Misión de Observación Europea alerta sobre compra de votos y curules de paz
La veeduría Electoral de la Unión Europea encontró algunas irregularidades en estos temas, aunque calificó el proceso electoral como transparente.
Por primera vez, la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea envió una representación para ejercer la veeduría en Colombia, bajo pedido de la propia Registraduría. La observación irá hasta la segunda vuelta, si la hay. Mientras tanto, hizo público el primer informe parcial sobre el proceso electoral, enfocado en las elecciones legislativas del pasado domingo.
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En general, para la misión, hubo “una elección legislativa transparente”, pero hizo una serie de advertencias en algunos temas, como compra de votos y varias irregularidades en el proceso de votación de las curules de paz. El balance, hasta el momento, es positivo, y la Misión destacó varios elementos del proceso.
Frente al primer fenómeno, la misión expresó que sus observadores “constataron numerosos indicios de compra de votos y presenciaron incluso algunos casos, especialmente en la región de la costa Atlántica y en los departamentos con mayor población vulnerable”. La MOE-UE también destacó en este punto varios de los casos de presunta compra de votos que han estado rondando en los últimos días, como el caso de Aida Merlano y las grabaciones que salpican a Laureano Acuña.
En este mismo apartado, la Misión alertó que en 7% de las mesas a las que le hicieron seguimiento observaron supuestos indicios de compra de votos: “el intento de los votantes de fotografiar o dejar una marca en sus tarjetones”. Asimismo, señalaron que no en todas las mesas observadas, el 18%, se cumplió con el secreto del voto.
El otro punto en el que más llamaron la atención fue el de las curules de paz. En este capítulo destacaron la innovación de estos escaños y su intento por darle representación a las víctimas. Pero, al mismo tiempo, hicieron un serio análisis de todas las irregularidades que evidenciaron en este tema.
Uno de los primeros puntos en los que llamaron la atención fue sobre la seguridad de los candidatos a las curules. “Si bien el 40% de los candidatos habría recibido algún tipo de protección en el marco del Plan Ágora 2 del Ministerio del Interior, muchos afirmaron que los planes de seguridad se desplegaron tarde o fueron insuficientes”, reza el primer informe de la veeduría.
También alertaron que hubo una campaña desigual ante el acceso de los recursos. Se supone que para las circunscripciones de paz las únicas formas de financiación válidas eran la pública y los recursos propios. Sin embargo, la Misión llamó la atención en que la mayoría no pudo acceder a los recursos públicos debido a que les exigían una póliza de garantía que, en la mayoría de ocasiones, no fue vendida por las aseguradoras. Este hecho también fue alertado en las candidaturas regulares, lo que solo le habría beneficiado a los partidos tradicionales que ya están institucionalizados.
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Volviendo a las curules de paz, la veeduría internacional advirtió que fueron pocos los que obtuvieron anticipos públicos y estos apenas fueron entregados unos días antes del certamen electoral. En este punto también llamaron la atención que varios candidatos hicieron campañas de gran envergadura para las curules de paz a pesar de que solo podían financiarlas con anticipos y recursos propios, “lo que hizo sospechar de una financiación ilícita”.
Además de los recursos, el informe alerta sobre algunas irregularidades en cuanto a los candidatos. Se supone que solo podían aspirar víctimas a estas curules y no había lugar para los partidos políticos, pero le veeduría encontró que hubo candidatos cuya condición de víctimas era cuestionada o eran “apoderados de partidos políticos”. Hubo mención a Jorge Tovar, por su condición de hijo de Jorge 40, aunque no lo hicieron con nombre propio.
En el capítulo de las curules de paz también cuestionaron de que el acto legislativo que las creó no tuviera en cuenta las cabezas municipales, por lo que varios desplazados, víctimas del conflicto, no pudieron participar de este proceso en el que supuestamente querían darle visibilidad.
También: Las dudas de la Comisión de Observación Electoral sobre manejo de curules de paz
En otros aspectos, la Misión destacó que la jornada fue pacífica en gran parte del país, a pesar de algunas acciones armadas, que de ninguna manera afectaron el proceso. Aunque habló de que no hubo mayores contratiempos, incluyó en el informe la caída del sistema de información al votante de la Registraduría. Que en un primer momento fue catalogado como un ataque, pero luego se comprobó que fue mera saturación de usuarios.
