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Racionalidad rodolfista y encanto populista (ensayo)

Pase lo que pase el domingo, el establecimiento político colombiano ya perdió. Rodolfo Hernández, como otros populistas en los países andinos, ha demostrado que se puede llegar lejos sin su apoyo, sin sus recursos y sin partido político. Si se puede gobernar sin ellos, es otra pregunta que aún queda por resolver.

Rodrigo Barrenechea (@RodrigoBarrene4)* y Silvia Otero Bahamón (@silvia_otero85)**
15 de junio de 2022 - 09:13 p. m.
Para los votantes de Rodolfo Hernández, más que la viabilidad de su programa de gobierno, es la empatía lo que importa. Y por ello no pasa nada si el programa es ligero, superficial o incluso irrealizable.
Para los votantes de Rodolfo Hernández, más que la viabilidad de su programa de gobierno, es la empatía lo que importa. Y por ello no pasa nada si el programa es ligero, superficial o incluso irrealizable.
Foto: EFE - Luis Eduardo Noriega A.

Al despertar el lunes 30 de mayo, con dos alternativas populistas para disputar el poder en las urnas, Colombia entró, finalmente, al siglo XXI latinoamericano, un siglo que en la región fue sinónimo de populismos disruptivos. Dejando atrás más de dos décadas de debates políticos alrededor de la guerra y la paz, candidatos y electores en Colombia han sacudido el tablero que dio forma a la política por los últimos 20 años. El electorado se decantó por el cambio, escogiendo como finalistas a los dos candidatos que, por sus posturas...

Por Rodrigo Barrenechea (@RodrigoBarrene4)* y Silvia Otero Bahamón (@silvia_otero85)**

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