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Luego de la decisión histórica que le abre un camino más amplio al Nuevo Liberalismo como partido político, los accionantes de la tutela que estudió la Corte Constitucional para tal fin se pronunciaron. Gloria Pachón de Galán (viuda de Luis Carlos Galán), Fernando Galindo González, Cecilia Fajardo Castro, Rafael amador Campos, Andrés Talero Gutiérrez y José Corredor Nuñez, manifestaron que, la determinación del alto tribunal representa “el renacimiento de la esperanza”. En ese sentido, señalaron, la bandera que izaron Galán, Rodrigo Lara Bonilla, y quienes los acompañaron en la construcción del Nuevo Liberalismo en 1979, “hoy se vuelve a levantar”.
(Lea: Corte Constitucional le dio el sí al Nuevo Liberalismo como partido político)
Como han sostenido durante todo el proceso de revisión de su tutela, los accionantes reiteraron que el Nuevo Liberalismo recoge la aspiración de millones de colombianos que han querido expresar y participar en la construcción de una nueva sociedad.
“El renacer del Nuevo Liberalismo es una nueva oportunidad para representar a todos los que se desencantaron de la política, a los incrédulos, a las minorías, a las mujeres, a las víctimas, a los liderazgos sociales que no logran que su voz sea escuchada”, escribieron en un comunicado en el que además retoman una declaración que hizo Galán en 1982.
En dicha comunicación, Pachón y los demás firmantes recalcaron en que esta no es una celebración de unos cuantos adeptos (militantes y fundadores) al Nuevo Liberalismo, sino todo lo contrario. Para ellos, es la respuesta a innumerables colombianos “que no han logrado aún llegar con sus conocimientos, sus denuncias, su situación de abandono, su voz siempre ignorada, al logro de sus aspiraciones como seres humanos y miembros de una sociedad”, declararon.
(Conozca: El mundo político celebra personería jurídica del Nuevo Liberalismo)
Teniendo en cuenta los retos con los que carga este país, aseguraron que el Nuevo Liberalismo conjugará las voluntades de muchos para construir un “nuevo sentido de nación, alejado de liderazgos mesiánicos, populistas y que promueven la polarización”.
“Millones de colombianos fueron convocados por el Nuevo Liberalismo a finales de los años setenta ante la necesidad de promover cambios estructurales que permitieran derrotar la ilegalidad en todas sus manifestaciones, la injusticia social, la degradación de la democracia y la libertad, que desde entonces minaban las esperanzas de una vida digna. Este anhelo fue truncado durante cuatro décadas por la violencia derivada del proyecto político del narcotráfico y la corrupción”, sentenciaron.