No obstante, en este tema, la Misión catalogó a la Registraduría como una entidad que “demostró un alto nivel de profesionalidad” y destacó varias de las acciones que tomaron para estas elecciones. Entre las determinaciones celebradas está la separación de tarjetones para evitar la anulación del voto y la pedagogía. Asimismo, expresaron que en la mayoría de puestos hubo una amplia colaboración con la veeduría.
El informe también destacó que por primera vez se haya roto el techo del 20% de la participación de mujeres en el Congreso. “El avance es semejante en ambas cámaras, y se produce también en las circunscripciones indígena y afrodescendiente”, comentó la veeduría, aunque señaló que el avance no fue completo debido a que solo tres mujeres ocuparon una curul de las 16 otorgadas a las circunscripciones de paz.
El papel de las redes sociales y los medios
En su informe, la MOE UE tuvo un capítulo especial para redes sociales y medios. Sobre las primeras hizo un seguimiento exhaustivo en el que aseveró que los candidatos a los que les hicieron seguimiento no presentaron “ningún caso de discurso de odio o retórica peligrosa durante el periodo observado”. Eso sí, hicieron la salvedad de que el 20% de las interacciones de los candidatos al Congreso eran propias de bots.
También hubo un apartado para posibles fake news, tema analizado por la organización de fact-checking Colombia Check. Esta veeduría solo pudo evidenciar 21 mensajes de desinformación vinculados con las elecciones al Congreso y las consultas. Además, agregaron que no pudieron encontrar elementos que hicieran pensar en “campañas sistemáticas de desinformación”.
La Misión de la Unión Europea destacó que se respetó la libertad de prensa de los principales medios del país, aunque se habrían presentado varios casos de autocensura ante la violencia de algunas regiones. Sin embargo, destacó el papel de los medios para dar visibilidad al proceso.
Eso sí, la veeduría hizo la observación de que la mayoría de medios privilegió la información sobre las consultas por encima de las elecciones legislativas, a pesar de que la jornada era para esta última específicamente. En este mismo sentido, hubo mención a una supuesta predilección por ciertas consultas y menciones negativas hacia el Pacto Histórico.
Por primera vez, la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea envió una representación para ejercer la veeduría en Colombia, bajo pedido de la propia Registraduría. La observación irá hasta la segunda vuelta, si la hay. Mientras tanto, hizo público el primer informe parcial sobre el proceso electoral, enfocado en las elecciones legislativas del pasado domingo.
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En general, para la misión, hubo “una elección legislativa transparente”, pero hizo una serie de advertencias en algunos temas, como compra de votos y varias irregularidades en el proceso de votación de las curules de paz. El balance, hasta el momento, es positivo, y la Misión destacó varios elementos del proceso.
Frente al primer fenómeno, la misión expresó que sus observadores “constataron numerosos indicios de compra de votos y presenciaron incluso algunos casos, especialmente en la región de la costa Atlántica y en los departamentos con mayor población vulnerable”. La MOE-UE también destacó en este punto varios de los casos de presunta compra de votos que han estado rondando en los últimos días, como el caso de Aida Merlano y las grabaciones que salpican a Laureano Acuña.
En este mismo apartado, la Misión alertó que en 7% de las mesas a las que le hicieron seguimiento observaron supuestos indicios de compra de votos: “el intento de los votantes de fotografiar o dejar una marca en sus tarjetones”. Asimismo, señalaron que no en todas las mesas observadas, el 18%, se cumplió con el secreto del voto.
El otro punto en el que más llamaron la atención fue el de las curules de paz. En este capítulo destacaron la innovación de estos escaños y su intento por darle representación a las víctimas. Pero, al mismo tiempo, hicieron un serio análisis de todas las irregularidades que evidenciaron en este tema.
Uno de los primeros puntos en los que llamaron la atención fue sobre la seguridad de los candidatos a las curules. “Si bien el 40% de los candidatos habría recibido algún tipo de protección en el marco del Plan Ágora 2 del Ministerio del Interior, muchos afirmaron que los planes de seguridad se desplegaron tarde o fueron insuficientes”, reza el primer informe de la veeduría.
