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Por primera vez, un proceso electoral en Colombia contará con el acompañamiento de una Misión de Observación Electoral de la Unión Europea. Aunque en anteriores ocasiones se ha tenido una Misión de Expertos, es la primera vez que hay un despliegue de dicha magnitud en el país. El eurodiputado español Javi López, cabeza de la Misión en Colombia, habla con El Espectador sobre la veeduría y los alcances que tendrá en los hasta seis meses que estará siguiendo el proceso electoral en el país.
¿Qué está pasando en la democracia colombiana para que tenga que venir una misión de observación de tal magnitud?
Yo creo que es la voluntad de la autoridad electoral de ser acompañada en un proceso como el que va a vivir el país. Es un proceso electoral de enorme trascendencia, reconociendo que ya tienen una mecánica electoral consolidada durante décadas. Entiendo que nuestra presencia aquí puede contribuir a generar confianza sobre el proceso electoral y recoger sugerencias y recomendaciones para luego ser aplicadas en un futuro por el país.
En 2018 hubo una misión de expertos de la Unión Europea que reconoció que el proceso de paz no erradicó totalmente la violencia, pero fue muy importante para unas elecciones pacíficas. ¿Qué piensan cuando, cuatro años después, se está hablando de paros armados en el marco de las elecciones.
En primer lugar, la Unión Europea en su conjunto, no solo la Misión, está firmemente comprometida con el Acuerdo de Paz y su implementación integral. De hecho, uno de los elementos que tiene enorme trascendencia en este proceso serán las curules de paz. Es una pieza electoral de los acuerdos de paz, pero al mismo tiempo la Misión analizará como un desafío estructural las condiciones de seguridad que se viven en buena parte del territorio.
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¿Esta situación puede afectar la labor de las veedurías y que eviten observar algunas zonas del país?
Obviamente, la seguridad es un elemento que tenemos en cuenta en la Misión de Observación Electoral. Para nosotros, es importante que nuestros observadores cumplan criterios en términos de seguridad. Las condiciones de seguridad afectan a la Misión.
Hablando de las curules de paz, ¿cómo ven esta figura cuando ya se han reportado irregularidades en financiación, infiltración de políticos tradicionales, candidatos alejados de las víctimas y más?
Nosotros observamos el proceso en su conjunto, pero entendemos la importancia de las curules de paz, que recae en su objetivo y este era mejorar la representatividad del país e incluir a las víctimas que han sufrido décadas de violencia. Se quería incluirlas en la toma de decisiones del país. Es el objetivo y por eso es tan importante lo que pase con estas curules y que analizaremos muy de cerca.
La última alerta temprana advierte de un riesgo electoral alto en todo el país. ¿Esto tendrá algún condicionamiento a la labor que ejerzan en el país?
Por supuesto, tiene implicaciones para nosotros. Nuestra misión y mandato es observar durante los siguientes meses de forma técnica y analítica con expertos desplegados durante todo este tiempo, sobre todo las citas electorales, para aportar nuestra visión rigurosa sobre el proceso electoral y conclusiones, que incluyen recomendaciones, para hacer cambios y mejoras. De hecho, ha habido misiones de expertos en procesos electorales en Colombia y eso ha llevado a cambios legislativos. La arquitectura legal (Código Electoral), que está en revisión en la Corte Constitucional, incluye algunas de las recomendaciones que hizo la Unión Europea en el pasado.
Frente a esas recomendaciones y cambios, hay una preocupación por las tecnologías y el “software” que se utilizarán por la falta de veeduría hasta el momento. ¿La Misión hará un seguimiento a esa parte?
Haremos seguimiento a la consolidación de datos y de lo que ocurra allí. Lo haremos los domingos electorales bajo la lógica de los principios de trazabilidad y transparencia de la información. Esto es la mejor garantía. Lo que puedo decir es que seguiremos muy de cerca conjuntamente, en colaboración de la Registraduría, la consolidación de los datos, el conteo.
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¿No hay una auditoría previa al “software”?
Nosotros observamos la ejecución, el proceso electoral en su conjunto y también esa parte, que es la agregación de los datos y resultados. Sí puedo decirles que estamos trabajando con una voluntad constructiva de la Registraduría durante la últimas semanas.
Estados Unidos hizo la denuncia de una posible injerencia extranjera en el proceso electoral colombiano. ¿En este tema habrá algún seguimiento? ¿Hay alguna recomendación previa?
No hacemos análisis previo sobre el proceso electoral y no tenemos como mandato buscar una injerencia extranjera. Pero sí analizamos el proceso electoral en su conjunto y una de las cuestiones que revisamos, y tenemos un departamento para ello, son las redes sociales, que tienen una penetración muy alta en Colombia. Seguimos la conversación en redes, sobre todo el desempeño de los candidatos y las autoridades institucionales en las redes sociales. Eso es lo que haremos para que sepan que parte de la Misión se dedica a un análisis de las redes sociales.
Uno de los puntos más importantes de la Misión son las sugerencias “a posteriori”. Ya hubo una misión de expertos hace cuatro años y muchas de sus recomendaciones no han podido ser aplicadas. ¿No temen que lo que hagan quede en un documento y ya?
Lo cierto es que, por mi experiencia en las misiones de observación, es que los análisis que hacemos, especialmente porque son procesos muy robustos técnicamente y con una gran experiencia detrás, suelen tener un impacto positivo en el país. Los informes provocan y empujan a mejoras en términos generales a los países en los que acompañamos los procesos electorales. En el caso de Colombia, por la buena relación con la Unión Europea, confío en que la Misión pueda aportar a la mejora de los procesos electorales del país. Ya ha habido cambios en el esquema electoral y jurídico del país que han tenido en cuenta recomendaciones hechas por expertos electorales europeos que han estado en anteriores citas.
En ese informe ya expresaron observaciones sobre la polarización. ¿Esta situación marcará el desarrollo del actual proceso y la confianza en él?
La polarización es un fenómeno que hemos observado en el país y en buenas parte de la dinámica electoral en Latinoamérica, Europa y lo que hemos visto en Estados Unidos. Es una realidad de nuestro tiempo que tiene riesgos, porque puede tensionar institucionalmente a los países. Por eso es relevante que la Misión participe del proceso.
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Ustedes ya se han reunido con candidatos. ¿Ellos le han expresado algún temor frente a las garantías?
Hemos consultado sus visiones y nos han hablado de los desafíos estructurales, de los que he hecho referencia. El país tiene el elemento de la seguridad. Esta ha sido una parte de nuestras conversaciones con las candidaturas. Hemos recogido cuáles son las impresiones de todos los candidatos, en conjunto, del espectro político del país. Y luego lo que nosotros observamos y nuestros técnicos.
¿Alguna preocupación que traigan antes de la observación?
Uno, no obviamos la realidad política del país y su historia. Dos, acudimos sin prejuicios a observar.
Hace quince días está la avanzada de la Misión en Colombia, ¿Han encontrado algo en este tiempo?
Lo más destacado es que tenemos a los observadores sobre el terreno recogiendo información y trabajando con las autoridades del país, específicamente las electorales, que están siendo abiertas con nosotros.
¿Total colaboración de la Registraduría?
Sí.