ideas racistas fue Gustavo Bolívar, quien lidera la bancada petrista en el Senado. Aunque intentó respaldar a Márquez Mina, Bolívar replicó la comparación entre la vicepresidenta y King Kong para responderle a Marbelle. Es decir, con un mensaje racista y revictimizante intentó combatir el racismo de la cantante de tecno-carrilera. El rechazo y las críticas a su publicación hicieron que la borrara.
Y aunque estos dos comentarios no habían sido objeto de investigaciones, el Observatorio de Discriminación Racial expresó hace dos días que iniciará acciones jurídicas por “los comentarios discriminatorios publicados en redes sociales, para la toma de medidas de las autoridades competentes”. De hecho, Amanda Hurtado, su directora, se refirió no solo a estos comentarios, sino también a las recientes noticias falsas que están circulando en distintas redes sociales y de mensajería como Whatsapp, que dicen que Francia Márquez tiene nexos con grupos alzados en armas y guerrilleros. La información ha sido replicada durante esta segunda etapa por la Presidencia, de cara a la primera vuelta.
Al respecto, Amanda Hurtado manifestó que los comentarios racistas y las noticias falsas que inculpan a Márquez de actos que ella no ha cometido es algo con lo que deben lidiar las personas racializadas como negras en su diario vivir y que ahora causa mayor impacto por la entrada de Márquez Mina, desde su condición, a la arena electoral.
“Esto que estamos viendo circulando en las redes sociales es algo que todas las vidas racializadas como negras experimentamos en la cotidianidad. En las escuelas, por ejemplo, los niños afrodescendientes son quienes perciben comentarios racistas de compañeros y profesores. Pero también nos pasa en la adultez: en el trabajo, en el transporte público, en restaurantes, en centros comerciales, donde las primeras personas sospechosas de atentar contra la propiedad privada o de ser tachados de ladrones son las personas negras”. Complementó Hurtado que esto pasa porque existe un perfilamiento racial por parte del Estado, sus instituciones, y la sociedad misma.
“Terminamos siendo las sospechosas porque parte del racismo que es una construcción de larga duración, que nació en la colonia. Entonces, esto se ve en la campaña de Francia Márquez, que es descendiente de africanos y africanas, porque la élite blanca y las instituciones la miran desde su posición dominante, en la que solo ven a las mujeres negras que deben desempeñarse en espacios subalternos. Márquez se sale de ese formato y entra a disputarse el poder con las élites criollas y los pone en evidencia. Esto hace que respondan con el lenguaje de la violencia, una violencia que es conocida como el racismo y que da paso al privilegio blanco”, expone Hurtado.
La Ley Antidiscriminación
En toda la discusión, la Ley Antidiscriminación es importante porque su esta debe garantizar la protección de los derechos de una persona, o de todo un pueblo, que se vea vulnerado por actos de racismo. “Está incluida dentro del código penal. Esta ley lo que hace es poner en un punto del derecho penal la posibilidad de denuncia frente a estos actos de discriminación. La ley ampara que se pueda llevar el debido proceso en términos de discriminación racial”, explicó Hurtado. Gracias a la norma es que las expresiones de la cantante Marbelle y otras pueden ser investigadas por la Fiscalía y esto puede sentar un precedente en el caso de políticas negras que se vean encasilladas en estereotipos que hieren y menosprecian a las personas racializadas.
No obstante, Amanda Hurtado también resaltó que la discusión no puede agotarse solo en lo penal. “Es un diálogo político, intelectual, sobre el pasado que ha generado la violencia sistemática de larga duración contra la diáspora africana en Colombia. La discusión debe girar en torno a la responsabilidad del Estado y sus instituciones frente a la existencia del racismo. El caso de Francia Márquez nos confronta con las tesis negacionistas que dicen que el racismo es una cosa que se vivió en el pasado, cuando efectivamente las redes sociales y los medios de comunicación confirman lo que dice el movimiento social del pueblo negro sobre el problema estructural del racismo, que requiere políticas antirracistas que realmente devuelvan el ejercicio de dignidad humana a la diáspora africana en Colombia”.
