Un nuevo partidor presidencial
Definidos los candidatos presidenciales de las tres coaliciones y un nuevo Congreso, con una izquierda fortalecida, comienza el pulso por la jefatura del Estado. Hora de buscar alianzas.
Con un inmenso caudal de ciudadanos que acudieron a las urnas, múltiples denuncias en torno a irregularidades en la entrega de los tarjetones de las consultas interpartidistas y el lunar de los problemas en la plataforma de información de la Registraduría, Colombia cumplió ayer con la primera jornada electoral de 2022, en la que se eligió un nuevo Congreso de la República y a los candidatos únicos presidenciales de tres coaliciones: Pacto Histórico, Centro Esperanza y Equipo por Colombia. A partir de hoy se configura un nuevo escenario político-electoral y arranca en firme la campaña por la primera magistratura del Estado, cuya primera vuelta está estipulada a realizarse el domingo 29 de mayo y la segunda, si se requiere, para el 19 de junio.
>Lea más sobre las elecciones de 2022 y otras noticias del mundo político
Un nuevo panorama en el que, si hay que hablar de ganadores en esta primera etapa de la carrera presidencial, toca remitirse a los triunfadores en sus respectivas consultas: Gustavo Petro en el Pacto Histórico, Sergio Fajardo en la Centro Esperanza y Federico Gutiérrez en Equipo por Colombia. Ese análisis hay que hacerlo a partir de las votaciones personales y la obtenida por cada una de estas alianzas políticas. La lectura inicial es que la coalición de izquierda puso el listón bien alto, al obtener, contabilizados el 98 % de los votos, más de 5,6 millones de apoyos. Un resultado acorde a lo que mostraban las encuestas antes de los comicios y que ratifica a Petro como el gran favorito para llegar al poder, quien se alzó con el 80,5 % de estos. En lo del Pacto Histórico merece mención aparte el segundo lugar, con más de 760 mil votos, de la lideresa social caucana Francia Helena Márquez, que la convierten en el gran fenómeno político del momento y protagonista de primer orden de cara a lo que se viene en el juego electoral presidencial.
En cuanto al Equipo por Colombia, el triunfo de Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín, ratificó las tendencias de los estudios de intención de voto. Ya como candidato oficial de la centro-derecha, con más de 2,1 millones de votos, es claro que lo que se vendrá serán los intentos de unidad con otros sectores afines, sobre todo con el Centro Democrático, que si bien tiene candidato propio, Óscar Iván Zuluaga, seguramente estará haciendo la lectura de lo sucedido con las consultas interpartidistas para definir su estrategia. ‘Fico’, como le dicen, contará además a partir de este momento con el apoyo clave de partidos como el de la U y el Conservador, además del charismo (los afines a Álex Char), curtidos en las lides de sumar votos y todos afines al actual gobierno de Iván Duque.
Por el lado de la Coalición Centro Esperanza, se espera que la victoria de Sergio Fajardo, aunque para algunos haya sido deslucida por el bajo número de apoyos con respecto a las otras consultas —algo más de 700 mil votos—, sirva de bálsamo para acabar con las discrepancias internas acaecidas durante la campaña y que sus competidores en la consulta —Alejandro Gaviria, Juan Manuel Galán, Carlos Amaya y Jorge Robledo— se sumen ahora a su causa. Sin duda, las urnas dejaron ver un centro desdibujado, cuyas expectativas estarán ahora en tratar de subir a su barco a nuevos aliados que le permitan dar la pelea. Para nadie es un secreto que uno de los motivos de las rencillas internas fue el apoyo de dirigentes políticos tradicionales por parte de Gaviria, rechazado por los otros. ¿Estará Fajardo abierto a aceptarlos? ¿Entrará de lleno el exrector de los Andes a trabajar o, como dicen, a “cargarle la maleta” al exgobernador de Antioquia? Todo está por verse.
El análisis tiene otras aristas y quizás la más importante tiene que ver con los resultados en el Congreso, donde igualmente el Pacto Histórico, al menos en el Senado, se convirtió en el más votado, lo que marca un hito histórico en el país: que la izquierda tenga la bancada mayoritaria en la cámara alta. Sin embargo, hay quienes lo ven como una victoria agridulce, pues la apuesta era por superar al menos los treinta escaños, y los partidos tradicionales, aunque en comparación con lo sucedido hace cuatro años, vieron disminuidas sus fuerzas, volvieron a ratificar que en la lucha por el Legislativo las maquinarias siguen aceitadas y que el voto amarrado sigue siendo una realidad. Ello, en términos de gobernabilidad de un eventual gobierno alternativo, obliga a pensar en la necesidad de buscar consensos.
