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En 2018, sin ser cabeza de lista, el senador Lidio García se convirtió en el congresista más votado del Partido Liberal. Ahora, después de su paso como presidente del Congreso al hervor de la pandemia y de lograr ser el número 1 del tarjetón, es el encargado de jalonar el mayor número de votos para posicionar una colectividad que no deja de ser tradicional y que no ha estado exento de la crítica.
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En diálogo con El Espectador –en una de las pocas entrevistas que ha concedido–, el congresista bolivarense sale en defensa del jefe natural del partido, César Gaviria, habla de sus banderas de campaña, de la necesidad de atraer a las juventudes y de lograr la unidad con dirigentes que han montado rancho aparte: hay que “dejar tanta pendejada”, dice. Incluso, opina del futuro político de la colectividad con miras a las presidenciales, responde a quienes han vetado al partido y advierte que “no se puede despreciar un partido de dos millones de votos”. Agrega que las puertas están abiertas para Alejandro Gaviria o Gustavo Petro.
¿Cómo se acordó que fuera usted la cabeza de lista del Partido Liberal?
Eso no fue un acuerdo. Muchos aspiraron y eso me ha generado problemas, porque a Gaviria le cayeron algunos colegas que querían ser cabeza de lista.
¿Quiénes?
Muchos, para qué dar nombres, para qué ahondar en eso. Cinco o seis senadores querían ser cabeza de lista, pero aquí las cosas se ganan. Fui la primera votación del partido hace cuatro años y sin ser cabeza de lista. Fui presidente del Senado e hice una gestión de lujo, con reconocimiento de todas las bancadas, gremios y medios, que muy pocas veces reconocen lo que hace alguien en la política.
Fuera de eso, también por trayectoria y mucha independencia internamente en el partido. Pensé que no me iban a dar esa cabeza de lista, aspiraba a serlo, pero no tenía la fuerza internamente en el partido para hacerlo, pero el presidente me dijo “usted tiene las condiciones y ha liderado los procesos internos de la bancada”, y el 7 de diciembre en la noche, día de las velitas, me llamaron y me dijeron que iba a ser cabeza de lista. Entré en llanto porque no me lo esperaba.
Para mí es un honor y al mismo tiempo una responsabilidad que me hayan dado la oportunidad de poder conquistar en más de la mitad de los departamentos a los liberales que sentían que quizá no había un líder que los buscara. He revivido un liberalismo que estaba dormido, en otro partido o que no se sentía importante en la colectividad. Eso es lo que estoy moviendo en Colombia, en 18 departamentos, a aquellos que no tienen credencial, que sí tienen, que aspiraron y se ahogaron, que quieren futuro y, sobre todo, a la juventud liberal.
“He revivido un liberalismo que estaba dormido”.
Lidio García
¿Cómo atraer a un joven para que le vuelva a creer a un partido tradicional?
Sencillo. A los jóvenes hay que hablarles. Ese cuento de que siempre cogen para la izquierda, para la modernidad o lo que está de moda, no es cierto. Hay que hablarles sobre la defensa de un ideario político, que lo tenemos los partidos tradicionales. De ahí se desprenden muchas vertientes ante la proliferación de partidos. Les he dicho a jóvenes que, si se sienten identificados con nuestras tesis e ideado, vengan y hagan parte.
Mi papá fue conservador toda la vida, un dirigente importante en Bolívar, pero yo nunca me sentí identificado con las tesis conservadoras y casi se muere cuando yo aspiré al Concejo de mi pueblo por el Partido Liberal. Empecé siendo el líder en los Montes de María, en el centro del departamento, de Juventudes Serpistas y soñaba con tomarme una foto con Horacio Serpa, estrecharle la mano, darle un abrazo, y nunca pude. Los sueños me llevaron a terminar sentado al lado de Serpa. Era su compañero de curul.
Uno construye caminos y les digo a los jóvenes: lo único que no cuesta en esta vida es soñar, es lo único gratis que tenemos, y uno tiene que empezar a creer que puede ser Shakira, Ronaldo, Messi, un empresario importante o un político. Todos soñamos cosas. Si a los sueños se les pone corazón y se ponen las cosas en manos de Dios se hacen realidad. Yo les cuento a los jóvenes mi carrera, cómo empecé, cómo me enfrenté a los gamonales políticos de Bolívar y cómo he conquistado a muchos a través de mi historia. Pero aquí hay cambios generacionales y los jóvenes deberán vincularse a la política para que puedan representar a su partido o a sus ideales. La fortaleza está hoy en reclutar, políticamente, una militancia joven dentro de cada partido.
