“Estamos reconociendo una práctica ancestral”: mincultura sobre proyecto del Viche
Angélica Mayolo celebró la ley que reconoce dicha bebida como un producto artesanal y tradicional de las comunidades negras del pacífico colombiano.
El Senado aprobó el miércoles, en último debate, un proyecto que consagra el viche como una bebida ancestral, tradicional y artesanal de las comunidades afrocolombianas del litoral pacífico. Este proyecto es de la autoría del liberal Luis Fernando Reyes Kuri y en su vuelta por el Senado recibió todo el apoyo del Ministerio de Cultura.
>Lea acá otras novedades de la política colombiana
Por esta razón, tras su aprobación, la ministra Angélica Mayolo habló de la importancia de este tipo de proyectos, que a veces son criticados y catalogados de no tener mayor relevancia. Asimismo, entró a explicar las implicaciones y el trabajo que han venido desarrollando en paralelo para declarar esta bebida alcohólica como patrimonio material de Colombia.
¿Por qué es necesario el reconocimiento que le da esta ley al viche?
Porque lo que estamos haciendo es reconocer y recoger una práctica patrimonial y ancestral que hoy se desarrolla de manera informal y no permite que las comunidades lo puedan comercializar con todos los requisitos legales. Esto último permitiría que ya pudiéramos comenzar a comercializar el viche que cumpla con estos estándares en los establecimientos de comercio. Este entraría como cualquier otro licor para poder comercializarse y venderse en cualquier establecimiento.
Este proyecto ya había hecho tránsito por Cámara y ustedes solo entraron a apoyarlo cuando llegó a Senado, ¿por qué esa demora en reconocer la importancia de esta iniciativa?
El Ministerio venía haciendo paralelamente el proyecto de declaratoria del viche como patrimonio cultural y material de la nación. Esto no necesita ley y es un trámite interno. Hemos hecho un trabajo importante en la caracterización de los productores alrededor del país. Habíamos estado en comunicación con los congresistas que arrancaron con la ponencia y particularmente desde mi llegada hemos trabajado con los ponentes para que el proyecto fuera una realidad. Eso sí, entendiendo que es tan importante el proyecto como la declaratoria de patrimonio que vamos a hacer.
¿Se tiene pensado hacer este tipo de declaratorias a otro tipo de bebidas que también tienen este origen tradicional?
Los procesos de declaratoria de patrimonio tienen un rigor técnico porque toca demostrar la práctica ancestral, que se ha transmitido por generaciones, que tiene un aporte social de saber y tradición. Nuestro objetivo es proteger el patrimonio pero hasta ahora no hemos estado trabajando en ninguna otra manifestación cultural que sea alusiva a un licor. Reconociendo que existan otras, no sé si en términos de número de personas que practiquen saberes ancestrales de licores son tan numerosos como el viche. En el caso del viche estamos hablando de Cauca, Chocó, Nariño, Valle del Cauca y más de 18 municipios del país y 60 consejos comunitarios de la zona. O sea, estamos hablando de una gran zona que produce exactamente la misma bebida.
¿Cómo hacer para que esta ley no termine siendo un saludo a la bandera debido a que es un elemento muy complejo regular una bebida tan tradicional?
Porque hay voluntad en las instituciones para materializar los instrumentos que hagan eficiente el proyecto. Estos elementos son el registro sanitario que debe expedir el Invima, el registro de marca con la Superintendencia de Industria y Comercio, y la declaratoria de patrimonio material con nosotros, el Ministerio de Cultura. Esto no será un saludo a la bandera porque hay voluntad de las instituciones.
Con esta estandarización del viche, ¿no existe el riesgo de que entren grandes licoreras y le quiten a los productores tradicionales el mercado?
No existe el riesgo porque la ley lo declara una bebida ancestral cuya práctica es artesanal y solo puede ser desarrollada por las comunidades negras del litoral pacífico colombiano. Parte de la esencia del viche es la producción en la ruralidad. Porque el viche más que un licor es una bebida ancestral que relata la identidad cultural del pacífico colombiano. No estamos pensando en que el viche sea un licor más industrializado sino que sea un licor artesanal de alto valor que se posicione en su alto valor. El proyecto de ley está limitando su producción solo a las comunidades del litoral pacífico y la comercialización sí la podrán hacer las comunidades productoras con los socios y aliados que quieran.
