La embajada de Cuba en Colombia alertó a la Cancillería de Colombia sobre una supuesta acción terrorista que estaría siendo planeada por el frente oriental de guerra del Eln. La delegación diplomática advirtió que no pudo confirmar esta información, pero que habían llegado informaciones sobre la posible acción armada.
De igual manera, el memorando señala que se le preguntó a la delegación de líderes del Eln en Cuba sobre estos planes, pero habrían expresado “total desconocimiento”. Estos también habrían respondido que no tienen “ningún involucramiento en las decisiones militares u operaciones de la organización”. La carta, que no cuenta con más de dos párrafos, data del sábado 6 de febrero y está firmada por el embajador de Cuba en Colombia, José Luis Ponce Carabello.
En la noche de este lunes, el gobierno nacional, a través del nuevo ministro de Defensa, Diego Molano, y el comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, confirmó la existencia de la carta. En una breve intervención, Molano informó que tras la muerte de alias Uriel se había recolectado información de inteligencia sobre la planeación de atentados terroristas en el país.
Ceballos fue más allá y, aunque reconoció el gesto realizado por el gobierno cubano, le volvió a pedir la extradición de los miembros del comando central que están en la isla desde 2019. Además, cuestionó la unidad del Eln, pues supuestamente los guerrilleros en la Habana desconocían la información sobre los supuestos planes para realizar ataques terroristas en Colombia. Para Ceballos, esta es una muestra de que no se puede llevar a cabo un proceso de paz con dicho grupo.
Más allá de la carta, vale recordar que el frente de guerra oriental del Eln es el mismo que ha sido señalado como los autores materiales del ataque con un carro bomba en contra de la escuela de cadetes general Santander. Precisamente esta acción terrorista, ocurrida el 17 de enero de 2019, ha sido uno de los motivos por los que las relaciones entre Cuba y Colombia han pasado por uno de sus momentos más difíciles.
Tras el atentado, el presidente Iván Duque rompió los diálogos de paz que se estaban llevando a cabo con el Eln en Cuba. Además, pidió que los líderes dicha guerrilla, que hacían parte de la delegación negociadora, fueran extraditados al país. Sin embargo, el gobierno de la isla se negó, bajo el argumento de que en los acuerdos previos para la negociación se especificó que, en caso de ruptura, los guerrilleros iban a tener una ventana para volver al país sin que las Fuerza Pública se los impidiera o los persiguiera.
Desde entonces, Colombia ha reiterado su pedido de extradición, pero Cuba ha tenido la misma respuesta. Este choque incluso llevó a que varios sectores cercanos al Ejecutivo, sobre todo miembros del Centro Democrático, pidiera romper relaciones con el gobierno presidido por Miguel Díaz-Canel.
La negativa de la isla a extraditar a los líderes guerrilleros fue una de las excusas que usó Estados Unidos para incluir nuevamente a Cuba en el listado de países apoyan al terrorismo. Aunque esta decisión no fue celebrada directamente por el presidente Iván Duque, el comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, calificó la medida como un “espaldarazo al gobierno colombiano”.
Cuba reaccionó a las declaraciones, pidiendo una aclaración a la Cancillería colombiana frente a la posición de Ceballos. La situación entre los dos países se había calmado hasta que, hace una semana, el expresidente Juan Manuel Santos pidió a Estados Unidos que retirara a Cuba de los países que apoyan el terrorismo. La respuesta de cercanos del Gobierno, incluyendo nuevamente a Miguel Ceballos, fue criticar la petición y cuestionar la posición asumida por el mandatario colombiano entre 2010 y 2018.