“Es hora de la humanidad, no del mercado”: decálogo de Petro contra el cambio climático
El primer mandatario colombiano dio un breve discurso ante la COP27. Allí enunció los pasos que debería tomar los principales países del mundo para hacer frente a la crisis climática.
En un breve discurso, de no más de dos hojas, el presidente Gustavo Petro expresó ante la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP22), llevada a cabo e Egipto, la ruta a seguir, a su consideración, para que la humanidad se salve de la crisis climática inminente. Fue un decálogo en el que habló en contra del sistema económico mundial y de entes multilaterales como la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Este es un decálogo que Colombia propone para enfrentar desde los gobiernos y la humanidad la crisis climática”, fueron las palabras con las que empezó el mandatario colombiano. A renglón seguido, cuestionó la eficacia del foro en el que se encontraba: “las COP ya no dan las respuestas y el tiempo se agotó”.
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En su introducción, el presidente dejó claro su mensaje de que la ruta debe ser un plan coordinado de forma global para “la desconexión de los hidrocarburos de manera inmediata”. Para Petro, la descarbonización debe ser un acto inmediato que no debe ser restringido por el contexto económico mundial: “es hora de la humanidad y no de los mercados”.
El primer punto decálogo, Gustavo Petro señaló que la política mundial es la que debe liderar el cambio y que, si esto no ocurre, la humanidad “se extinguirá”. En este punto añadió que los tiempos actuales, que los denominó de “extinción”, deben empujar a los seres humanos a actuar “con o sin permiso de los gobiernos”.
En su segundo punto, el primer mandatario se fue en contra de la economía de mercado y aseguró que de esta no provendrá la solución a la situación climática mundial. “Es el mercado y la acumulación de capital quien la produjo y no serán jamás su remedio”, expresó el presidente colombiano.
Puede ver: Francia Márquez, Petro y Duque: todos presentes en la COP27
Al igual que en la Asamblea General de la ONU, Gustavo Petro volvió a insistir en la planificación de la economía como una forma de superar la situación mundial. Para este, la planificación a nivel global será la que dé el paso para “pasar a una economía descarbonizada mundial”. Como debe ser una planificación mundial, el presidente colombiano señaló que la ONU sería el escenario ideal para esta tarea.
En el cuarto punto, Petro reiteró que es la movilización ciudadana la que permitirá superar el cambio climático y no el sistema actual. “Es la movilización de la humanidad la que corregirá el rumbo y no el acuerdo de tecnócratas influidos por los intereses de las empresas de carbón y el petróleo”.
Hacia la mitad del decálogo, Gustavo Petro anunció que anualmente, y durante 20 años, Colombia entregará $USD200 millones para salvar la selva Amazónica, por lo que pidió la colaboración mundial para este fondo. “Hay que salvar los pilares del clima del planeta, antes que nada. La selva Amazónica es uno de los cuatro”, señaló Petro.
Una de las tesis principales, y que fue expresada por el presidente en el punto seis del decálogo, es la desvalorización de la economía de los hidrocarburos, lo que implica dejar de consumir combustibles fósiles. Para esto, según el presidente colombiano, se debe definir fechas puntuales para el final de los mercados de petróleo y carbón e impulsar los sectores de energías alternativas.
Una de las propuestas polémicas del presidente Petro vino en el punto siete de su decálogo, pues pidió que los tratados y acuerdos de la OMC y la FMI no tengan el mismo poder vinculantes que los de la COP. Estos últimos deben tener prelación frente a los acuerdos económicos que se han llevado a cabo. “Mientras nos mantengamos en los acuerdos de la OMC, retrocederemos”, aseveró el presidente.
Petro volvió a insistir en que se perdone la deuda a los países del tercer mundo para que estos puedan dedicar sus recursos para enfrentar el cambio climático. “El FMI debe iniciar el programa de cambio de deuda por inversión en la adaptación y mitigación del cambio climático en todos los países en desarrollo del mundo”, señaló Gustavo Petro. A renglón seguido criticó el bloqueo sobre Cuba y otras acciones similares: “las políticas de bloqueo económico hoy no favorecen la democracia y van en contra de los tiempos de la humanidad para actuar contra la crisis”.
En el punto nueve, el mandatario latinoamericano pidió a la banca privada y multilateral que no sigan financiando aquellos proyectos vinculados con la economía de los hidrocarburos. Por último, hizo un velado llamado a negociaciones de paz en Ucrania. “De inmediato hay que iniciar las negociaciones de la paz. La guerra quita el tiempo, vital de la humanidad, para evitar su extinción”:
El discurso del presidente colombiano fue un tanto distinto al de los mandatarios que lo antecedieron en la COP27. Estos hicieron llamados más pequeños y no fueron críticos al sistema económico mundial. Otro buscaron hacer un llamado de urgencia, pues sus países serían los más damnificados por el cambio climático.