Lea también: Quién es Francia Márquez, el verdadero rostro de la esperanza
Calculadora en mano, quienes estuvieron mirando la jornada de ayer desde la distancia hacen sus cuentas. Germán Vargas Lleras reconoció que analizaría los resultados y tomaría una decisión sobre si postula de nuevo su nombre como aspirante presidencial. A su vez, el expresidente César Gaviria, jefe del Partido Liberal, ha dicho que sea como sea tendrán candidato y ahora toca ver cómo se mueve, si hacia la izquierda —hay que recordar que hace unos días se reunió con Petro— o para el centro, encarnado ahora por Fajardo, con quien no parece existir lo que llaman “química”, o para la derecha, donde se ubica el uribismo con Zuluaga y se puede mencionar a Federico Gutiérrez, aunque este hábilmente haya sabido posicionarse como un político “de centro”, robándoles espacio a los de la Esperanza.
Y están quienes mantienen su apuesta en solitario. Algunos independientes y otros de partidos, que insisten en ir hasta la primera vuelta, al menos por ahora, porque en los casi dos meses y medio que faltan para esa cita son muchos los movimientos, renuncias y adhesiones que todavía se pueden dar. Hablamos de Íngrid Betancourt, Luis Gilberto Murillo, Luis Pérez, Rodolfo Hernández, Enrique Gómez, John Milton Rodríguez y el mismo Zuluaga. Hay otro, Germán Córdoba, director de Cambio Radical, quien se inscribió a última hora, pero todos saben que ese cupo está resguardado para Vargas Lleras, si decide lanzarse. El plazo para ratificar candidaturas, hacer cambios e inscribir fórmulas vicepresidenciales vence este viernes 18 de marzo. Serán cinco días de intenso lobby y negociaciones con tintes programáticas y electorales. Al fin y al cabo, de eso se trata el juego del poder político.
Con un inmenso caudal de ciudadanos que acudieron a las urnas, múltiples denuncias en torno a irregularidades en la entrega de los tarjetones de las consultas interpartidistas y el lunar de los problemas en la plataforma de información de la Registraduría, Colombia cumplió ayer con la primera jornada electoral de 2022, en la que se eligió un nuevo Congreso de la República y a los candidatos únicos presidenciales de tres coaliciones: Pacto Histórico, Centro Esperanza y Equipo por Colombia. A partir de hoy se configura un nuevo escenario político-electoral y arranca en firme la campaña por la primera magistratura del Estado, cuya primera vuelta está estipulada a realizarse el domingo 29 de mayo y la segunda, si se requiere, para el 19 de junio.
>Lea más sobre las elecciones de 2022 y otras noticias del mundo político
Un nuevo panorama en el que, si hay que hablar de ganadores en esta primera etapa de la carrera presidencial, toca remitirse a los triunfadores en sus respectivas consultas: Gustavo Petro en el Pacto Histórico, Sergio Fajardo en la Centro Esperanza y Federico Gutiérrez en Equipo por Colombia. Ese análisis hay que hacerlo a partir de las votaciones personales y la obtenida por cada una de estas alianzas políticas. La lectura inicial es que la coalición de izquierda puso el listón bien alto, al obtener, contabilizados el 98 % de los votos, más de 5,6 millones de apoyos. Un resultado acorde a lo que mostraban las encuestas antes de los comicios y que ratifica a Petro como el gran favorito para llegar al poder, quien se alzó con el 80,5 % de estos. En lo del Pacto Histórico merece mención aparte el segundo lugar, con más de 760 mil votos, de la lideresa social caucana Francia Helena Márquez, que la convierten en el gran fenómeno político del momento y protagonista de primer orden de cara a lo que se viene en el juego electoral presidencial.
