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El presidente Gustavo Petro hizo su primera intervención en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La edición número siete del evento se realiza este martes en Buenos Aires, Argentina. Ante sus Estados miembros, el primer mandatario propuso avanzar en la integración de América Latina para enfrentar la crisis climática y lograr las transformaciones económicas y de protección ambiental que requiere el mundo para continuar existiendo como se le conoce hasta ahora. “Claro que hay una posibilidad de integración, pero sobre la base del reconocimiento de nuestro propio poder”, propuso.
(En video: Crisis climática e integración regional: las claves del discurso de Petro)
Con un discurso enérgico, Petro le habló a sus homólogos de la región sobre esos dos temas que, para él, no dan espera. Aunque no participaron en cuerpo propio Nicolás Maduro (Venezuela) y Andrés Manuel López Obrador (México), ambos mandatarios mandaron a sus delegados, los ministros de Relaciones Exteriores, respectivamente. A pesar de eso, en un inmenso salón del Hotel Sheraton de Buenos Aires, pudo hablar mientras miraba a aliados de sus causas: Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Gabriel Boric Font (Chile), y Alberto Fernández (Argentina) como país anfitrión.
El jefe de Estado trajo a colación lo que pasó con el COVID-19 en la región para explicar por qué América Latina y el Caribe necesitan hacer realidad las intenciones de integración. “Siendo nosotros el 8 % de la población mundial, aquí murieron el 30 % de las personas que fallecieron por COVID-19 en el mundo. Eso significa que no fuimos capaces de afrontar como región uno de los mayores desafíos recientes contra la vida humana. No nos integramos, no respondimos colectivamente”, analizó.
Con ello, hizo una crítica en voz alta: la distancia que hay entre los discursos de mandatarios latinoamericanos que a lo largo de décadas enteras se han pronunciado sobre la integración regional, pero que han hecho poco por traerlo a la realidad. “Hablamos mucho de unirnos, pero hacemos poco para ello. Esa historia tiene que cambiar”, dijo.
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Incluso, resaltó el éxito del caso de la Unión Europea que, con lo bueno, lo malo y lo cuestionable de esa unión de países, surgió como respuesta al caos que generó la Segunda Guerra Mundial y que hasta el día de hoy se mantiene vigente. Desde que dio ese ejemplo, lanzó pistas sobre el fondo de su discurso. Lo hizo con esta frase: “[Los países europeos decidieron integrarse] alrededor de un proyecto que tenía que ver con la energía europea en tiempos del capitalismo fósil. El carbón y el acero los juntó. Sabían que eso era la industrialización de Europa”.
A partir de ese ejemplo, Petro entregó la tesis que quería compartir en su primera CELAC: a pesar de todos los factores externos que condicionan fuertemente a los países de América Latina y el Caribe, los Estados miembros deben buscar el camino para fortalecerse desde adentro, para integrarse, con el objetivo de liderar a corto y mediano plazo la crisis climática.
Haciendo uso de términos de la física, el primer mandatario entregó casos puntuales que económicamente afectan a las naciones, pero insistiendo en que América Latina es una carta geopolítica de cara a la crisis climática del mundo.
“México indudablemente tiene que hablar con Estados Unidos y Canadá, en su propia complejidad. Brasil, por su economía, tiene que hablar con la India, Sudáfrica y China, tratando de que el mundo no se vuelva unipolar y que otras voces sean escuchadas. Son fuerzas centrípetas, que deben ser compensadas por fuerzas centrífugas,. que tenemos que saber construir quienes habitamos en las Américas. Esas fuerzas son débiles y la CELAC debería ayudarnos a buscar esos proyectos en común”, sentenció.
Lo que propone Petro
Ante la sesión plenaria de la CELAC, el presidente Petro destacó que en los cinco meses que lleva de mandato ha tratado de construir puntos en común sobre el abordaje del cambio climático, “el que pienso es el principal problema que hoy afronta la humanidad”.
En ese sentido, puso sobre la mesa la posibilidad de que “una especie de nueva fase del capitalismo acepte la planificación a escala mundial de la transición [energética] por parte de los poderes públicos, que acepte cambiar el sistema financiero mundial de deuda por acción climática”. Es, sin embargo, una idea en la que ha hablado en diferentes foros e instancias internacionales.
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Bajo la premisa que el consumo y producción de petróleo, gas, y carbón, en su “acumulación ampliada de ganancias”, llamado capitalismo fósil, puede acabar con la vida de los seres humanos en cuestión de dos siglos, y de otras especies en algunas próximas décadas, Petro propuso que:
- Proteger la selva amazónica, como carta geopolítica de cara al mundo: para ello, recordó la experiencia de los stands de Colombia y Brasil en la COP 27 celebrada en Egipto. Mientras el stand de Colombia estaba lleno de líderes políticos abordando la causa del cambio climático, el del Brasil de Jair Bolsonaro estaba vacío, ubicado tan solo al frente del de Petro. “Este hecho mostró la importancia de hablar de la selva amazónica, si nos juntamos. Hacer esto es el tercer pilar en una agenda de salida a la crisis climática. Hacerlo con recursos propios y no propios. Es una carta geopolítica. En nuestras manos, en nuestro territorio latinoamericano está una de las posibilidades de vida de la humanidad”. Lo señaló como una solución parcial, pero relevante, en esta lucha.
- Desvalorizar el capital fósil: es principalmente petróleo, que ha regido la economía en los últimos siglos. “La crisis climática nos puede matar a todos, así reforestemos todo el mundo porque su única salida no es más que disminuir a cero el consumo de petróleo y carbón. Tamaña tarea implica un cambio real del poder”, reiteró.
- Petro propone que la integración de América Latina también se materialice en la unión de redes de energía eléctrica: “Que se pudiera juntar desde el sur de la Patagonia, hasta Alaska, una red poderosa de la cual la mayor parte está construida y solo faltan algunos tramos en Colombia y Panamá, por ejemplo”. El primer mandatario expresó que si esa red se hiciera con energías limpias proveniente del agua, del sol, y los vientos. “Podrían dar tanta energía limpia porque Suramérica es la región con mayor potencial de esto en el mundo. Es la segunda carta geopolítica de poder, si nos unimos”, dijo con ánimo, agregando que podrían con esto negociar con los Estados Unidos y otras naciones.
- Abastecimiento alimentario: sobre esto, Petro se centró en la lucha contra el hambre. Al respecto, tiró línea sobre el aumento que tendrá la problemática a futuro y cómo, a su juicio, se debería solucionar. “Saquemos alimentos de ser mercancías. Construyamos un sistema de abastecimiento alimentario que llegue a donde esté el hambre. ¿Tenemos que esperar que el mercado mundial lleve el alimento al pobre? Sabemos que eso no va a pasar”, cuestionó.
- Sistema Interamericano de Derechos Humanos: pidió fortalecer y ampliar la carta de derechos humanos hacía los derechos ambientales y de la mujer. “He invitado a Venezuela a reingresar a ese sistema. ¿Por qué tienen que haber golpes parlamentarios y violentos? ¿Por qué autoridades administrativas vulneran derechos políticos si tenemos esta carta que no lo permite? Estamos aguantando la violación de ese sistema, pues es hora que haya un pacto democrático en el que las derechas e izquierdas no crean que cuando llegan al poder para eliminar al otro. Acá tiene que haber un pacto democrático como se propuso en 1972″.
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