‘Fico no es el gallo tapado del uribismo’: Óscar Iván Zuluaga
El candidato único del Centro Democrático niega que la coalición de centro-derecha tenga vetado a su partido, reivindica que el país requiere alianzas “para evitar que lleguen el populismo y la izquierda” y habla de su relación con Federico Gutiérrez, admitiendo que hay afinidades y que se debe avanzar en una coalición.
Hay mucha controversia alrededor de los resultados en detalle de la consulta interna del Centro Democrático. ¿Por qué se abstuvieron de revelarlos?
Esa fue una petición de los otros precandidatos y la acordamos el viernes anterior, en el foro de la Universidad de La Sabana, para que solo se anunciara el ganador. Yo nunca he tenido problemas con que se publiquen esos resultados, pero acepté esa petición.
¿Y eso no le restó transparencia y legitimidad al proceso?
Fue la decisión. En todo caso, este fue un proceso transparente, está avalado y es reconocido por todos los que participaron. Repito, no tengo ningún inconveniente en que sea público, pero debo respetar el pacto de confidencialidad. Si los otros compañeros están de acuerdo, el partido debería proceder a publicarlo.
Lea también: María Fernanda Cabal pide que revelen resultados de encuestas en las que perdió
La competencia estaba muy reñida con María Fernanda Cabal. ¿Habló con ella una vez conocidos los resultados?
Claro. En medio de lo que es una campaña, en la que surgen tensiones normales, al final hay una amistad y un recorrido de muchos años. Tengo un gran aprecio y afecto por ella, y siempre les dije a los precandidatos que si yo ganaba esperaba que me acompañaran y si no ganaba, que los reconocería de manera inmediata y los acompañaría con entusiasmo.
¿Siente ese acompañamiento de todos?
Sí, nos estamos reuniendo y este es un proceso en el que el tiempo siempre será el mejor amigo para ir ajustando cómo debemos trabajar. El tiempo es el que permite ir acondicionando todos estos trabajos de los diferentes equipos. Las nuevas realidades se van construyendo día a día.
¿Ya están definidos los roles que ellos van a jugar en su candidatura?
Estamos definiendo primero. En el caso de María Fernanda, ella ha dicho que quisiera ser cabeza de lista al Senado. Lo ha planteado de manera abierta. Rafael Nieto está estudiando cuál sería el interés de su participación, pero indudablemente cada uno de ellos, con la senadora Paloma (Valencia) y Alirio (Barrera), serán parte del equipo desde la decisión que quieran tomar. Que nos ayuden no solo a ganar, sino a gobernar el día de mañana.
¿Qué podría aportar Cabal a su campaña?
En muchos frentes. Por ejemplo, ella ha presentado muchas propuestas en temas como seguridad democrática, restitución de tierras, víctimas, la revolución de las vías terciarias, todo el sistema de inteligencia de las Fuerzas Militares o la reforma a la Policía. Son muchos frentes. Cada precandidato tiene muchos aportes que vale la pena retomar.
¿Qué tan unido queda el partido tras este proceso?
Sin duda sale más fortalecido. Es el único partido en Colombia que ha hecho un proceso de este tipo: serio, con ideas, propuestas, foros y reglas para seleccionar a un candidato. Estamos dedicados, desde hace varios meses, a escuchar a la ciudadanía, viajar por Colombia y dar un debate abierto. Eso es una comprobación inequívoca de que el Centro Democrático ayuda a fortalecer y construir democracia.
Análisis: Unir a la derecha, el desafío inmediato de Óscar Iván Zuluaga
¿Habló con el expresidente Uribe tras el triunfo?
Permanentemente. Desde antes. Lo vi muy entusiasmado. Las últimas dos semanas, en las que él tuvo la oportunidad de hacer presencia en nuestros foros, él pudo testimoniar el cariño que hay. Lo nuestro son diálogos abiertos, preguntas y respuestas, lo que corresponde: dar la cara, responder y resolver inquietudes. Eso es lo que hace el Centro Democrático. Él está muy contento con el proceso y con la participación de los precandidatos. Él se marginó de algún favoritismo y me parece que estuvo bien.
