Si bien en diciembre pasado concluyó el plazo para que los partidos y movimientos políticos modificaran sus listas con miras a las elecciones legislativas de marzo próximo, una resolución del Consejo Nacional Electoral (CNE) le permitiría al Pacto Histórico hacer cambios en sus listas de Bolívar y Norte de Santander. La determinación no es de poca monta, pues le daría vía libre al petrismo para resolver un dolor de cabeza que le ha valido más una crítica en época electoral: la inclusión de Sandra Villadiego, esposa del excongresista Miguel Ángel Rangel, condenado por parapolítica.
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La resolución de la autoridad electoral, expedida el pasado miércoles, pero conocida hasta este martes, revocó las listas de candidatos a la Cámara de Representantes del Pacto Histórico y la Alianza Verde en Bolívar, así como la lista del Pacto Histórico en Norte de Santander. ¿La razón? El incumplimiento de la cuota de género que, para garantizar la efectiva participación de la mujer, establece un mínimo del 30% en los niveles decisorios de las diferentes ramas y órganos del poder público.
Según el CNE, en la lista en Bolívar la participación femenina fue de apenas el 20 % (es decir, apenas una mujer entre cinco aspirantes), mientras que en la de Norte de Santander llegó al 25 %, por lo que concluyó que hay “una marcada desigualdad en la lista de candidatos (…) se puede entrever que las mujeres que componen las listas no gozan de las mismas garantías de sus compañeros”.
Por todo esto, la autoridad electoral le dio plazo al Pacto Histórico para modificar la lista de candidatos hasta el 13 de febrero. Ello implica, en plata blanca, que el petrismo podría excluir a Sandra Villadiego, cuyo aval no deja de ser cuestionado luego de que dirigentes de la alianza insistieran meses atrás, una y otra vez, que no habría familiares de parapolíticos.
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En un principio, Gustavo Petro aseguró que desconocía la inclusión de Villadiego y luego salió información de supuestas reuniones entre el líder del Pacto Histórico y ella. Lo cierto es que la inclusión de Villadiego fue interpretada como un puente con la vieja política. Por eso, desde las toldas petristas intentaron de distintas formas marcar distancia.
De hecho, la resolución del CNE tiene como protagonista a uno de los más cercanos aliados de Petro: el actual representante a la Cámara David Racero, quien fue el que el pasado 22 de diciembre pidió a la corporación revocar la inscripción de la lista en Bolívar, alegando el incumplimiento de la cuota de género.
Según denuncia este martes el columnista Daniel Coronell en su espacio radial en la W Radio, fue el propio Petro quien firmó, “con su puño y letra”, el aval de Villadiego. “Petro había recibido a doña Sandra Villadiego, acompañada de algunos familiares, en su oficina del Congreso”, dice Coronell, advirtiendo que en la reunión tuvo participación también el representante Racero.
“Cuando conté eso sobrevino otro rabionón y los molestos intentos de explicación ‘que lo qué pasa es que son paisanos de Ciénaga de Oro’, ‘que los papás de ella son vecinos de los papás de Petro’, ‘Que un tío de ella estuvo en el M-19′ (…) Miren la paradoja: Todos sabemos que lo que quieren es sacar a la señora Villadiego, pero la forma de hacerlo es argumentando que no hay suficientes mujeres. En fin, el papel aguanta todo”, reclamó el columnista.