¿Siente que el partido se ha desvirtuado? Lo pregunto por las acusaciones de clientelismo y burocracia que ha llevado a muchos a dar un paso al costado, caso Juan Fernando Cristo o Humberto de la Calle.
El partido tiene distintas formas de pensamiento. Siento que ha habido una división entre gaviristas y no gaviristas, pero los que se han ido fueron los que en el gobierno Santos fueron ministros y dueños de todos los espacios políticos. Y como hoy no hay espacio dentro del Partido Liberal no están. Eso sí, el partido debe hacerles un llamado a todos ellos y dejar tanta rencilla política, tanta pendejada.
“El partido debe hacerles un llamado a todos (los disidentes liberales) y dejar tanta rencilla política, tanta pendejada”.
Lidio García
¿No descartan que se vuelvan a unir?
Claro. Mi llamado es ese y mi tarea como cabeza de lista es buscar a los liberales para que nos unamos todos, dentro de la diferencia. Este es un partido con distintas formas de pensamiento, pero pongámonos de acuerdo mañana en una convención liberal y unamos al gran Partido Liberal. Tenemos 24 años fuera del poder, pero haciendo una encuesta, somos el partido con el que más se sienten identificados los colombianos. Fuera de eso, es la colectividad con más curules en el Congreso. Tenemos 14 senadores y 35 representantes. En esta oportunidad vamos por lo mismo.
¿Siente que han perdido vocación de poder? ¿por qué no han puesto un candidato fuerte? Mire lo de De la Calle hace 4 años...
Fue un fracaso total y las divisiones nos tienen en eso. Yo mantengo una buena relación con todos y esa es mi tarea: que el partido se pueda unir. Ya en esta oportunidad no se pudo. Quisimos hacer un intento con Alejandro Gaviria, pero él no se sintió cómodo dentro del partido y nosotros tampoco nos sentimos cómodos en ese momento con la posición que él tenía. Es una persona con muchas capacidades.
¿Cómo están las relaciones con César Gaviria? ¿Qué opina del manejo que le ha dado al partido?
Indiscutiblemente la jefatura de Gaviria es de muy alto nivel, hay cosas en las que no estamos de acuerdo, pero él es el jefe de la colectividad. Yo acato, como buen liberal que soy. Hay cosas en las que ha tenido la razón y nos ha callado la boca a todos, porque el tiempo le terminó dando la razón. En otras... yo hubiera preferido que hiciera un llamado a todos los liberales y que nos enfrentáramos en una convención nacional liberal y que ganaran los que más fuerza tuviesen, para que hoy tuviéramos un partido mucho más fortalecido. Pero hay unos odios non sanctos ni buenos para el partido.
“Indiscutiblemente la jefatura de (César) Gaviria es de muy alto nivel”.
Lidio García
¿Odios de Gaviria o contra Gaviria?
Yo no veo a Gaviria tirándole a nadie. Aquí ha habido una pelea de Cristo contra Gaviria, pero nunca he visto que Gaviria le responda a Cristo. Sin embargo, tengo una gran amistad con los dos. Si hoy todos esos sectores estuvieran unidos, ¡Dios mío! estaríamos doblando el número de senadores.
¿Qué lectura hace del panorama presidencial? ¿deben insistir en Alejandro Gaviria o le apuestan a Petro?
Por ahora no estamos concentrados en nada de Presidencia, porque no tuvimos candidato. Nuestra concentración total es el fortalecimiento de nuestras listas al Congreso. Esa es la decisión que tomamos después de que nos apartamos de Alejandro Gaviria. Estamos concentrados en tener el mayor número de congresistas posibles tanto en Cámara como en Senado. Después tomaremos la decisión. Yo no descarto a ningún candidato.
¿Le suena Petro?
Me parece que Petro es un tipo con muchas condiciones, pero hay temas en los que no estaríamos de acuerdo, como lo de acabar con las EPS. Eso sería un desacierto total y en un acuerdo programático jamás estaríamos apoyando eso. Le sumaría otras cosas, como la perpetuidad del poder. Como buenos demócratas tenemos que buscar que no haya una constituyente para acomodar esa posibilidad. Si llega a ser Petro o cualquier otro tiene que estar los cuatro años que están establecidos en la Constitución. Si hicieron un buen gobierno y alguien le puede dar continuidad, excelente. Pero no que se vayan a perpetuar en el poder como lo quisieron hacer otros movimientos políticos. Otra línea roja sería no nacionalizar los medios de comunicación. Ese tema es peligroso. No podemos convertirnos en una segunda Venezuela. Los medios deben tener total independencia.