Uribe quedó muy contento con el proceso y siempre había dicho que el que ganara estuviera rodeado por los otros cuatro precandidatos para avanzar.
¿Cómo están los ánimos con miras a una coalición de centro-derecha?
Lo importante aquí es que nosotros como partido, después de este proceso, vamos a construir una primera coalición con los ciudadanos. Lo anuncié el día de mi nominación, que recorrería el país antes de terminar el año con el programa “Soy todo oídos” para escuchar a la ciudadanía y conectarnos con todas esas bases y liderazgos de diferentes sectores, para poder entender cómo debemos avanzar en la construcción de una coalición y de una propuesta que no integre con otros sectores políticos. Hay que construirlo y el tiempo irá determinando con quién podemos llegar a acuerdos y encontrar consensos en medio de diferencias. Hay una agenda que debemos construir.
¿Sí existía un veto contra Cabal y una preferencia por usted?
No, nunca lo sentí. Me parece que ellos estaban respetando, como corresponde, las decisiones autónomas del partido y ya el Centro Democrático adoptó una determinación, y hay que continuar en este proceso para encontrar cómo vamos a construir una gran alianza, una gran coalición para llegar a la primera vuelta presidencial.
Es decir, sí o sí se debe llegar en coalición en la centro-derecha...
Más que rotularlo en determinado espectro, lo fundamental es que la coyuntura del país sí exige de coaliciones y alianzas. Además, el Centro Democrático desde su creación siempre ha estado abierto para ello y lo hemos demostrado. No es un hecho nuevo para nosotros, pero el país, después de la pandemia –la crisis más profunda de la humanidad en los últimos 100 años– sí es necesario tener unas coaliciones fuertes que le den tranquilidad a Colombia para defender unos valores esenciales: la familia, la libertad, la democracia, la empresa privada, el emprendimiento y evitar que llegue el populismo y la izquierda, como recientemente ocurrió en Perú.
¿Siente que pueda llegar a ser la figura que congregue a estos sectores?
Quiero aportar mi experiencia, trayectoria y conocimiento, primero de 20 años como empresario generando empleo, y 30 años de servicio público al país. Es una larga trayectoria que quiero aportar para construir una coalición que nos interprete de la mejor manera para darles respuesta a los problemas de los ciudadanos. Eso significa liderar, como candidato del Centro Democrático, nuestra participación, fijar mecanismos democráticos de selección y competir, como nos corresponde en democracia. Si no gano, acompañaré al que gane. Lo importante es el país, más que una aspiración individual.
Colombia necesita a partir de 2022 un gobierno de alianza y de coalición, que es muy importante, y que se construya desde el proceso anterior a la elección presidencial.
La campaña se presta para todo tipo de rumores y especulaciones. No puedo dejar de preguntarle por ese cuento de que toda esta coalición está pensada para Federico Gutiérrez y que usted es un actor secundario. ¿Qué opina de eso?
Las campañas siempre se prestan no solo para rumores, sino para especulaciones. En eso la prensa y los periodistas hacen su trabajo. Les encanta especular y construir escenarios hipotéticos. Lo único cierto es que hoy tenemos un candidato, tengo una gran amistad con Federico desde que yo era el presidente del partido y le dimos un primer aval para ser concejal de Medellín. Le tengo mucho aprecio y sé que ha hecho una trayectoria de servicio público meritorio. Pero el Centro Democrático tiene su candidato.
Sentimos muchas afinidades con él y por eso siempre hemos creído que deberíamos avanzar y estar en uno de estos procesos, pero el tiempo irá determinado cómo son las cosas. Lo importante es pensar en el país y, a través de mecanismos democráticos, encontrar la salida para tener un candidato de diferentes sectores que nos unamos alrededor de un propósito.
¿Él es o no el “gallo tapado” del uribismo?
No, no lo es. Él está representando un movimiento ciudadano. Incluso, él ha competido con nosotros en la Alcaldía de Medellín. Aquí hay una relación amable y una identidad en muchos temas.