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En menos de una semana, Francia Márquez Mina, fórmula vicepresidencial del Pacto Histórico, fue blanco de ataques y comentarios discriminatorios. ¿El motivo? ser una mujer racializada como negra y la primera en la historia republicana de Colombia en aspirar por elección popular al poder ejecutivo, en la elecciones presidenciales de 2022. Los comentarios racistas en su contra, en el marco de la campaña política, resultaron desde ya en dos denuncias por presunto hostigamiento por parte de la cantante Marbelle. Sin embargo, los de Marbelle no fueron los únicos que pudieron causarle daño físico y moral a Márquez. Los de ella y los otros constituyen un caso que debe leerse a la luz de la Ley Antidiscriminación y otra jurisprudencia que, desde lo legal, intenta darle un giro a la cultura racista que persiste y se intensifica en tiempo de elecciones.
Las denuncias
Roy Barreras y Alí Bantú Ashanti, integrantes del Pacto Histórico, denunciaron cada uno a Marbelle porque en un trino comparó a Márquez Mina con King Kong, el personaje de una película de Hollywood. La cantante retrinó un poster que llevaba la cara del candidato presidencial Gustavo Petro y de su fórmula vicepresidencial, y le añadió el mensaje “Cacas y King Kong”. Aunque después borró el mensaje, este se hizo viral rápidamente, y Barreras y Ashanti lo guardaron para acusar a Marbelle de cometer presunto hostigamiento por motivo de raza. Las denuncias reposan en la Fiscalía de Francisco Barbosa.
“De esa publicación se deduce la comparación que hizo de la candidata a la Vicepresidencia de la República Francia Márquez, con el personaje de la película de Hollywood de los años 30 King Kong, que es a grandes rasgos la historia de un gorila gigante que al ser sacado de su hábitat natural acaba con su vida. Es así como la señora Maureen Belky Ramírez (nombre real de Marbelle), utilizó este personaje para referirse en forma, despectiva, grosera e insultante hacia la candidata a la vicepresidencia Francia Márquez Mina”, argumentó en su denuncia el senador Roy Barreras. Dijo además que el acto se configuró “en forma clara la imputación deshonrosa, al hacer el símil de ella con un gorila”.
Por su parte, Alí Bantú Ashanti, director del colectivo de abogados Justicia Racial y quien se quemó en estas elecciones al Congreso por la curul afro, manifestó en su denuncia que la comparación entre Márquez Mina y el personaje animal es un claro acto discriminatorio y racista no solo contra ella sino contra la población negra y afrodescendiente en general. “El símil de la candidata a la vicepresidencia con un simio proyecta un imaginario racista con el que hiere la dignidad y sentimientos de las personas afrodescendientes. Estos estereotipos son de vieja data, propios de la historia de la esclavitud y racismo cotidiano, hoy sembrado en la conciencia colectiva nacional”.
Ashanti reiteró que estas comparaciones refuerzan la falsa creencia de que las personas con piel oscura son inferiores, por lo que su denuncia no busca limitar la libertad de expresión, sino que la autoridad actúe para sancionar los actos “que invitan al odio racial hacia un grupo étnico”. Roy Barreras y Alí Bantú Ashanti invocaron los artículos 134A y 134B de la ley 1482 de 2011, es decir, de la Ley Antidiscriminación, que tienen consecuencias penales.
El primero dice que los actos de discriminación o racismo que “que arbitrariamente impida, obstruya o restrinja el pleno ejercicio de los derechos de las personas por razón de su raza, nacionalidad, sexo u orientación sexual, incurrirá en prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses y multa de diez (10) a quince (15) salarios mínimos legales mensuales vigentes”. El segundo (en el que hicieron mayor énfasis en las denuncias) habla de que los hostigamientos por motivos de raza, religión, ideología política, origen nacional, étnico o cultural, orientados al daño físico o moral de una persona o grupos de personas “por razón de su raza, etnia, religión, nacionalidad, ideología política o filosófica, sexo u orientación sexual, incurrirá en prisión de doce (12) a treinta y seis (36) meses y multa de diez (10) a quince (15) salarios mínimos legales mensuales vigentes, salvo que la conducta constituya delito sancionable con pena mayor”.
Los otros casos
Los comentarios de Marbelle no son aislados. La senadora María Fernanda Cabal (reelecta con la segunda votación más alta de estas elecciones al Congreso), trinó el pasado 27 de marzo un comentario sobre Márquez, la coherencia y la esclavitud. “Francia Márquez debe ser coherente y cambiarse el nombre: FRANCIA fue imperio colonizador esclavista en Senegal, Sudan francés, Benín y Costa de Marfil, en África. Es “tirano colonizador” en su verborrea mamerta. En vez de tumbar estatuas con la primera línea, cámbiese el nombre”, escribió. Es un trino que sigue al aire, que lo compartieron 3.529 veces, que cuenta con más de 10 mil likes, y que, en tono sarcástico o jocoso, intenta hacer posar a Márquez como “incoherente” frente a la historia de sus antepasados.