Con Petro “hay temas en los que no estaríamos de acuerdo”.
Lidio García
Tengo muchas cosas que decirle no solamente a Petro, a todos. Nosotros hemos sido defensores de la paz, indiscutiblemente, y queremos que se cumpla con eso. He preferido tener a las Farc ahí (en el Congreso), donde ellos no son tan diestros, que enfrentarlos en el monte. Podría sumar también la propiedad privada, el respeto a los empresarios y las fuerzas armadas. Son cosas que no se pueden transformar de la noche a la mañana.
Son estos aspectos y si Petro o cualquier candidato se compromete con ellos están las puertas abiertas no solamente para él, sino para todos.
¿Para todos? ¿o hay algún candidato con el que definitivamente no harían alianza?
Creería que (Sergio) Fajardo, que abiertamente dice que no quiere a los liberales. Jamás votaríamos por él porque uno no puede convivir con quien no te quiere. Eso sí, en un plano más general debo decir que me gustaría que uno de los candidatos costeños saliera adelante, como (David) Barguil o (Álex) Char. Que tuvieran la oportunidad a ver si la cosa se arregla algún día, pero las puertas están abiertas para todos.
“Me gustaría que uno de los candidatos costeños saliera adelante, como Barguil o Char”.
Lidio García
¿Los Galán y su Nuevo Liberalismo les suena?
(Juan Manuel) me parece una persona con muchas condiciones, con una historia de vida bastante importante e interesante, y que también tendrá su momento, no sé si para la Alcaldía de Bogotá o para la Presidencia. Ellos (con Carlos Fernando) están preparados para servirle al país.
¿Con el Centro Democrático y Óscar Iván Zuluaga habría chance de una alianza?
Soy respetuoso de eso, pero no me veo identificado. Nunca nos pudimos identificar.
“No me veo identificado” con el Centro Democrático.
Lidio García
¿Qué pasó con Alejandro Gaviria, no era el candidato ideal para ustedes?
Es uno de los grandes candidatos. Es un tipo muy preparado, muy ecuánime, pero que no sabe de política. Nadie puede despreciar un partido de dos millones de votos para ver si es precandidato. Él pudo ser ya candidato y estar recorriendo el país en condiciones distintas. Prefirió una coalición donde ya había un acuerdo de que no podía entrar al Partido Liberal. Pero tampoco lo descartamos. Es un candidato de muchos quilates.
Alejandro Gaviria “no sabe de política. Nadie puede despreciar un partido de dos millones de votos para ver si es precandidato”.
Lidio García
¿Qué opina de ese veto en la Coalición Centro Esperanza? ¿es justo?
Este es el país de las mentiras, de las cosas más inverosímiles. La política se hace convocando, tocando puertas, sumado todos los días. No pueden decirme que no se puede hacer política con Fulanito para después mañana salirlo a buscar. Eso no lo entiendo. La política no se hace vetando a nadie. A eso no le veo ningún futuro.
Aquí todo es lo contrario a lo que debe ser. Andamos buscando quién nos ayuda a financiar la campaña, pero todos nos cierran la puerta. Uno ve en Estados Unidos, por ejemplo, que hay congresistas que representan un sector. Resulta que aquí si a uno lo apoya, por decir algo, el sector salud, hay que declararse impedido para votar algo que los beneficie porque te apoyaron, entonces ¿quién carajo te apoya? Así es todo en Colombia. Lo que es peor: uno se declara impedido y el Congreso te niega el impedimento. Las cosas están al revés. Nosotros legislamos con temor a las cortes y con temor a los medios. Vamos a tener que hacer una gran mesa de diálogo, como se hizo con las Farc, para corregir asuntos y llegar a acuerdos.
“Legislamos con temor a las cortes y con temor a los medios”.
Lidio García
¿Qué les responde a los que dicen que para que haya unidad en el liberalismo César Gaviria debe dar un paso al costado?