Una vez elegido, ¿ha tenido oportunidad de hablar con alguien de la Coalición de la Experiencia?
No todavía. He visto algunos mensajes de ellos, pero hasta ahora van unos días. El tiempo no ha permitido todavía, porque estamos estructurando todo este trabajo. Tenemos convicción el próximo sábado y necesitamos organizar primero muy bien la casa y cómo será la estructura de campaña.
¿Es cierto que el lunes, horas después de su elección, se reunieron Fico y Mateo Restrepo, una persona muy cercana a usted?
Mateo es quien le coordina la recolección de firmas a Federico. Lo conocí porque trabajó conmigo en el gobierno, es diferente. Él está es con Federico. Tengo una relación muy cercana con Mateo, lo conozco muchísimo, pero no tiene nada que ver con mi campaña.
Hace siete años, la favorabilidad del expresidente Uribe fue una gran ventaja para su campaña. Hoy, con una desaprobación alta, ¿no termina afectándolo su cercanía con él?
En este recorrido de tres meses me he dado cuenta que hay mucho uribismo y reconocimiento. Particularmente, me siento muy orgulloso de estar trabajando con él desde hace 20 años. He aprendido mucho y valoro mucho su integridad y su amor por Colombia, a estar siempre dispuesto a dar la cara. Creo que ha sido sometido de manera injusta a un proceso judicial arbitrario y lo que le he dicho es que hay que tener paciencia: así me tocó esperar siete años, pero al final la verdad y la justicia llegan.
Creo que lo que debemos mostrar son los aportes que él ha tenido a lo largo de estos últimos 20 años, todo lo que ha hecho por Colombia y la campaña consistirá en eso. Eso sí, las campañas son distintas, por eso es importante que en la coyuntura actual se imponga un gobierno de coalición y me parece que tenemos un papel determinante qué jugar en ese proceso y en la conformación de la coalición.
Otra desventaja es que, a diferencia de hace siete años, no son oposición y hoy son partido de gobierno. ¿Cómo evitar cargar el lastre de la impopularidad de Duque?
Lo primero es que todavía falta mucho tiempo y son muchas las realizaciones del gobierno. Hay que tener una estrategia de comunicaciones mucho más efectiva y ambiciosa para que los colombianos se enteren de eso. Cómo no va a ser importante que la economía colombiana crezca el 10 % y eso es fruto de un manejo exitoso de la pandemia y del proceso de vacunación. Eso no es por arte de magia. Ese crecimiento esta generando inversión, confianza y disminución de desempleo. Como eso hay muchas realizaciones. Esta semana se inauguró el Túnel de la Línea, por ejemplo.
O cómo no reconocer el Ingreso Solidario para tres millones de colombianos que están en condiciones de pobreza extrema y están recibiendo un apoyo. Hay muchos frentes en los que los éxitos son importantes y los colombianos deben reconocer. Pero, como en todo gobierno, hay errores y hay que reconocerlo.
¿Qué errores?
He dicho de manera permanente que no haber militarizado el puerto de Buenaventura desde el primer momento. En Buenaventura el puerto estuvo cerrado 35 días y tuvo un costo inmenso para el país. También creo que en un primer año de gobierno se debe aprovechar mucho para hacer reformas de fondo. Nos quedó pendiente la reforma pensional y laboral para enfrentar problemas muy serios de informalidad que afectan el financiamiento de la seguridad social.
En contexto: ¿Quién es Óscar Iván Zuluaga, candidato presidencial del Centro Democrático?
Siempre uno piensa que pueden haber avances ambiciosos, por ejemplo, con una institución como el Sena. Se han hecho cosas, pero seguramente se hubiera podido avanzar a una velocidad mayor. Siento también que se pudo hacer un esfuerzo mayor en materia de reducción de tantas entidades y gastos burocrático que se heredaron. Tampoco se ha podido hacer la aspersión aérea y la sentencia de la Corte Constitucional ha establecido muchas limitaciones que han dificultado las cosas. Es una tarea aplazada porque el país está inundado de coca y no hay camino distinto a la fumigación para darle un golpe de choque.
