Las soluciones del Gobierno para salir de la crisis inmediata en el sur del país
Terminó el consejo extraordinario de ministros en Ipiales, Nariño. Habrá evaluación en una semana y si las soluciones no sirvieron, se contemplará declarar emergencia económica nacional.
Este domingo, el presidente Gustavo Petro compartió las conclusiones que dejó el consejo extraordinario de ministros realizado en Ipiales, Nariño, para resolver la crisis inmediata que generó el derrumbe en el municipio de Rosas, Cauca, y que taponó la Vía Panamericana.
La reunión de urgencia empezó el sábado en la noche, en la que durante dos horas escucharon las solicitudes y perspectivas de los nariñenses afectados por el desastre natural. El encuentro continuó hasta el medio día del domingo.
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Para llevar a cabo todas las soluciones planteadas por el gabinete y la población, el jefe de Estado aseguró en una rueda de prensa que el Gobierno se encargará de que se dé coordinación de todas las entidades estatales, junto con las autoridades locales, para "
Habrá aquí una coordinación de todas las entidades del Gobierno nacional establecidas en una gerencia con competencia en el territorio, articulado a las autoridades locales, “para dirigir todo el proceso de salida de la crisis que se produjo por el derrumbe de la carretera panamericana en una extensión bastante grande, que a su vez, es debido a su construcción encima de una falla geológica que recorre el país por el Occidente”.
Como la situación ha aislado e incomunicado a esta parte del país, el presidente declaró que la situación de desastre no se quedará únicamente en Nariño, sino que también se ampliará a más municipios del Cauca y al departamento del Putumayo, “que tiene difícil comunicación por el lado de Neiva (Huila)”.
Las soluciones
Según la declaración del presidente, la solución a las consecuencias derivadas del derrumbe implica abrir vías alternativas. Este es el punto central, teniendo en cuenta los grandes problemas de desabastecimiento de combustible que vive el sur del país, y que la vía alterna que se planteó en un principio tuvo que cerrarse por algunos días pues no resistió al alto flujo de carros.
Como dijo el primer mandatario, abrir vías alternas es algo que está “en plena construcción”. Algo que a su juicio se demorarán 30 días en estar listas para permitir que se normalice el transporte de carga y la comunicación entre esta región con el resto del país.
Por ello, en estos 30 días, el Gobierno mitigará la incomunicación estableciendo, en primer lugar, otras rutas para traer gasolina al departamento. Entre ellas se encuentran funcionando una vía que cruza el territorio por el Ecuador, y otra que es marítima. Esto, dijo Petro, impactará positivamente para ponerle freno a la especulación de los precios de este material.
“La dificultad por traer gasolina a la región determinó un aumento especulativo de precios. Nosotros hemos decidido ponerle fin a ese especulación. Hay unos precios que, teniendo en cuenta el encarecimiento del flete, nos parecen los normales. Esos precios tendrán como límite 8.916 pesos galón de gasolina, y 8.396 pesos galón de diesel”, explicó el jefe de Estado.
También se limitará el precio del gas licuado, conocido como GLP. Como supo el ejecutivo, es muy usado por las familias nariñenses y del sur del Cauca. Para lograrlo, una comisión del Ministerio de Minas va a establecer el precio límite al que podrá ser vendido en este departamento.
“Se garantiza el abastecimiento de gasolina. Hoy estamos en un nivel de equilibrio pero es frágil. Si sucede otro tipo de desastre natural. Vamos a aumentar la traída de combustible tanto del corredor marítimo (hay un barco cumpliendo esa función entre Buenaventura y Tumaco), y esto se mantendrá de manera continua hasta que cese la emergencia”, destacó.
Otra de las soluciones inmediatas es que el Gobierno comprará cosechas de Nariño para evitar perderlas, algo que suele suceder cuando un territorio resulta aislado por cuenta de desastres naturales. Petro manifestó que algunas de estas cosechas serán “repartidas en zonas de empobrecimiento del departamento”, y otras también en el resto de Colombia que tienen los mayores índices de hambre.