Otro que también incurrió en ideas racistas fue Gustavo Bolívar, quien lidera la bancada petrista en el Senado. Aunque intentó respaldar a Márquez Mina, Bolívar replicó la comparación entre la vicepresidenta y King Kong para responderle a Marbelle. Es decir, con un mensaje racista y revictimizante intentó combatir el racismo de la cantante de tecno-carrilera. El rechazo y las críticas a su publicación hicieron que la borrara.
Y aunque estos dos comentarios no habían sido objeto de investigaciones, el Observatorio de Discriminación Racial expresó hace dos días que iniciará acciones jurídicas por “los comentarios discriminatorios publicados en redes sociales, para la toma de medidas de las autoridades competentes”. De hecho, Amanda Hurtado, su directora, se refirió no solo a estos comentarios, sino también a las recientes noticias falsas que están circulando en distintas redes sociales y de mensajería como Whatsapp, que dicen que Francia Márquez tiene nexos con grupos alzados en armas y guerrilleros. La información ha sido replicada durante esta segunda etapa por la Presidencia, de cara a la primera vuelta.
Al respecto, Amanda Hurtado manifestó que los comentarios racistas y las noticias falsas que inculpan a Márquez de actos que ella no ha cometido es algo con lo que deben lidiar las personas racializadas como negras en su diario vivir y que ahora causa mayor impacto por la entrada de Márquez Mina, desde su condición, a la arena electoral.
“Esto que estamos viendo circulando en las redes sociales es algo que todas las vidas racializadas como negras experimentamos en la cotidianidad. En las escuelas, por ejemplo, los niños afrodescendientes son quienes perciben comentarios racistas de compañeros y profesores. Pero también nos pasa en la adultez: en el trabajo, en el transporte público, en restaurantes, en centros comerciales, donde las primeras personas sospechosas de atentar contra la propiedad privada o de ser tachados de ladrones son las personas negras”. Complementó Hurtado que esto pasa porque existe un perfilamiento racial por parte del Estado, sus instituciones, y la sociedad misma.
“Terminamos siendo las sospechosas porque parte del racismo que es una construcción de larga duración, que nació en la colonia. Entonces, esto se ve en la campaña de Francia Márquez, que es descendiente de africanos y africanas, porque la élite blanca y las instituciones la miran desde su posición dominante, en la que solo ven a las mujeres negras que deben desempeñarse en espacios subalternos. Márquez se sale de ese formato y entra a disputarse el poder con las élites criollas y los pone en evidencia. Esto hace que respondan con el lenguaje de la violencia, una violencia que es conocida como el racismo y que da paso al privilegio blanco”, expone Hurtado.
La Ley Antidiscriminación
En toda la discusión, la Ley Antidiscriminación es importante porque su esta debe garantizar la protección de los derechos de una persona, o de todo un pueblo, que se vea vulnerado por actos de racismo. “Está incluida dentro del código penal. Esta ley lo que hace es poner en un punto del derecho penal la posibilidad de denuncia frente a estos actos de discriminación. La ley ampara que se pueda llevar el debido proceso en términos de discriminación racial”, explicó Hurtado. Gracias a la norma es que las expresiones de la cantante Marbelle y otras pueden ser investigadas por la Fiscalía y esto puede sentar un precedente en el caso de políticas negras que se vean encasilladas en estereotipos que hieren y menosprecian a las personas racializadas.
No obstante, Amanda Hurtado también resaltó que la discusión no puede agotarse solo en lo penal. “Es un diálogo político, intelectual, sobre el pasado que ha generado la violencia sistemática de larga duración contra la diáspora africana en Colombia. La discusión debe girar en torno a la responsabilidad del Estado y sus instituciones frente a la existencia del racismo. El caso de Francia Márquez nos confronta con las tesis negacionistas que dicen que el racismo es una cosa que se vivió en el pasado, cuando efectivamente las redes sociales y los medios de comunicación confirman lo que dice el movimiento social del pueblo negro sobre el problema estructural del racismo, que requiere políticas antirracistas que realmente devuelvan el ejercicio de dignidad humana a la diáspora africana en Colombia”.
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