Si bien usted salió victorioso de los procesos judiciales en su contra, ¿cómo hacer para que no se los enrostren en campaña?
Obviamente, pero cuando hay verdad judicial ¿qué se puede hacer? De eso se trata, yo regreso a la vida pública a partir de la verdad judicial. ¡Esperé siete años! Y eso me da la tranquilidad de mirar a los ojos a los colombianos y dar las explicaciones necesarias. Es un ejemplo hacerme a un lado de la vida activa pública para someterme a las investigaciones. Nadie puede cuestionar los hechos.
¿Marginarse tanto tiempo de la vida pública también no es un factor en contra?
La realidad es que acabo de ganar la encuesta del Centro Democrático, incluso frente a la expectativa que se decía en la mayoría de medios. Eso me recuerda un poco lo que pasó en primera vuelta, que siempre me descartaron y le gané al candidato-presidente. La política no se hace a partir de especulaciones y cuando uno recorre el país y está en las calles va encontrando las fortalezas. Los hechos están ahí. Logré en tres meses, desde que anuncié mi candidatura, ganarme la encuesta y ser el candidato del Centro Democrático.
¿En qué consiste su campaña “Soy todo oídos”?
Es un gran legado que queda después de haber trabajado con el presidente Uribe tantos años: tener la capacidad de escuchar a la ciudadanía y sintonizarse con ellos. ¿Como? Entiendo sus problemas. Eso implica escuchar y no hablar. A partir de ese ejercicio es cuando uno interioriza, con su conocimiento y experiencia, qué acciones se pueden llevar a cabo y son posibles para dar respuesta a las problemáticas. En eso consiste este ejercicio, hablar menos y escuchar más.
¿Cuándo arranca?
Ya. Hay unos foros en Cartagena y estamos programando varios recorridos estas últimas tres semanas del año, incluso en plaza pública, para poder retomar ese diálogo amplio, ciudadano y popular. Lo primero que hay que definir a partir de este diálogo es el tema de las coaliciones, conforme al calendario electoral. En enero ya debe empezar la campaña formal de cara a la consulta interpartidista que esperemos en marzo.
¿Cómo hacer para revalidar los siete millones de votos de 2014?
Lo primero es que hay una alta recordación. Cada vez que recorro el país y las regiones hay una mayor recordación. En política toca estar todos los días ganándose la confianza ciudadana. El tiempo y los hechos irán determinando cómo será ese proceso. Los momentos son distintos y las campañas son diferentes, pero hay una alta recordación. Y es un factor que ayuda mucho para buscar un mayor respaldo y compromiso de los ciudadanos.
¿Siente que conserva esos votos?
Eso es muy difícil, solo se sabe en las urnas. Cambian muchas cosas y vienen nuevos actores. Cada elección es distinta y uno no puede extrapolar las cosas de una manera tan simple. Hay un espacio que hay que ganar y el país es otro. Hay mucha competencia.
Tras sus recorridos, ¿cuál es la preocupación central de la gente?
Lo primero es una mayor preocupación con el tema de seguridad. La presencia del narcotráfico, el terrorismo urbano, el microtráfico y las estructuras de bandas delincuenciales hoy plantean un desafío de autoridad mucho mayor. Lo segundo, cada vez más angustia con el tema de la corrupción. Los colombianos quieren ver acciones muy decididas y eso lleva a la tarea inaplazable de mirar el tema de reforma a la justicia y a la política, reduciendo el tamaño del Congreso, el salario de los congresistas y acabar el financiamiento privado de las campañas. Hay una perdida de confianza en la política y en la justicia que debilita mucho la democracia.
Un tercer factor es el deterioro del bienestar social de muchas familias por cuenta de la pandemia. Ha aumentado la desnutrición, se ha debilitado la participación de la clase media, la tasa de desempleo, aunque se ha recuperado, aún falta un camino por recorrer. Lo mismo con una pobreza y una pobreza extrema que ha aumentado. Los ciudadanos sienten una situación muy difícil. Hay que recuperar la tranquilidad para salir a la calle, que los ciudadanos vuelvan a creer en la justicia, y generar oportunidades y el ingreso para que mejore el bienestar de las familias.