Compra de tierras e industrialización
El primer mandatario también aseveró que el Gobierno comprará tierras de algunos lugares cercanas al punto del derrumbe y serán entregadas a las familias afectadas. “Habrá una pedagogía con la comunidad. Queremos que cada familia que antes del desastre tenía media hectárea como propiedad, va a tener cinco hectáreas de tierra fértil y pueda iniciar un proceso de mayor prosperidad familiar y productiva en la región”, indicó. Sobre esto, sin embargo, no dio mayores detalles, solo apenas la propuesta.
Desde este momento, en ejecutivo va a instalar mesas de diálogo con los sectores que más sufren las consecuencias del deslizamiento, como lo son los productores de alimentos y los transportadores (camioneros).
Según dijo, el Gobierno buscará que por lo menos 400 mil toneladas de leche producidas en Nariño sean compradas por la industria lechera nacional, con el fin de que sean transformadas en otros productos como quesos, yogures, entre otros. A su vez, “el Gobierno comprará la totalidad de esa transformación y la llevará al resto del país para los programas contra el hambre en Colombia”, agregó.
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“Habrá una reunión igualmente, una mesa con los transportadores de la región para garantizar que el Gobierno pague los fletes del transporte de bienes menos perecederos producidos en Nariño, de tal manera que salgan gratuitos para los productores agrarios en el departamento. Nuestro gobierno asume los fletes si logramos un acuerdo con las asociaciones de transportadores sobre su valor”, precisó Petro.
En una semana, más o menos, el Gobierno evaluará la aplicación de estas medidas. Dependiendo de los resultados, el presidente afirmó que se hará una nueva reunión en Ipiales “para valorar si se necesita entonces la declaratoria de una emergencia nacional económica, como lo estipula la Constitución”.
Si las medidas funcionan y el sur del país sale de la crisis inmediata, el Gobierno pasará a las soluciones de largo aliento, como la construcción de la doble calzada de Popayán- Pasto. Si esto ocurre, podrán adentrarse a la agroindustrialización de Nariño y el Sur del Cauca.
Esto en función de que “los propietarios agrarios y productores sean copropietarios de las industrias que ayudaremos a montar alrededor de leches transformadas, y de la papa, para garantizar una mayor prosperidad para el departamento y mayor garantía ante este tipo de desastres”, concluyó.
>Lea más sobre el Congreso, el Gobierno Petro y otras noticias del mundo político
Este domingo, el presidente Gustavo Petro compartió las conclusiones que dejó el consejo extraordinario de ministros realizado en Ipiales, Nariño, para resolver la crisis inmediata que generó el derrumbe en el municipio de Rosas, Cauca, y que taponó la Vía Panamericana.
La reunión de urgencia empezó el sábado en la noche, en la que durante dos horas escucharon las solicitudes y perspectivas de los nariñenses afectados por el desastre natural. El encuentro continuó hasta el medio día del domingo.
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Para llevar a cabo todas las soluciones planteadas por el gabinete y la población, el jefe de Estado aseguró en una rueda de prensa que el Gobierno se encargará de que se dé coordinación de todas las entidades estatales, junto con las autoridades locales, para "
Habrá aquí una coordinación de todas las entidades del Gobierno nacional establecidas en una gerencia con competencia en el territorio, articulado a las autoridades locales, “para dirigir todo el proceso de salida de la crisis que se produjo por el derrumbe de la carretera panamericana en una extensión bastante grande, que a su vez, es debido a su construcción encima de una falla geológica que recorre el país por el Occidente”.
Como la situación ha aislado e incomunicado a esta parte del país, el presidente declaró que la situación de desastre no se quedará únicamente en Nariño, sino que también se ampliará a más municipios del Cauca y al departamento del Putumayo, “que tiene difícil comunicación por el lado de Neiva (Huila)”.
Las soluciones
Según la declaración del presidente, la solución a las consecuencias derivadas del derrumbe implica abrir vías alternativas. Este es el punto central, teniendo en cuenta los grandes problemas de desabastecimiento de combustible que vive el sur del país, y que la vía alterna que se planteó en un principio tuvo que cerrarse por algunos días pues no resistió al alto flujo de carros.
Como dijo el primer mandatario, abrir vías alternas es algo que está “en plena construcción”. Algo que a su juicio se demorarán 30 días en estar listas para permitir que se normalice el transporte de carga y la comunicación entre esta región con el resto del país.
