Estalla puja de poder en las cúpulas de los partidos tradicionales
En medio de los posibles ajustes en el gabinete ministerial y las fracturas en el gobierno Petro, los partidos tradicionales se disputan cargos estratégicos. Vendrían cambios en la dirección del Conservador. Así está la pelea.
Si en el gobierno del presidente Gustavo Petro se habla de “fuego amigo” y se anuncian ajustes en el gabinete ministerial, en los partidos tradicionales: Liberal, Conservador y la U, que son esenciales para que el Ejecutivo reconstruya sus mayorías, también hay aires de cambio y fuertes disputas políticas.
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Si en el gobierno del presidente Gustavo Petro se habla de “fuego amigo” y se anuncian ajustes en el gabinete ministerial, en los partidos tradicionales: Liberal, Conservador y la U, que son esenciales para que el Ejecutivo reconstruya sus mayorías, también hay aires de cambio y fuertes disputas políticas.
En la legislatura que pasó el diálogo individual de funcionarios del Gobierno con los parlamentarios, para convencerlos de apoyar las reformas, dejó fraccionadas las colectividades. Además, se ha intensificado la contienda por cargos claves no solo en el organigrama de los partidos, sino también por las mesas directivas de las plenarias y comisiones en el Congreso.
Por eso, antes del próximo 20 de julio —día de la instalación del tercer año de sesiones— se anunciaría un relevo en la cúpula del Partido Conservador. En octubre, el expresidente César Gaviria pondrá a consideración su futuro en el Liberal. Y en la U, tras la salida de Dilian Francisca Toro de la dirección, las divisiones son cada vez más evidentes.
Pero el movimiento más próximo está en las filas conservadoras. El senador Efraín Cepeda renunciará a la dirección para asumir como presidente del Senado. Eso, luego de que toda su bancada lo lanzara como candidato único para presidir el Congreso, incluso con las firmas de Carlos Trujillo, Miguel Barreto y Liliana Benavides, que mantienen cierta distancia con ese sector y son afines a la Casa de Nariño.
Ese vacío, según fuentes consultadas, fue resuelto en una reunión la semana pasada en la oficina de Cepeda en el Capitolio, en la que, por el momento, se definió que asumirá como directora la senadora Nadia Blel. Además, se anticipa que en la próxima legislatura ella también sea la presidenta de la Comisión Séptima del Senado, en donde se discutirán textos claves, como una nueva reforma a la salud.
Y aunque otros aseguran que Trujillo estaría interesado en volver a ocupar ese cargo, pues habría renunciado a su aspiración a la presidencia del Senado solo a cambio de otro puesto, los cercanos a Cepeda indicaron que se le explicó que no podía haber ningún tipo de intercambio: “Nada que tuviera que ver con el directorio ni con otras posiciones”. Eso sí, la decisión quedará en manos de los miembros del directorio nacional.
Ahora, en las toldas liberales surgieron nuevas fricciones debido a la decisión de postergar la fecha de la convención liberal, en la que se definirá, entre otros temas, la permanencia de Gaviria al frente del partido. Originalmente fue programada para agosto, pero en la noche del lunes se informó que fue aplazada para octubre. Y varios militantes lo interpretaron como una maniobra más del expresidente para prolongar su tiempo como director.
(Lea: “Bancada del Pacto Histórico en Cámara respaldó la gestión del ministro de Salud”)
Asimismo, algunos congresistas dijeron que no se les consultó. En todo caso, hay varios que quisieran ocupar la dirección; se habla del senador Alejandro Chacón, el exgobernador de Sucre Héctor Olimpo Espinosa y del primogénito de Gaviria y excongresista Simón Gaviria.
Alrededor de 2.000 delegados de los directorios serán los encargados de decidir, y se rumorea que probablemente se ratifique a Gaviria, dado que no hay otra figura que unifique a toda la militancia. Pero también porque la mayoría de los congresistas estarían cómodos con su liderazgo, ya que en los últimos años ha perdido autoridad, lo que les daría mayor libertad para tomar decisiones. Y optar por una figura posiblemente más imponente podría ser un riesgo, señalaron.
De hecho, las diez mujeres representantes cercanas al petrismo, autodenominadas “Liberales sin Piedad” —Piedad Correal no es parte del grupo—, se reunieron hace 15 días con Gaviria para llegar a acuerdos y que su permanencia en la dirección sea sostenible, solo si permite que los parlamentarios se mantengan en libertad. “Queríamos escucharlo y analizar lo que piensa sobre el Gobierno. A partir de eso tomaremos una decisión”, afirmó una de ellas. En la convención de octubre también se someterá a votación la posición del partido, pues hay quienes quieren la independencia.
Pero las disputas en el liberal no giran únicamente alrededor de Gaviria. La primera vicepresidencia del Senado les corresponde y se la pelean los senadores John Jairo Roldán y Karina Espinosa. Aunque el pasado jueves se reunieron, y con 12 votos de 13 se decidió que Roldán sería el único candidato, Espinosa no solo no asistió a la cita, sino que luego envió el siguiente mensaje a la bancada: “Continuaré mi postulación (...) la normatividad me da derecho a hacerlo”. Según fuentes, si no tiene éxito, buscará ser presidenta de la Comisión Tercera del Senado.
Ahora, en el caso de la U, desde la salida de Dilian Francisca Toro por su elección como gobernadora del Valle y la elección de Clara Luz Roldán y Alexánder Vega como codirectores, han surgido varias divisiones. Por un lado, se ha consolidado una mayoría que apoya al Gobierno. Ese grupo progobierno está liderado en el Senado por Antonio Correa y en la Cámara por Wílmer Carrillo, ambos más cercanos a Vega. “Ellos mantienen una comunicación directa con el Ejecutivo”, comentaron.
En otro frente están los más cercanos a Toro y Roldán, que serían Norma Hurtado, Juan Felipe Lemos y Alfredo Deluque. Los tres se opusieron sin éxito al resto de la bancada en el período que pasó. Y este diario conoció que desde la Casa de Nariño estarían buscando puentes con Roldán e invitarla a “ser parte del Gobierno”.
De hecho, hace algunos días el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, contó que le propuso al presidente Petro invitar a esos partidos a participar en el Ejecutivo. Según Correa, esa propuesta sería bien recibida en la U: “Creemos que se pueden corregir los errores y que es bueno todo lo que es diálogo y consenso”, dijo.
Pero eso está en veremos, no solo por las fracturas en el interior de la Casa de Nariño, sino también porque Velasco posiblemente sea el primero en dejar su cargo ante una eventual sacudida ministerial. Además, Petro ha cuestionado el acuerdo nacional; anunció recientemente que fue “ingenuo” al creer que era viable. De otro lado, hay un sector que le habla al oído y que querría que al Gobierno lleguen fuerzas más alineadas con el proyecto de izquierda.
Por ahora los cambios ministeriales serán muy dicientes para saber si el Ejecutivo busca consensos o prefiere aislarse. Aunque en la coalición del Pacto Histórico también se habló de la posible conformación de un partido único, ahí tampoco se han logrado acuerdos. Eso sí, este mes previo a la reanudación del Congreso será crucial para reconfigurar y redefinir estrategias desde varios ángulos.
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