JAVIER GONZÁLEZ PENAGOS
TWITTER: @Currinche
Hay mucha controversia alrededor de los resultados en detalle de la consulta interna del Centro Democrático. ¿Por qué se abstuvieron de revelarlos?
Esa fue una petición de los otros precandidatos y la acordamos el viernes anterior, en el foro de la Universidad de La Sabana, para que solo se anunciara el ganador. Yo nunca he tenido problemas con que se publiquen esos resultados, pero acepté esa petición.
¿Y eso no le restó transparencia y legitimidad al proceso?
Fue la decisión. En todo caso, este fue un proceso transparente, está avalado y es reconocido por todos los que participaron. Repito, no tengo ningún inconveniente en que sea público, pero debo respetar el pacto de confidencialidad. Si los otros compañeros están de acuerdo, el partido debería proceder a publicarlo.
Lea también: María Fernanda Cabal pide que revelen resultados de encuestas en las que perdió
La competencia estaba muy reñida con María Fernanda Cabal. ¿Habló con ella una vez conocidos los resultados?
Claro. En medio de lo que es una campaña, en la que surgen tensiones normales, al final hay una amistad y un recorrido de muchos años. Tengo un gran aprecio y afecto por ella, y siempre les dije a los precandidatos que si yo ganaba esperaba que me acompañaran y si no ganaba, que los reconocería de manera inmediata y los acompañaría con entusiasmo.
¿Siente ese acompañamiento de todos?
Sí, nos estamos reuniendo y este es un proceso en el que el tiempo siempre será el mejor amigo para ir ajustando cómo debemos trabajar. El tiempo es el que permite ir acondicionando todos estos trabajos de los diferentes equipos. Las nuevas realidades se van construyendo día a día.
¿Ya están definidos los roles que ellos van a jugar en su candidatura?
Estamos definiendo primero. En el caso de María Fernanda, ella ha dicho que quisiera ser cabeza de lista al Senado. Lo ha planteado de manera abierta. Rafael Nieto está estudiando cuál sería el interés de su participación, pero indudablemente cada uno de ellos, con la senadora Paloma (Valencia) y Alirio (Barrera), serán parte del equipo desde la decisión que quieran tomar. Que nos ayuden no solo a ganar, sino a gobernar el día de mañana.
¿Qué podría aportar Cabal a su campaña?
En muchos frentes. Por ejemplo, ella ha presentado muchas propuestas en temas como seguridad democrática, restitución de tierras, víctimas, la revolución de las vías terciarias, todo el sistema de inteligencia de las Fuerzas Militares o la reforma a la Policía. Son muchos frentes. Cada precandidato tiene muchos aportes que vale la pena retomar.
¿Qué tan unido queda el partido tras este proceso?
Sin duda sale más fortalecido. Es el único partido en Colombia que ha hecho un proceso de este tipo: serio, con ideas, propuestas, foros y reglas para seleccionar a un candidato. Estamos dedicados, desde hace varios meses, a escuchar a la ciudadanía, viajar por Colombia y dar un debate abierto. Eso es una comprobación inequívoca de que el Centro Democrático ayuda a fortalecer y construir democracia.
Análisis: Unir a la derecha, el desafío inmediato de Óscar Iván Zuluaga
¿Habló con el expresidente Uribe tras el triunfo?
Permanentemente. Desde antes. Lo vi muy entusiasmado. Las últimas dos semanas, en las que él tuvo la oportunidad de hacer presencia en nuestros foros, él pudo testimoniar el cariño que hay. Lo nuestro son diálogos abiertos, preguntas y respuestas, lo que corresponde: dar la cara, responder y resolver inquietudes. Eso es lo que hace el Centro Democrático. Él está muy contento con el proceso y con la participación de los precandidatos. Él se marginó de algún favoritismo y me parece que estuvo bien.
Uribe quedó muy contento con el proceso y siempre había dicho que el que ganara estuviera rodeado por los otros cuatro precandidatos para avanzar.