En cuanto al Equipo por Colombia, el triunfo de Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín, ratificó las tendencias de los estudios de intención de voto. Ya como candidato oficial de la centro-derecha, con más de 2,1 millones de votos, es claro que lo que se vendrá serán los intentos de unidad con otros sectores afines, sobre todo con el Centro Democrático, que si bien tiene candidato propio, Óscar Iván Zuluaga, seguramente estará haciendo la lectura de lo sucedido con las consultas interpartidistas para definir su estrategia. ‘Fico’, como le dicen, contará además a partir de este momento con el apoyo clave de partidos como el de la U y el Conservador, además del charismo (los afines a Álex Char), curtidos en las lides de sumar votos y todos afines al actual gobierno de Iván Duque.
Por el lado de la Coalición Centro Esperanza, se espera que la victoria de Sergio Fajardo, aunque para algunos haya sido deslucida por el bajo número de apoyos con respecto a las otras consultas —algo más de 700 mil votos—, sirva de bálsamo para acabar con las discrepancias internas acaecidas durante la campaña y que sus competidores en la consulta —Alejandro Gaviria, Juan Manuel Galán, Carlos Amaya y Jorge Robledo— se sumen ahora a su causa. Sin duda, las urnas dejaron ver un centro desdibujado, cuyas expectativas estarán ahora en tratar de subir a su barco a nuevos aliados que le permitan dar la pelea. Para nadie es un secreto que uno de los motivos de las rencillas internas fue el apoyo de dirigentes políticos tradicionales por parte de Gaviria, rechazado por los otros. ¿Estará Fajardo abierto a aceptarlos? ¿Entrará de lleno el exrector de los Andes a trabajar o, como dicen, a “cargarle la maleta” al exgobernador de Antioquia? Todo está por verse.
El análisis tiene otras aristas y quizás la más importante tiene que ver con los resultados en el Congreso, donde igualmente el Pacto Histórico, al menos en el Senado, se convirtió en el más votado, lo que marca un hito histórico en el país: que la izquierda tenga la bancada mayoritaria en la cámara alta. Sin embargo, hay quienes lo ven como una victoria agridulce, pues la apuesta era por superar al menos los treinta escaños, y los partidos tradicionales, aunque en comparación con lo sucedido hace cuatro años, vieron disminuidas sus fuerzas, volvieron a ratificar que en la lucha por el Legislativo las maquinarias siguen aceitadas y que el voto amarrado sigue siendo una realidad. Ello, en términos de gobernabilidad de un eventual gobierno alternativo, obliga a pensar en la necesidad de buscar consensos.
Lea también: Quién es Francia Márquez, el verdadero rostro de la esperanza
Calculadora en mano, quienes estuvieron mirando la jornada de ayer desde la distancia hacen sus cuentas. Germán Vargas Lleras reconoció que analizaría los resultados y tomaría una decisión sobre si postula de nuevo su nombre como aspirante presidencial. A su vez, el expresidente César Gaviria, jefe del Partido Liberal, ha dicho que sea como sea tendrán candidato y ahora toca ver cómo se mueve, si hacia la izquierda —hay que recordar que hace unos días se reunió con Petro— o para el centro, encarnado ahora por Fajardo, con quien no parece existir lo que llaman “química”, o para la derecha, donde se ubica el uribismo con Zuluaga y se puede mencionar a Federico Gutiérrez, aunque este hábilmente haya sabido posicionarse como un político “de centro”, robándoles espacio a los de la Esperanza.
Y están quienes mantienen su apuesta en solitario. Algunos independientes y otros de partidos, que insisten en ir hasta la primera vuelta, al menos por ahora, porque en los casi dos meses y medio que faltan para esa cita son muchos los movimientos, renuncias y adhesiones que todavía se pueden dar. Hablamos de Íngrid Betancourt, Luis Gilberto Murillo, Luis Pérez, Rodolfo Hernández, Enrique Gómez, John Milton Rodríguez y el mismo Zuluaga. Hay otro, Germán Córdoba, director de Cambio Radical, quien se inscribió a última hora, pero todos saben que ese cupo está resguardado para Vargas Lleras, si decide lanzarse. El plazo para ratificar candidaturas, hacer cambios e inscribir fórmulas vicepresidenciales vence este viernes 18 de marzo. Serán cinco días de intenso lobby y negociaciones con tintes programáticas y electorales. Al fin y al cabo, de eso se trata el juego del poder político.