También alertaron que hubo una campaña desigual ante el acceso de los recursos. Se supone que para las circunscripciones de paz las únicas formas de financiación válidas eran la pública y los recursos propios. Sin embargo, la Misión llamó la atención en que la mayoría no pudo acceder a los recursos públicos debido a que les exigían una póliza de garantía que, en la mayoría de ocasiones, no fue vendida por las aseguradoras. Este hecho también fue alertado en las candidaturas regulares, lo que solo le habría beneficiado a los partidos tradicionales que ya están institucionalizados.
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Volviendo a las curules de paz, la veeduría internacional advirtió que fueron pocos los que obtuvieron anticipos públicos y estos apenas fueron entregados unos días antes del certamen electoral. En este punto también llamaron la atención que varios candidatos hicieron campañas de gran envergadura para las curules de paz a pesar de que solo podían financiarlas con anticipos y recursos propios, “lo que hizo sospechar de una financiación ilícita”.
Además de los recursos, el informe alerta sobre algunas irregularidades en cuanto a los candidatos. Se supone que solo podían aspirar víctimas a estas curules y no había lugar para los partidos políticos, pero le veeduría encontró que hubo candidatos cuya condición de víctimas era cuestionada o eran “apoderados de partidos políticos”. Hubo mención a Jorge Tovar, por su condición de hijo de Jorge 40, aunque no lo hicieron con nombre propio.
En el capítulo de las curules de paz también cuestionaron de que el acto legislativo que las creó no tuviera en cuenta las cabezas municipales, por lo que varios desplazados, víctimas del conflicto, no pudieron participar de este proceso en el que supuestamente querían darle visibilidad.
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En otros aspectos, la Misión destacó que la jornada fue pacífica en gran parte del país, a pesar de algunas acciones armadas, que de ninguna manera afectaron el proceso. Aunque habló de que no hubo mayores contratiempos, incluyó en el informe la caída del sistema de información al votante de la Registraduría. Que en un primer momento fue catalogado como un ataque, pero luego se comprobó que fue mera saturación de usuarios.
No obstante, en este tema, la Misión catalogó a la Registraduría como una entidad que “demostró un alto nivel de profesionalidad” y destacó varias de las acciones que tomaron para estas elecciones. Entre las determinaciones celebradas está la separación de tarjetones para evitar la anulación del voto y la pedagogía. Asimismo, expresaron que en la mayoría de puestos hubo una amplia colaboración con la veeduría.
El informe también destacó que por primera vez se haya roto el techo del 20% de la participación de mujeres en el Congreso. “El avance es semejante en ambas cámaras, y se produce también en las circunscripciones indígena y afrodescendiente”, comentó la veeduría, aunque señaló que el avance no fue completo debido a que solo tres mujeres ocuparon una curul de las 16 otorgadas a las circunscripciones de paz.
El papel de las redes sociales y los medios
En su informe, la MOE UE tuvo un capítulo especial para redes sociales y medios. Sobre las primeras hizo un seguimiento exhaustivo en el que aseveró que los candidatos a los que les hicieron seguimiento no presentaron “ningún caso de discurso de odio o retórica peligrosa durante el periodo observado”. Eso sí, hicieron la salvedad de que el 20% de las interacciones de los candidatos al Congreso eran propias de bots.
También hubo un apartado para posibles fake news, tema analizado por la organización de fact-checking Colombia Check. Esta veeduría solo pudo evidenciar 21 mensajes de desinformación vinculados con las elecciones al Congreso y las consultas. Además, agregaron que no pudieron encontrar elementos que hicieran pensar en “campañas sistemáticas de desinformación”.
La Misión de la Unión Europea destacó que se respetó la libertad de prensa de los principales medios del país, aunque se habrían presentado varios casos de autocensura ante la violencia de algunas regiones. Sin embargo, destacó el papel de los medios para dar visibilidad al proceso.
Eso sí, la veeduría hizo la observación de que la mayoría de medios privilegió la información sobre las consultas por encima de las elecciones legislativas, a pesar de que la jornada era para esta última específicamente. En este mismo sentido, hubo mención a una supuesta predilección por ciertas consultas y menciones negativas hacia el Pacto Histórico.