¿Cómo están los ánimos con miras a una coalición de centro-derecha?
Lo importante aquí es que nosotros como partido, después de este proceso, vamos a construir una primera coalición con los ciudadanos. Lo anuncié el día de mi nominación, que recorrería el país antes de terminar el año con el programa “Soy todo oídos” para escuchar a la ciudadanía y conectarnos con todas esas bases y liderazgos de diferentes sectores, para poder entender cómo debemos avanzar en la construcción de una coalición y de una propuesta que no integre con otros sectores políticos. Hay que construirlo y el tiempo irá determinando con quién podemos llegar a acuerdos y encontrar consensos en medio de diferencias. Hay una agenda que debemos construir.
¿Sí existía un veto contra Cabal y una preferencia por usted?
No, nunca lo sentí. Me parece que ellos estaban respetando, como corresponde, las decisiones autónomas del partido y ya el Centro Democrático adoptó una determinación, y hay que continuar en este proceso para encontrar cómo vamos a construir una gran alianza, una gran coalición para llegar a la primera vuelta presidencial.
Es decir, sí o sí se debe llegar en coalición en la centro-derecha...
Más que rotularlo en determinado espectro, lo fundamental es que la coyuntura del país sí exige de coaliciones y alianzas. Además, el Centro Democrático desde su creación siempre ha estado abierto para ello y lo hemos demostrado. No es un hecho nuevo para nosotros, pero el país, después de la pandemia –la crisis más profunda de la humanidad en los últimos 100 años– sí es necesario tener unas coaliciones fuertes que le den tranquilidad a Colombia para defender unos valores esenciales: la familia, la libertad, la democracia, la empresa privada, el emprendimiento y evitar que llegue el populismo y la izquierda, como recientemente ocurrió en Perú.
¿Siente que pueda llegar a ser la figura que congregue a estos sectores?
Quiero aportar mi experiencia, trayectoria y conocimiento, primero de 20 años como empresario generando empleo, y 30 años de servicio público al país. Es una larga trayectoria que quiero aportar para construir una coalición que nos interprete de la mejor manera para darles respuesta a los problemas de los ciudadanos. Eso significa liderar, como candidato del Centro Democrático, nuestra participación, fijar mecanismos democráticos de selección y competir, como nos corresponde en democracia. Si no gano, acompañaré al que gane. Lo importante es el país, más que una aspiración individual.
Colombia necesita a partir de 2022 un gobierno de alianza y de coalición, que es muy importante, y que se construya desde el proceso anterior a la elección presidencial.
La campaña se presta para todo tipo de rumores y especulaciones. No puedo dejar de preguntarle por ese cuento de que toda esta coalición está pensada para Federico Gutiérrez y que usted es un actor secundario. ¿Qué opina de eso?
Las campañas siempre se prestan no solo para rumores, sino para especulaciones. En eso la prensa y los periodistas hacen su trabajo. Les encanta especular y construir escenarios hipotéticos. Lo único cierto es que hoy tenemos un candidato, tengo una gran amistad con Federico desde que yo era el presidente del partido y le dimos un primer aval para ser concejal de Medellín. Le tengo mucho aprecio y sé que ha hecho una trayectoria de servicio público meritorio. Pero el Centro Democrático tiene su candidato.
Sentimos muchas afinidades con él y por eso siempre hemos creído que deberíamos avanzar y estar en uno de estos procesos, pero el tiempo irá determinado cómo son las cosas. Lo importante es pensar en el país y, a través de mecanismos democráticos, encontrar la salida para tener un candidato de diferentes sectores que nos unamos alrededor de un propósito.
¿Él es o no el “gallo tapado” del uribismo?
No, no lo es. Él está representando un movimiento ciudadano. Incluso, él ha competido con nosotros en la Alcaldía de Medellín. Aquí hay una relación amable y una identidad en muchos temas.
Una vez elegido, ¿ha tenido oportunidad de hablar con alguien de la Coalición de la Experiencia?