¿Qué les ha dicho las comunidades sobre la ley?
Esta fue construida con ellas. Esta ley es el resultado del liderazgo de las comunidades negras del pacífico que producen viche. Ellas están asociadas en un colectivo que se llama destila patrimonio. Lo que ellos han venido exigiendo es el reconocimiento legal para que esta práctica ancestral les permita producir viche de manera formal y mejorar sus ingresos y la calidad de vida de los habitantes de estas comunidades.
¿No existe el riesgo con la introducción del Invima y otras instancias que se filtren prácticas de corrupción y condicione la producción?
No creería, para nada. El trabajo con el Invima ha sido en campo. También desde el Ministerio hemos visitado a los territorios para la declaratoria de patrimonio. Hemos visto la forma de producción artesanal y ellos ya están trabajando para fijar los registros sanitarios. Todos esperamos que sea un proceso muy transparente y genere las herramientas para que estas comunidades mejoren el ingreso y se posicionen en el mercado. Esto es un trabajo de década que no termina con la ley y la declaratoria de patrimonio. Para que el mezcal sea lo que hoy es en México necesitó muchos años de posicionamiento e impulso del gobierno y del sector privado. Eso es lo mismo que queremos hacer con el viche. Buscamos que en las siguientes décadas se posicione no solo en el mercado nacional, sino internacional, con alto valor y especializado.
Más allá de esta ley, hay una crítica de que el Congreso abandonó al sector cultural durante la pandemia. ¿Lo ha visto así? ¿Faltó mayor énfasis en el sector cultura?
No, siento que el Congreso ha tenido la disposición para que se mejoren los recursos y los instrumentos para el sector cultural. Hay que recordar que en el Congreso pasó la ley Reactivarte, en la que se creó el Foncultura, fondo que comenzará a funcionar desde la próxima vigencia presupuestal. Adicionalmente es importante mencionar que siempre han estado atentos para apoyar con mayor inversión. Este Ministerio ha aumentado de 2018, cuando recibimos, a hoy alrededor del 38% del presupuesto de inversión. Las necesidades en el sector cultural es inmenso, pero siguen requiriéndose más recursos.
También se ha criticado al Congreso por tramitar homenajes y reconocimientos de prácticas culturales, ¿cree que ese tipo de proyectos son necesarios en momentos de pandemia?
Siento que el reconocimiento a las prácticas culturales siempre son útiles. Es reconocer a los que a través de la cultura han ayudado a construir país y a generar transformaciones. En la mayoría de los casos estos proyectos son articulados con nosotros, toda vez que necesitan un concepto favorable del Ministerio de Cultura para determinar si la práctica que quieren reconocer tiene un valor patrimonial importante.
También hubo cuestionamientos por proyectos como el de destacar el carriel o el día de Estercita Forero, ¿qué les responde a los que hacen estos señalamientos?
Yo creo que la cultura debe tener instrumentos para su preservación. Para algunos ciudadanos estos proyectos de ley son menos estratégicos que otros y es una opinión que es respetable. Pero es importante que se den instrumentos para destacar a quienes han apoyado la cultura. Hay un hecho importante y es que el hecho de que exista un proyecto de ley donde se declare de importancia patrimonial no quiere decir que hay un plan especial de salvaguarda. Estos planes son documentos técnicos que nos permiten la preservación de esas prácticas. Una cosa es un proyecto que reconoce la importancia y la otra es la declaratoria de patrimonio con su plan de salvaguarda, que es lo que nosotros hacemos. Es importante entender eso porque el viche va a tener ambas cosas.
Asimismo se ha dicho que la cartera de Cultura está desconectada del Congreso y que no tramita los proyectos importantes para el sector...
Para nada. En el marco de la reactivación trabajamos para la creación del Foncultura. Gracias a esos instrumentos tenemos la plataforma Cultura en Movimiento que tienen $45.000 millones dispuestos para distintas convocatorias que nos permitirán beneficiar a 60.000 personas. También tenemos la ley de gestores culturales o ley de oficios que estamos trabajando para certificar las prácticas y oficios que permitan las capacidades técnicas e ingresos de las comunidades. También hemos creado varios beneficios para atraer industrias culturales como la excepción de renta por 7 años para las empresas de economía naranja. También está los certificado de inversión audiovisual, cina, que son los que permiten la inversión audiovisual en el país. Creo que hay resultados muy concretos de la mano del Congreso.
