Publicidad

En busca de un plan B para la paz

Con el triunfo del No en las urnas, por poco margen, el reto es encontrar salidas a la crisis para retomar las negociaciones con la guerrilla.

Marcela Osorio Granados
03 de octubre de 2016 - 10:30 a. m.
El senador Álvaro Uribe cumplió este domingo su cita en las urnas. / Mauricio Alvarado
El senador Álvaro Uribe cumplió este domingo su cita en las urnas. / Mauricio Alvarado
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Si en algo habían insistido con vehemencia tanto el presidente Juan Manuel Santos como los plenipotenciarios del Gobierno en la mesa de diálogos de La Habana era en que si el No ganaba en el plebiscito para refrendar el Acuerdo Final con las Farc no habría posibilidad de renegociar. De hecho, el mismo jefe del equipo de paz, Humberto de la Calle, señaló en alguna ocasión que para volver a sentarse en una mesa a hablar de paz con esa guerrilla tendrían que pasar por lo menos 10 años.

Sin embargo, la realidad les planteó otro escenario y ante la imposibilidad de un triunfo del Sí, la renegociación -que fue una de las consignas de la campaña de quienes no apoyaban la refrendación del acuerdo- se abre espacio.

Aun así, el camino es espinoso y no está claro el plan B ni del Gobierno ni de la oposición uribista, que lideró la campaña por el No y que ya ha dejado claro que esta es la posibilidad que estaban buscando para volver al diálogo y replantear los pactos en temas trascendentales, como la justicia transicional y la participación en política por parte de las Farc.

Y ese fue el sentido del mensaje que envió ayer al país el exmandatario y hoy senador Álvaro Uribe, al referirse a la jornada electoral, insistiendo en la necesidad de un acuerdo: “Queremos aportar a un gran pacto nacional. Nos parece fundamental que en nombre de la paz no se creen riesgos a los valores que la hacen posibles. Insistimos en correctivos para que haya respeto a la Constitución, no sustitución; justicia, no derogación de las instituciones; pluralismo político sin que pueda percibirse como premio al delito; política social sin poner en riesgo la empresa honorable”, declaró, argumentando que la economía del país está en dificultades que podrían agravarse con los acuerdos, tal y como están planteados.

“Queremos que no haya violencia, que se les dé protección a las Farc y que cesen todos los delitos, incluidos el narcotráfico y la extorsión. Señores de las Farc, contribuirá mucho a la unidad de los colombianos que ustedes, protegidos, permitan el disfrute de la tranquilidad”, recalcó Uribe.

A su turno, el exvicepresidente Francisco Santos expresó el compromiso del Centro Democrático con la continuidad de la tarea ya iniciada. “Tengan confianza en que vamos a saber manejar esta situación sin sobresaltos, que vamos a trabajar con el Gobierno para poder reconducir este acuerdo. Es el momento de unir a Colombia para que esta paz llegue a buen puerto, una paz que tenga justicia, tenga verdad, reparación, reconciliación y perdón. Una paz donde quepamos todos y no una que excluya a la mitad de los colombianos que por eso votaron por el No”, aseguró.

Sin embargo, el panorama no es tan claro. Jorge Iván Cuervo, docente e investigador del Centro de Investigaciones y Proyectos Especiales (CIPE), de la Universidad Externado, explica que en este momento la responsabilidad política se ha trasladado hacia el No, y sus cabezas tienen la obligación de explicar cuál será la alternativa dentro del marco de las instituciones. Además, sostiene, los liderazgos para la negociación quedaron muy debilitados tanto por parte del Gobierno como de las Farc: “Una renegociación en los términos del uribismo sería inaceptable para las Farc, no creo que tengan los incentivos para ceder más de lo que ya cedieron, salvo que hubiera una oferta muy gruesa que sería la constituyente, que podría ser el punto de quiebre para que las Farc no se paren de la mesa”.

Y el liderazgo del Centro Democrático para la tarea también está en duda. “¿Cómo se van a sentar a renegociar un acuerdo?, ¿con qué capacidad institucional? No tienen investidura estatal para poder negociar”, enfatiza la analista internacional Laura Gil.

Hay quienes creen que la única salida es aceptar la propuesta del uribismo de volver sobre lo ya acordado para buscar otro tipo de pactos. Para Iván Garzón, director del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, eso supondría un gran acuerdo político en el que estén representados todos los sectores. “Esto supone un acuerdo político más allá de la Unidad Nacional. Hay que incluir una representación de los líderes del No. La renegociación deberá versar sobre los puntos sobre los que la gente tenía más reparos”, sostuvo, al señalar que el resultado en las urnas fue un voto castigo a una cadena de equivocaciones por parte del Gobierno. Para el analista, Santos se equivocó al desconocer que las críticas uribistas tenían una expresión popular muy importante.

Una conclusión a la que también llega Jorge Iván Cuervo, quien insiste en que lo que queda claro con las elecciones de este domingo es que es más fácil movilizar emociones negativas que positivas. Asegura, además, que existen tres factores claves que ayudaron al triunfo de la oposición: “En primer lugar está el rechazo que existe hacia las Farc y en muchos sectores de opinión caló que votar no era rechazar a las Farc. Lo segundo es que el Gobierno tiene poca popularidad y así no se puede liderar un proceso tan sensible como el del plebiscito. Y el tercer factor es el liderazgo de Uribe, a quien la gente escucha. Le fueron fieles y leales sin pensar mucho en las consecuencias”.

Pero más allá del camino que se tenga que tomar en adelante, lo cierto es que el uribismo fue el gran ganador de la jornada, pues le dio un nuevo y necesario aire para su futuro político, sobre todo teniendo en cuenta que estos comicios se convirtieron, en buena parte, en una especie de preprimera vuelta para medir fuerzas de cara a las presidenciales de 2018. El triunfo electoral del No reafirma el peso y la fuerza que siguen teniendo en el país político y en la opinión pública las opiniones de Álvaro Uribe como líder de una oposición que resurge.

Por Marcela Osorio Granados

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar