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Este martes, el petrismo volvió a vivir una jornada de agitación, como continuación del escándalo por las visitas a presos en La Picota. En esta ocasión, el revuelo vino luego de que Gustavo Petro le pidiera a Piedad Córdoba que suspendiera sus actividades de campaña mientras soluciona las varias situaciones judiciales que enfrenta. Pocas horas después el escándalo fue mayor al conocerse un informe periodístico que habla de supuestas visitas de la senadora electa a extraditables para negociar apoyos a favor de Petro.
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Tras la compleja jornada, Córdoba se pronunció a través de un comunicado. En este aceptó la suspensión que le pidió el candidato presidencial del Pacto Histórico. “Acepto la solicitud de suspensión de mis actividades dentro de la campaña presidencial. Nada más lejano a mi interés que ser usada como excusa por los enemigos de la democracia para que se empañe nuestra inminente victoria electoral”, comentó la política.
No obstante, Piedad Córdoba aseveró que se mantiene en su posición de ser parte del Pacto Histórico: “Estoy convencida de que es la opción para sacar al país de la profunda crisis actual e invito a todos los sectores sociales y ciudadanos que se sientan identificados con mi trayectoria y accionar político a continuar indeclinables en el apoyo a la fórmula presidencial de Gustavo Petro y Francia Márquez”.
En el comunicado también expresó su intención de comparecer ante la Comisión de Ética del Pacto Histórico para defenderse de “la persecución política desatada en mi contra por os enemigos del cambio”. En este punto pidió a las directivas del partido que le permitan que dicha diligencia sea pública.
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En la misma línea de su comparecencia, Córdoba pidió que todos los que puedan ser objeto de rumores que también se presenten ante las instancias del partido para que se aclaren los hechos. La razón de esta solicitud sería “para no servir a intereses Non Sanctos que pretenden debilitar nuestra campaña presidencial y minar nuestra capacidad de gobierno”.
La senadora electa por el Pacto Histórico también habló del caso de su hermano y aseguró que sus visitas a este han estado en el marco de su condición de abogada. A renglón seguido, y desmarcándose de las denuncias periodísticas, Córdoba aseguró que solo ha visitado este centro de reclusión y que en ninguna de estas visitas ha buscado “acuerdo clientelar con capos del narcotráfico para conseguir apoyo electoral, ni para ofrecer promesas incumplibles”.