El Senado aprobó el miércoles, en último debate, un proyecto que consagra el viche como una bebida ancestral, tradicional y artesanal de las comunidades afrocolombianas del litoral pacífico. Este proyecto es de la autoría del liberal Luis Fernando Reyes Kuri y en su vuelta por el Senado recibió todo el apoyo del Ministerio de Cultura.
>Lea acá otras novedades de la política colombiana
Por esta razón, tras su aprobación, la ministra Angélica Mayolo habló de la importancia de este tipo de proyectos, que a veces son criticados y catalogados de no tener mayor relevancia. Asimismo, entró a explicar las implicaciones y el trabajo que han venido desarrollando en paralelo para declarar esta bebida alcohólica como patrimonio material de Colombia.
¿Por qué es necesario el reconocimiento que le da esta ley al viche?
Porque lo que estamos haciendo es reconocer y recoger una práctica patrimonial y ancestral que hoy se desarrolla de manera informal y no permite que las comunidades lo puedan comercializar con todos los requisitos legales. Esto último permitiría que ya pudiéramos comenzar a comercializar el viche que cumpla con estos estándares en los establecimientos de comercio. Este entraría como cualquier otro licor para poder comercializarse y venderse en cualquier establecimiento.
Este proyecto ya había hecho tránsito por Cámara y ustedes solo entraron a apoyarlo cuando llegó a Senado, ¿por qué esa demora en reconocer la importancia de esta iniciativa?
El Ministerio venía haciendo paralelamente el proyecto de declaratoria del viche como patrimonio cultural y material de la nación. Esto no necesita ley y es un trámite interno. Hemos hecho un trabajo importante en la caracterización de los productores alrededor del país. Habíamos estado en comunicación con los congresistas que arrancaron con la ponencia y particularmente desde mi llegada hemos trabajado con los ponentes para que el proyecto fuera una realidad. Eso sí, entendiendo que es tan importante el proyecto como la declaratoria de patrimonio que vamos a hacer.
¿Se tiene pensado hacer este tipo de declaratorias a otro tipo de bebidas que también tienen este origen tradicional?
Los procesos de declaratoria de patrimonio tienen un rigor técnico porque toca demostrar la práctica ancestral, que se ha transmitido por generaciones, que tiene un aporte social de saber y tradición. Nuestro objetivo es proteger el patrimonio pero hasta ahora no hemos estado trabajando en ninguna otra manifestación cultural que sea alusiva a un licor. Reconociendo que existan otras, no sé si en términos de número de personas que practiquen saberes ancestrales de licores son tan numerosos como el viche. En el caso del viche estamos hablando de Cauca, Chocó, Nariño, Valle del Cauca y más de 18 municipios del país y 60 consejos comunitarios de la zona. O sea, estamos hablando de una gran zona que produce exactamente la misma bebida.
¿Cómo hacer para que esta ley no termine siendo un saludo a la bandera debido a que es un elemento muy complejo regular una bebida tan tradicional?
Porque hay voluntad en las instituciones para materializar los instrumentos que hagan eficiente el proyecto. Estos elementos son el registro sanitario que debe expedir el Invima, el registro de marca con la Superintendencia de Industria y Comercio, y la declaratoria de patrimonio material con nosotros, el Ministerio de Cultura. Esto no será un saludo a la bandera porque hay voluntad de las instituciones.
Con esta estandarización del viche, ¿no existe el riesgo de que entren grandes licoreras y le quiten a los productores tradicionales el mercado?
No existe el riesgo porque la ley lo declara una bebida ancestral cuya práctica es artesanal y solo puede ser desarrollada por las comunidades negras del litoral pacífico colombiano. Parte de la esencia del viche es la producción en la ruralidad. Porque el viche más que un licor es una bebida ancestral que relata la identidad cultural del pacífico colombiano. No estamos pensando en que el viche sea un licor más industrializado sino que sea un licor artesanal de alto valor que se posicione en su alto valor. El proyecto de ley está limitando su producción solo a las comunidades del litoral pacífico y la comercialización sí la podrán hacer las comunidades productoras con los socios y aliados que quieran.
¿Qué les ha dicho las comunidades sobre la ley?