La política es con mayorías. Creo que César Gaviria está un poco aburrido ya y quiere irse a descansar, pero si él sigue en la dirección tiene que someterse a una mayoría interna, que la tiene sin ningún tipo de problema. Falta ver qué está pensando él. Sin embargo, no es lo mismo que se siente un director cualquiera con un presidente de la República, a que se siente Gaviria de tú a tú con el primer mandatario. Es el peso de Gaviria.
Yo sueño con ser el director del partido algún día y ponerme a recorrer el país como se hacía antes. Ahora, Gaviria representa al partido y tenemos que acatar sus decisiones. Hay personas que se sienten complacidas y otras que no, y eso es normal. En todos los partidos existe la misma problemática: hay unos que son amigos, otros que no lo son del director de turno. Es el día a día de la política en el mundo.
“César Gaviria está un poco aburrido ya y quiere irse a descansar”.
Lidio García
No puedo dejar de preguntarle por el episodio de la captura de la presidenta del Concejo de Cartagena, Gloria Estrada, en una camioneta con publicidad suya en la que encontraron drogas y armas. ¿Qué explicación da?
Fue una cosa horrible. Yo a ella duré año y medio tratando de enamorarla para que votara por mí y una semana antes que pasara eso decidió que me apoyaba. Es una concejal liberal, presidenta del Concejo de la ciudad. Todos sabemos lo que sucedió, pero gracias a Dios eso se ha ido esclareciendo. Hay videos de cómo le pusieron esa coca en un carro que tenía publicidad mía.
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¿Su tesis es que eso fue un “entrampamiento”?
Sí. Es una pelea, no en contra mía, pero el tema es que la camioneta donde ellos iban tenía mi publicidad. Confío en que antes del 13 de marzo se va a saber toda la verdad. Yo ya la sé, pero no la puedo decir. Pero lo que hicieron no tiene precedentes en la política nacional y esa muchacha fue víctima de una acción criminal: meterle un kilo de coca a una camioneta para tumbarla del Concejo y hacerle daño es algo desastroso. Hay grabaciones, testigos, de todo. Esa acción, le confieso, me hizo por primera vez tener miedo de hacer política.
Sin embargo, ya todo se aclaró. Hay un video, que todo el mundo lo tiene, en el que se ve cómo un tipo entra a la camioneta, pone la droga y cómo esperan unos policías. Espero que todo esto salga pronto a la luz pública y esa muchacha volverá al Concejo sin ningún tipo de problema.
Es decir, ¿no fue un ataque contra usted ni su campaña?
No, eso contra mí no fue, lo que pasa es que la camioneta tenía publicidad mía. Pero claro, la noticia era lo del presidente del Senado, el cabeza de lista, que era yo. Espero que se conozca la verdad y los organismos judiciales actúen, porque fue durísimo. Es de los peores días que he pasado en mi vida.
¿Cuáles serán sus grandes banderas para asegurar su curul y jalonar la mayor cantidad de votos para el partido?
Siento que soy un senador con mucha experiencia ya. Logré tener la mayor convocatoria al Senado en 2018 dentro del Partido Liberal. Logré que me eligieran presidente del Senado de manera unánime, algo que no pasaba en los últimos 50 años, porque lo revisé. Me eligió la izquierda, la derecha, el centro, todo el mundo. Me escogió el 100 % del Congreso como su presidente. Fui un presidente garantista. Le di espacio a todos los movimientos y fuerzas políticas que integran las distintas bancadas del Congreso.
¿Cómo encaró ese reto de sesionar en medio de la pandemia?
Pude lograr que se hicieran los debates de control político que no se habían hecho y me tocó reinventar el Congreso después de 209 años, porque en la Ley Quinta, de 1992 y que nos rige a nosotros, nunca previó que pudiese pasar una pandemia, un desastre natural o una guerra para que el Congreso pudiese seguir trabajando y no se paralizara la actividad legislativa. Si se paralizaba el Congreso, se paralizaba el país también.
Me tocó a mí reinventarlo y gracias a Dios por ese arrojo, atrevimiento y decisión de poder inventarme una plataforma. Hice pruebas con 10 plataformas del mundo, pero terminamos con Zoom Profesional, en la que podía tener 400 personas simultáneamente y hasta más. Para eso me demoré 15 días con personas expertas y fuimos el primer congreso, no sé si en el mundo, pero sí en Hispanoamérica, que pudo sesionar de manera virtual y de la manera como lo hicimos nosotros. Nos convertimos como en los padres de la virtualidad en Iberoamérica.