Por ello, en estos 30 días, el Gobierno mitigará la incomunicación estableciendo, en primer lugar, otras rutas para traer gasolina al departamento. Entre ellas se encuentran funcionando una vía que cruza el territorio por el Ecuador, y otra que es marítima. Esto, dijo Petro, impactará positivamente para ponerle freno a la especulación de los precios de este material.
“La dificultad por traer gasolina a la región determinó un aumento especulativo de precios. Nosotros hemos decidido ponerle fin a ese especulación. Hay unos precios que, teniendo en cuenta el encarecimiento del flete, nos parecen los normales. Esos precios tendrán como límite 8.916 pesos galón de gasolina, y 8.396 pesos galón de diesel”, explicó el jefe de Estado.
También se limitará el precio del gas licuado, conocido como GLP. Como supo el ejecutivo, es muy usado por las familias nariñenses y del sur del Cauca. Para lograrlo, una comisión del Ministerio de Minas va a establecer el precio límite al que podrá ser vendido en este departamento.
“Se garantiza el abastecimiento de gasolina. Hoy estamos en un nivel de equilibrio pero es frágil. Si sucede otro tipo de desastre natural. Vamos a aumentar la traída de combustible tanto del corredor marítimo (hay un barco cumpliendo esa función entre Buenaventura y Tumaco), y esto se mantendrá de manera continua hasta que cese la emergencia”, destacó.
Otra de las soluciones inmediatas es que el Gobierno comprará cosechas de Nariño para evitar perderlas, algo que suele suceder cuando un territorio resulta aislado por cuenta de desastres naturales. Petro manifestó que algunas de estas cosechas serán “repartidas en zonas de empobrecimiento del departamento”, y otras también en el resto de Colombia que tienen los mayores índices de hambre.
Compra de tierras e industrialización
El primer mandatario también aseveró que el Gobierno comprará tierras de algunos lugares cercanas al punto del derrumbe y serán entregadas a las familias afectadas. “Habrá una pedagogía con la comunidad. Queremos que cada familia que antes del desastre tenía media hectárea como propiedad, va a tener cinco hectáreas de tierra fértil y pueda iniciar un proceso de mayor prosperidad familiar y productiva en la región”, indicó. Sobre esto, sin embargo, no dio mayores detalles, solo apenas la propuesta.
Desde este momento, en ejecutivo va a instalar mesas de diálogo con los sectores que más sufren las consecuencias del deslizamiento, como lo son los productores de alimentos y los transportadores (camioneros).
Según dijo, el Gobierno buscará que por lo menos 400 mil toneladas de leche producidas en Nariño sean compradas por la industria lechera nacional, con el fin de que sean transformadas en otros productos como quesos, yogures, entre otros. A su vez, “el Gobierno comprará la totalidad de esa transformación y la llevará al resto del país para los programas contra el hambre en Colombia”, agregó.
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“Habrá una reunión igualmente, una mesa con los transportadores de la región para garantizar que el Gobierno pague los fletes del transporte de bienes menos perecederos producidos en Nariño, de tal manera que salgan gratuitos para los productores agrarios en el departamento. Nuestro gobierno asume los fletes si logramos un acuerdo con las asociaciones de transportadores sobre su valor”, precisó Petro.
En una semana, más o menos, el Gobierno evaluará la aplicación de estas medidas. Dependiendo de los resultados, el presidente afirmó que se hará una nueva reunión en Ipiales “para valorar si se necesita entonces la declaratoria de una emergencia nacional económica, como lo estipula la Constitución”.
Si las medidas funcionan y el sur del país sale de la crisis inmediata, el Gobierno pasará a las soluciones de largo aliento, como la construcción de la doble calzada de Popayán- Pasto. Si esto ocurre, podrán adentrarse a la agroindustrialización de Nariño y el Sur del Cauca.
Esto en función de que “los propietarios agrarios y productores sean copropietarios de las industrias que ayudaremos a montar alrededor de leches transformadas, y de la papa, para garantizar una mayor prosperidad para el departamento y mayor garantía ante este tipo de desastres”, concluyó.
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