No todavía. He visto algunos mensajes de ellos, pero hasta ahora van unos días. El tiempo no ha permitido todavía, porque estamos estructurando todo este trabajo. Tenemos convicción el próximo sábado y necesitamos organizar primero muy bien la casa y cómo será la estructura de campaña.
¿Es cierto que el lunes, horas después de su elección, se reunieron Fico y Mateo Restrepo, una persona muy cercana a usted?
Mateo es quien le coordina la recolección de firmas a Federico. Lo conocí porque trabajó conmigo en el gobierno, es diferente. Él está es con Federico. Tengo una relación muy cercana con Mateo, lo conozco muchísimo, pero no tiene nada que ver con mi campaña.
Hace siete años, la favorabilidad del expresidente Uribe fue una gran ventaja para su campaña. Hoy, con una desaprobación alta, ¿no termina afectándolo su cercanía con él?
En este recorrido de tres meses me he dado cuenta que hay mucho uribismo y reconocimiento. Particularmente, me siento muy orgulloso de estar trabajando con él desde hace 20 años. He aprendido mucho y valoro mucho su integridad y su amor por Colombia, a estar siempre dispuesto a dar la cara. Creo que ha sido sometido de manera injusta a un proceso judicial arbitrario y lo que le he dicho es que hay que tener paciencia: así me tocó esperar siete años, pero al final la verdad y la justicia llegan.
Creo que lo que debemos mostrar son los aportes que él ha tenido a lo largo de estos últimos 20 años, todo lo que ha hecho por Colombia y la campaña consistirá en eso. Eso sí, las campañas son distintas, por eso es importante que en la coyuntura actual se imponga un gobierno de coalición y me parece que tenemos un papel determinante qué jugar en ese proceso y en la conformación de la coalición.
Otra desventaja es que, a diferencia de hace siete años, no son oposición y hoy son partido de gobierno. ¿Cómo evitar cargar el lastre de la impopularidad de Duque?
Lo primero es que todavía falta mucho tiempo y son muchas las realizaciones del gobierno. Hay que tener una estrategia de comunicaciones mucho más efectiva y ambiciosa para que los colombianos se enteren de eso. Cómo no va a ser importante que la economía colombiana crezca el 10 % y eso es fruto de un manejo exitoso de la pandemia y del proceso de vacunación. Eso no es por arte de magia. Ese crecimiento esta generando inversión, confianza y disminución de desempleo. Como eso hay muchas realizaciones. Esta semana se inauguró el Túnel de la Línea, por ejemplo.
O cómo no reconocer el Ingreso Solidario para tres millones de colombianos que están en condiciones de pobreza extrema y están recibiendo un apoyo. Hay muchos frentes en los que los éxitos son importantes y los colombianos deben reconocer. Pero, como en todo gobierno, hay errores y hay que reconocerlo.
¿Qué errores?
He dicho de manera permanente que no haber militarizado el puerto de Buenaventura desde el primer momento. En Buenaventura el puerto estuvo cerrado 35 días y tuvo un costo inmenso para el país. También creo que en un primer año de gobierno se debe aprovechar mucho para hacer reformas de fondo. Nos quedó pendiente la reforma pensional y laboral para enfrentar problemas muy serios de informalidad que afectan el financiamiento de la seguridad social.
En contexto: ¿Quién es Óscar Iván Zuluaga, candidato presidencial del Centro Democrático?
Siempre uno piensa que pueden haber avances ambiciosos, por ejemplo, con una institución como el Sena. Se han hecho cosas, pero seguramente se hubiera podido avanzar a una velocidad mayor. Siento también que se pudo hacer un esfuerzo mayor en materia de reducción de tantas entidades y gastos burocrático que se heredaron. Tampoco se ha podido hacer la aspersión aérea y la sentencia de la Corte Constitucional ha establecido muchas limitaciones que han dificultado las cosas. Es una tarea aplazada porque el país está inundado de coca y no hay camino distinto a la fumigación para darle un golpe de choque.
Si bien usted salió victorioso de los procesos judiciales en su contra, ¿cómo hacer para que no se los enrostren en campaña?