Hicimos más de 570 sesiones, entre plenarias y sesiones de comisiones, pero con un detalle: no sabíamos si la Corte Constitucional lo iba a avalar o no. Ese fue mi gran temor. Vivía todo el día pidiéndole a Dios que esto se pudiese revestir de legalidad y, gracias a Dios, la Corte, en una decisión unánime, revisitó de constitucionalidad y de legalidad todo lo actuado virtualmente en el Congreso.
“Me tocó reinventar el Congreso. Nos convertimos como en los padres de la virtualidad en Iberoamérica”.
Lidio García
Retomo, ¿cuáles son sus grandes banderas?
Mis banderas son mi forma de actuar como presidente del Congreso. Lo hice bien y lo haré aún mejor, porque fue una experiencia tremenda en política, sobre todo tomar decisiones. Yo soy el autor de una iniciativa del no cobro a la reconexión de los servicios públicos domiciliarios para los estratos 1, 2 y 3 en Colombia. Ha sido votada de manera unánime en dos oportunidades. En una, pasó todos los filtros, pero me la objetó el expresidente Juan Manuel Santos. En la segunda, la volvimos a votar en contra de las objeciones presidenciales y hubo un juego entre la Corte Constitucional y la Presidencia –no me da miedo decirlo–, para hundirla.
¿En qué consistía ese proyecto? Le pongo el ejemplo con un recibo del gas, que en la Costa vale entre $15.000 y $20.000. La gente ahorra esos $20.000 para pagar el servicio, pero aquí hay gente tan pobre que el día que va a pagarlo, hubo una necesidad por un pan o un huevo y hasta por un enfermo. Obviamente se gastan esos $20.000, porque hay prioridades en la vida, y les cortaron el servicio. Está bien que se los corten si no pagaron, porque este proyecto no es para generar la cultura de no pago, pero a esos estratos no deberían cobrarles reconexión. Es que el solo cobro es de entre $45.000 y $60.000. Me parece un descaro, un robo a la gente pobre. Les están quitando alrededor de entre $100.000 millones y $120.000 millones por reconexión.
“La reconexión de servicios públicos es un descaro, un robo a la gente pobre”.
Lidio García
¿Cómo va ese proyecto?
Lo volví a presentar y ya lo llevo otra vez en la mitad, porque me ha tocado empezarlo dos veces, pese a haber sido votado unánimemente. Aquí hay candidatos presidenciales que no aceptan eso y el actual ministro de Minas y Energía (Diego Mesa), me dijo “no lo presente, porque vamos en contra de eso”. En este gobierno preferí quedarme quieto, hacer el trámite y procurar que no se muera, y darle continuidad.
Es que también hay que tener en cuenta lo que les pagan a las empresas que hacen corte y reconexión: por cada casa les pagan entre $5.500 y $6.000. El llamado es a no convertir eso en un negocio. Mejor que pongan a la gente a pagar eso por reconexión. No digo que no cobren, pero cómo van a cobrar $60.000. Eso no está bien. Ese es un proyecto que va a beneficiar a más de medio país, a casi el 70 % de Colombia. Son miles y miles de millones que les estamos quitando a las empresas prestadoras de servicios, que también son financistas de la política. Ese ha sido mi cuello de botella.
¿Qué otros proyectos hacen parte de su agenda?
Soy coautor de borrón y cuenta nueva, lo que pasa es que los que están de precandidatos presidenciales –Luis Fernando Velasco y David Barguil– se lo han apropiado, pero soy coautor. Aquí hubo gente que pasó por momentos muy difíciles, que no pudo pagar una tarjeta de crédito porque quedaron sin trabajo, porque no pudieron seguir sosteniendo su negocio o porque no pudieron seguir pagando los créditos del Icetex, pero volvieron a reactivarse económicamente, pero tienen un castigo de muchos años. No podemos castigar a la gente, las personas tienen ciclos buenos y malos.
“Luis Fernando Velasco y David Barguil se han apropiado del proyecto de borrón y cuenta nueva”.
Lidio García
En lo cultural, tenemos hoy el festival de cine de Cartagena como patrimonio cultural de la Nación, que es mejor visto en el plano internacional que aquí. Pude lograr que se volviera patrimonio y pudiese tener también apoyo estatal.
JAVIER GONZÁLEZ PENAGOS
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