No hay calle de Cúcuta que no tenga vallas, pasacalles o “stickers” con propaganda política.
Foto: El Espectador - Óscar Pérez
Cúcuta está colmada de propaganda política, pero la gente es indiferente al proceso electoral. De cada diez vallas en la capital de Norte de Santander seis o siete son publicidad de algún candidato al Congreso; pero la repercusión ha sido mínima, porque el grueso de la población cucuteña poco o nada quiere saber de los políticos. En las calles de la ciudad es evidente la informalidad, la pobreza, la confusión entre placas vehiculares colombianas y venezolanas, pero no se siente que en exactamente un mes se vaya a elegir un nuevo Congreso....
Por Felipe García Altamar
Bogotano. Periodista de Uninpahu. Vinculado a El Espectador desde 2014. fgarcia@elespectador.com