Obviamente, pero cuando hay verdad judicial ¿qué se puede hacer? De eso se trata, yo regreso a la vida pública a partir de la verdad judicial. ¡Esperé siete años! Y eso me da la tranquilidad de mirar a los ojos a los colombianos y dar las explicaciones necesarias. Es un ejemplo hacerme a un lado de la vida activa pública para someterme a las investigaciones. Nadie puede cuestionar los hechos.
¿Marginarse tanto tiempo de la vida pública también no es un factor en contra?
La realidad es que acabo de ganar la encuesta del Centro Democrático, incluso frente a la expectativa que se decía en la mayoría de medios. Eso me recuerda un poco lo que pasó en primera vuelta, que siempre me descartaron y le gané al candidato-presidente. La política no se hace a partir de especulaciones y cuando uno recorre el país y está en las calles va encontrando las fortalezas. Los hechos están ahí. Logré en tres meses, desde que anuncié mi candidatura, ganarme la encuesta y ser el candidato del Centro Democrático.
¿En qué consiste su campaña “Soy todo oídos”?
Es un gran legado que queda después de haber trabajado con el presidente Uribe tantos años: tener la capacidad de escuchar a la ciudadanía y sintonizarse con ellos. ¿Como? Entiendo sus problemas. Eso implica escuchar y no hablar. A partir de ese ejercicio es cuando uno interioriza, con su conocimiento y experiencia, qué acciones se pueden llevar a cabo y son posibles para dar respuesta a las problemáticas. En eso consiste este ejercicio, hablar menos y escuchar más.
¿Cuándo arranca?
Ya. Hay unos foros en Cartagena y estamos programando varios recorridos estas últimas tres semanas del año, incluso en plaza pública, para poder retomar ese diálogo amplio, ciudadano y popular. Lo primero que hay que definir a partir de este diálogo es el tema de las coaliciones, conforme al calendario electoral. En enero ya debe empezar la campaña formal de cara a la consulta interpartidista que esperemos en marzo.
¿Cómo hacer para revalidar los siete millones de votos de 2014?
Lo primero es que hay una alta recordación. Cada vez que recorro el país y las regiones hay una mayor recordación. En política toca estar todos los días ganándose la confianza ciudadana. El tiempo y los hechos irán determinando cómo será ese proceso. Los momentos son distintos y las campañas son diferentes, pero hay una alta recordación. Y es un factor que ayuda mucho para buscar un mayor respaldo y compromiso de los ciudadanos.
¿Siente que conserva esos votos?
Eso es muy difícil, solo se sabe en las urnas. Cambian muchas cosas y vienen nuevos actores. Cada elección es distinta y uno no puede extrapolar las cosas de una manera tan simple. Hay un espacio que hay que ganar y el país es otro. Hay mucha competencia.
Tras sus recorridos, ¿cuál es la preocupación central de la gente?
Lo primero es una mayor preocupación con el tema de seguridad. La presencia del narcotráfico, el terrorismo urbano, el microtráfico y las estructuras de bandas delincuenciales hoy plantean un desafío de autoridad mucho mayor. Lo segundo, cada vez más angustia con el tema de la corrupción. Los colombianos quieren ver acciones muy decididas y eso lleva a la tarea inaplazable de mirar el tema de reforma a la justicia y a la política, reduciendo el tamaño del Congreso, el salario de los congresistas y acabar el financiamiento privado de las campañas. Hay una perdida de confianza en la política y en la justicia que debilita mucho la democracia.
Un tercer factor es el deterioro del bienestar social de muchas familias por cuenta de la pandemia. Ha aumentado la desnutrición, se ha debilitado la participación de la clase media, la tasa de desempleo, aunque se ha recuperado, aún falta un camino por recorrer. Lo mismo con una pobreza y una pobreza extrema que ha aumentado. Los ciudadanos sienten una situación muy difícil. Hay que recuperar la tranquilidad para salir a la calle, que los ciudadanos vuelvan a creer en la justicia, y generar oportunidades y el ingreso para que mejore el bienestar de las familias.
JAVIER GONZÁLEZ PENAGOS
TWITTER: @Currinche