En un breve discurso, de no más de dos hojas, el presidente Gustavo Petro expresó ante la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP22), llevada a cabo e Egipto, la ruta a seguir, a su consideración, para que la humanidad se salve de la crisis climática inminente. Fue un decálogo en el que habló en contra del sistema económico mundial y de entes multilaterales como la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Este es un decálogo que Colombia propone para enfrentar desde los gobiernos y la humanidad la crisis climática”, fueron las palabras con las que empezó el mandatario colombiano. A renglón seguido, cuestionó la eficacia del foro en el que se encontraba: “las COP ya no dan las respuestas y el tiempo se agotó”.
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En su introducción, el presidente dejó claro su mensaje de que la ruta debe ser un plan coordinado de forma global para “la desconexión de los hidrocarburos de manera inmediata”. Para Petro, la descarbonización debe ser un acto inmediato que no debe ser restringido por el contexto económico mundial: “es hora de la humanidad y no de los mercados”.
El primer punto decálogo, Gustavo Petro señaló que la política mundial es la que debe liderar el cambio y que, si esto no ocurre, la humanidad “se extinguirá”. En este punto añadió que los tiempos actuales, que los denominó de “extinción”, deben empujar a los seres humanos a actuar “con o sin permiso de los gobiernos”.
En su segundo punto, el primer mandatario se fue en contra de la economía de mercado y aseguró que de esta no provendrá la solución a la situación climática mundial. “Es el mercado y la acumulación de capital quien la produjo y no serán jamás su remedio”, expresó el presidente colombiano.
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Al igual que en la Asamblea General de la ONU, Gustavo Petro volvió a insistir en la planificación de la economía como una forma de superar la situación mundial. Para este, la planificación a nivel global será la que dé el paso para “pasar a una economía descarbonizada mundial”. Como debe ser una planificación mundial, el presidente colombiano señaló que la ONU sería el escenario ideal para esta tarea.
En el cuarto punto, Petro reiteró que es la movilización ciudadana la que permitirá superar el cambio climático y no el sistema actual. “Es la movilización de la humanidad la que corregirá el rumbo y no el acuerdo de tecnócratas influidos por los intereses de las empresas de carbón y el petróleo”.
Hacia la mitad del decálogo, Gustavo Petro anunció que anualmente, y durante 20 años, Colombia entregará $USD200 millones para salvar la selva Amazónica, por lo que pidió la colaboración mundial para este fondo. “Hay que salvar los pilares del clima del planeta, antes que nada. La selva Amazónica es uno de los cuatro”, señaló Petro.
Una de las tesis principales, y que fue expresada por el presidente en el punto seis del decálogo, es la desvalorización de la economía de los hidrocarburos, lo que implica dejar de consumir combustibles fósiles. Para esto, según el presidente colombiano, se debe definir fechas puntuales para el final de los mercados de petróleo y carbón e impulsar los sectores de energías alternativas.
Una de las propuestas polémicas del presidente Petro vino en el punto siete de su decálogo, pues pidió que los tratados y acuerdos de la OMC y la FMI no tengan el mismo poder vinculantes que los de la COP. Estos últimos deben tener prelación frente a los acuerdos económicos que se han llevado a cabo. “Mientras nos mantengamos en los acuerdos de la OMC, retrocederemos”, aseveró el presidente.
Petro volvió a insistir en que se perdone la deuda a los países del tercer mundo para que estos puedan dedicar sus recursos para enfrentar el cambio climático. “El FMI debe iniciar el programa de cambio de deuda por inversión en la adaptación y mitigación del cambio climático en todos los países en desarrollo del mundo”, señaló Gustavo Petro. A renglón seguido criticó el bloqueo sobre Cuba y otras acciones similares: “las políticas de bloqueo económico hoy no favorecen la democracia y van en contra de los tiempos de la humanidad para actuar contra la crisis”.
En el punto nueve, el mandatario latinoamericano pidió a la banca privada y multilateral que no sigan financiando aquellos proyectos vinculados con la economía de los hidrocarburos. Por último, hizo un velado llamado a negociaciones de paz en Ucrania. “De inmediato hay que iniciar las negociaciones de la paz. La guerra quita el tiempo, vital de la humanidad, para evitar su extinción”:
El discurso del presidente colombiano fue un tanto distinto al de los mandatarios que lo antecedieron en la COP27. Estos hicieron llamados más pequeños y no fueron críticos al sistema económico mundial. Otro buscaron hacer un llamado de urgencia, pues sus países serían los más damnificados por el cambio climático.