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La senadora María José Pizarro ha cobrado en el último tiempo una gran importancia en la arena política. Primero, fue la segunda en la lista cerrada del Pacto Histórico, lo que le garantizaba casi que de inmediato una curul en el Congreso. En segundo lugar, fue la encargada de ponerle la banda presidencial a Gustavo Petro en el evento de posesión. Y ahora último, se convirtió en parte oficial del equipo negociador del gobierno para los diálogos con el Eln.
Pizarro habló con El Espectador de su llegada a la mesa de negociación. De igual manera comentó la importancia que tiene que dos nombres relacionados con el M-19 actualmente hagan parte de las negociaciones. Igualmente hizo mención de la llegada de José Félix Lafaurie al equipo negociador.
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¿Cómo llega al equipo negociador?
Esa fue una delegación directa que recibí del presidente Gustavo Petro y también fue a través del alto consejero para la paz, Danilo Rueda. Ellos ven un perfil de una experiencia en cuanto a los temas que he defendido y los sectores que yo represento desde mi quehacer político. Vieron que yo, en función de mis cualidades, mi experiencia y lo simbólico era una mujer idónea para componer esta comisión negociadora.
Ya que habla de esa parte simbólica, ¿qué importancia tiene que uno de los fundadores del M-19, Otty Patiño, y usted, la hija de Carlos Pizarro, último comandante de esta guerrilla, estén en la mesa de negociación? ¿Es un mensaje al Eln?
Hay es un mensaje a la sociedad en general de que la voluntad de paz del M-19 es indeclinable y por ellos es que en función de la paz se han hecho toda las apuestas. No solo la firma de 1990 sino la participación política y la apuesta en distintos procesos desde la desmovilización. Creo que se le envía un mensaje al país. También se le hace un reconocimiento a Otty Patiño como líder negociador debido a que tiene toda la experiencia, no solo no fue fundador del M, sino que también fue negociador en los 90 y fue constituyente. Ha tenido toda una trayectoria en función de la construcción de paz en el país. Yo creo que fue una magnífica decisión y recae sobre nosotros, especialmente, el terminar un camino que inició en 1990 con la desmovilización del M-19. Es la posibilidad de esa paz completa, como decía mi padre. Tenemos la responsabilidad de acabar esa labor.
Hablando del Eln, han estado en múltiples mesas de negociación y el resultado siempre es el fracaso de los acercamientos de paz, ¿qué hace diferente esta ocasión?
Yo creo que el lunes el mismo jefe negociador del Eln lanza un mensaje de compromiso. Dice primero que este proceso es construir sobre lo construido. Recogen lo último de la mesa de Ecuador, del gobierno Santos, y además es la primera vez que un gobierno progresista y de izquierda está liderando la mesa y eso hace la diferencia radical frente a los procesos anteriores. Estamos ante una enorme oportunidad de encaminar el país y materializar esta paz. También recojo las palabras de Otty Patiño y nuestra voluntad, no solo como hija de Carlos Pizarro, sino como una dirigente de nuestro país, como mujer y representante de una generación que cree profundamente en la transformación del país, pero no a través de las armas. Mi y generación y yo somos críticos a esto y esa postura será relevante cuando la llevemos a la mesa.
Comparando con las negociaciones del gobierno Santos, hay unos perfiles muy políticos, usted e Iván Cepeda. ¿No afecta esto a las negociaciones?
En su momento estuvo en La Habana Roy Barreras y cumplió una función similar y cercana al santismo. Pero, hablando de Iván y de mí, tenemos un perfil político, pero también tenemos una historia en la construcción de paz y somos personas que hemos sufrido los rigores de la violencia. Ahora, tenemos una enorme oportunidad muy grande de traer las discusiones y reflexiones que se dan en el Congreso, como espacio de representación. Es decir, podremos construir en términos sociales esta paz. Creo que este es un primer mensaje. Pero tenemos que tener claro que fuimos elegidos congresistas, que tenemos una responsabilidad en el Legislativo y debemos tener la madurez política para separar ambos espacios. Una cosa es la discusión política en el Congreso defendiendo los proyectos bandera de este gobierno y lo otro es nuestra función como negociadores en esta mesa. El objetivo final será lograr la paz y que la sociedad sea una aliada de esta.
¿Que ustedes, Cepeda y su persona, estén como negociadores oficiales no hace que sea una especie de fast track disimulad para aprobar de una lo que salga de las negociaciones?
No, yo creo que eso ni siquiera está sobre la mesa. Acabamos de sentarnos y no estamos hablando de un fast track. No estamos hablando de traducir en leyes las negociaciones. Por eso insisto en la madurez para saber separar ambos espacios.
Puede ver: Estos son los otros integrantes del equipo negociador de Gobierno con el Eln
¿Cómo van a compaginar el trabajo de senadores y el de negociadores?
Eso es parte de las cosas que debemos dejar muy claras. Nuestro trabajo como congresistas sigue siendo prioridad porque para eso nos eligieron miles de colombianos.
Los señalamientos de posibles nexos con el paramilitarismo de Fedegán y de José Félix Lafaurie, su cabeza, han hecho que el nombramiento como negociador de este último sea criticado, ¿qué opina?
Hay una cosa que expresó muy acertadamente el M-19 y que ha sido una de mis banderas desde entonces. Ellos hablaron en 1984 de un gran diálogo nacional como única vía para superar el conflicto y los problemas sociales del país. Ese diálogo nacional se concreta de cierta manera en la Constitución de 1991, pero tenemos toda la certeza de que si no están sentados todos los sectores que tienen que ver y estamos divididos, es muy difícil dar pasos certeros. Ya tuvimos una experiencia no muy acertada en los diálogos de La Habana. Esto no puede repetirse y por eso me parece acertado el hecho de que Lafaurie, no solo representante de los ganaderos sino del Centro Democrático, participe de entrada en las negociaciones y ponga su postura sobre la mesa.
¿Ya ha tenido palabras con él? ¿Ha expresado sus intenciones en la mesa?
No, pues él está actuando con muchísima prudencia y respeto. Como todos nosotros está intentado interpretar el espacio y contribuir al fin positivo de esta negociación. Creo que hay una apuesta acertada sin abandonar principios y posturas y esa voz. Tenemos que construir la paz y eso se hace entre todos. No es abandonar posiciones, sino encontrar los caminos comunes para materializar la paz.
En esa línea de cuestionamientos, hay críticas de que se reanuden los diálogos en Venezuela dado que allá también hay presencia del Eln...
Por supuestos esto fue una decisión conjunta de las dos partes y si se ha definido por parte del alto comisionado y del Eln que este es el lugar donde se inicia, pues allí se iniciará. Hemos hablado de una sede itinerante y no siempre serán en Venezuela. Habrá otros países sede y se irán definiendo en el camino si se hace uso de estas. Esas son las cosas que tenemos que definir.
Además: Otty Patiño, de miembro del M-19 y constituyente a jefe negociador de paz con el Eln
¿Qué implicaciones tiene que usted sea la única mujer en el equipo negociador principal de gobierno?
Yo soy una mujer que defiende los derechos de las mujeres, soy parte de esas mujeres que han construido paz en este país, hago parte del movimiento de mujeres y por supuesto esas reivindicaciones de lo femenino y las reivindicaciones por nuestros derechos serán parte de las discusiones y de las posturas que yo pondré en este proceso de diálogo.
¿Este lunes se habló algo más, además de la instalación?
No, se iniciaron formalmente los diálogos, hay metodologías por definir y la agenda. También está el tema logístico. Todos estos componentes deben definirse y se irán anunciando.