Esta fue construida con ellas. Esta ley es el resultado del liderazgo de las comunidades negras del pacífico que producen viche. Ellas están asociadas en un colectivo que se llama destila patrimonio. Lo que ellos han venido exigiendo es el reconocimiento legal para que esta práctica ancestral les permita producir viche de manera formal y mejorar sus ingresos y la calidad de vida de los habitantes de estas comunidades.
¿No existe el riesgo con la introducción del Invima y otras instancias que se filtren prácticas de corrupción y condicione la producción?
No creería, para nada. El trabajo con el Invima ha sido en campo. También desde el Ministerio hemos visitado a los territorios para la declaratoria de patrimonio. Hemos visto la forma de producción artesanal y ellos ya están trabajando para fijar los registros sanitarios. Todos esperamos que sea un proceso muy transparente y genere las herramientas para que estas comunidades mejoren el ingreso y se posicionen en el mercado. Esto es un trabajo de década que no termina con la ley y la declaratoria de patrimonio. Para que el mezcal sea lo que hoy es en México necesitó muchos años de posicionamiento e impulso del gobierno y del sector privado. Eso es lo mismo que queremos hacer con el viche. Buscamos que en las siguientes décadas se posicione no solo en el mercado nacional, sino internacional, con alto valor y especializado.
Más allá de esta ley, hay una crítica de que el Congreso abandonó al sector cultural durante la pandemia. ¿Lo ha visto así? ¿Faltó mayor énfasis en el sector cultura?
No, siento que el Congreso ha tenido la disposición para que se mejoren los recursos y los instrumentos para el sector cultural. Hay que recordar que en el Congreso pasó la ley Reactivarte, en la que se creó el Foncultura, fondo que comenzará a funcionar desde la próxima vigencia presupuestal. Adicionalmente es importante mencionar que siempre han estado atentos para apoyar con mayor inversión. Este Ministerio ha aumentado de 2018, cuando recibimos, a hoy alrededor del 38% del presupuesto de inversión. Las necesidades en el sector cultural es inmenso, pero siguen requiriéndose más recursos.
También se ha criticado al Congreso por tramitar homenajes y reconocimientos de prácticas culturales, ¿cree que ese tipo de proyectos son necesarios en momentos de pandemia?
Siento que el reconocimiento a las prácticas culturales siempre son útiles. Es reconocer a los que a través de la cultura han ayudado a construir país y a generar transformaciones. En la mayoría de los casos estos proyectos son articulados con nosotros, toda vez que necesitan un concepto favorable del Ministerio de Cultura para determinar si la práctica que quieren reconocer tiene un valor patrimonial importante.
También hubo cuestionamientos por proyectos como el de destacar el carriel o el día de Estercita Forero, ¿qué les responde a los que hacen estos señalamientos?
Yo creo que la cultura debe tener instrumentos para su preservación. Para algunos ciudadanos estos proyectos de ley son menos estratégicos que otros y es una opinión que es respetable. Pero es importante que se den instrumentos para destacar a quienes han apoyado la cultura. Hay un hecho importante y es que el hecho de que exista un proyecto de ley donde se declare de importancia patrimonial no quiere decir que hay un plan especial de salvaguarda. Estos planes son documentos técnicos que nos permiten la preservación de esas prácticas. Una cosa es un proyecto que reconoce la importancia y la otra es la declaratoria de patrimonio con su plan de salvaguarda, que es lo que nosotros hacemos. Es importante entender eso porque el viche va a tener ambas cosas.
Asimismo se ha dicho que la cartera de Cultura está desconectada del Congreso y que no tramita los proyectos importantes para el sector...
Para nada. En el marco de la reactivación trabajamos para la creación del Foncultura. Gracias a esos instrumentos tenemos la plataforma Cultura en Movimiento que tienen $45.000 millones dispuestos para distintas convocatorias que nos permitirán beneficiar a 60.000 personas. También tenemos la ley de gestores culturales o ley de oficios que estamos trabajando para certificar las prácticas y oficios que permitan las capacidades técnicas e ingresos de las comunidades. También hemos creado varios beneficios para atraer industrias culturales como la excepción de renta por 7 años para las empresas de economía naranja. También está los certificado de inversión audiovisual, cina, que son los que permiten la inversión audiovisual en el país. Creo que hay resultados muy concretos de la mano del Congreso.