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Frente amplio: ¿el reencauche de la Unidad Nacional?

Gustavo Petro y su equipo estarían consolidando una gran coalición nacional que, incluso, le estaría sirviendo para no tener oposición en sus primeros meses de gobierno.

Juan Sebastián Lombo
26 de junio de 2022 - 02:03 a. m.
Gustavo Petro está consolidando una gran coalición denominada "frente amplio", con la que alcanzaría las mayorías en Cámara y Senado.
Gustavo Petro está consolidando una gran coalición denominada "frente amplio", con la que alcanzaría las mayorías en Cámara y Senado.
Foto: AFP - DANIEL MUNOZ
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Hace ocho días, Gustavo Petro ganó la Presidencia con una diferencia de poco más de 700.000 votos. Para ese momento, la duda principal era si como mandatario de los colombianos tendría la gobernabilidad suficiente debido a que, en teoría, la diferencia frente a su contendor en las urnas, Rodolfo Hernández, no fue muy amplia y en esa otra orilla estaban buena parte de los partidos tradicionales y algunos apoyos alternativos. Sin embargo, una semana después, la repartición de las cargas volvió a demostrar que el sistema presidencialista favorece el que el Ejecutivo tenga de su lado a gran parte del poder político con silla en el Legislativo y que este, al menos en los primeros meses de gobierno, lo acompañe en su agenda. Porque en poco más de siete días, el Pacto Histórico articuló una fuerza en la que, por lo visto, serán pocos los partidos independientes y muchos menos los declarados en oposición.

Así es, el petrismo viene consolidando una fuerza política en el Congreso muy cercana a las mayorías. Desde antes de su victoria, el ahora presidente electo hablaba de la tesis de “lograr un frente amplio”. Enfatizó en este concepto cuando ganó la consulta interna de la coalición de izquierda y lo volvió a rescatar cuando algunos representantes del Partido Liberal, que no iban a volver a aspirar a su curul, le brindaron su respaldo. Esta propuesta se retomó el jueves pasado, en un encuentro con todas esas fuerzas, incluyendo las ajenas al Pacto Histórico, que apoyaron a Gustavo Petro en segunda vuelta. Allí se volvió a hablar de lo que será la creación de esa gran coalición.

Sería una parte de la estrategia de tres niveles que tendrían el presidente electo y su equipo, para construir esa gobernabilidad que hasta hace poco parecía lejana. Los tres puntos de esta táctica se vieron en diferentes momentos de ese día. La primera parte, como comentaron varios de los asistentes a la reunión con Petro, es la consolidación de una poderosa bancada de Congreso y ello se evidenció en el encuentro que tuvo Petro con los legisladores electos por las listas de Cámara y Senado del Pacto Histórico. Durante dos horas, trataron varios temas de lo que planean llevar al Capitolio desde este 20 de julio y se dio el guiño definitivo del ahora sucesor de Iván Duque para que Roy Barreras sea el presidente del Senado en el primer año de mandato.

Aunque polémica, la escogencia de Barreras como cabeza del Congreso tiene un elemento muy importante en la consolidación, tanto de la bancada propia del Pacto Histórico, como de la bancada amplia de gobierno, en la que también estarían el Partido Liberal, la Coalición Centro Esperanza-Alianza Verde, y se espera la llegada de otras fuerzas, entre las que podrían estar la U y parte de los conservadores. “La decisión del Pacto fue apostar por la experiencia y la capacidad de construcción de las reformas e instituciones”, expresó Barreras en diálogo con El Espectador. Precisamente este ha tenido un papel importante, junto con otros como Alfonso Prada, para la consolidación de una bancada mayoritaria con la que podrán ejercer la gobernabilidad necesaria. La segunda parte de esta bancada de gobierno, que incluye partidos lejos de la coalición de izquierda, es la que se comenzó a denominar el frente amplio.

El senador electo Ariel Ávila explicó que “el frente amplio es un acuerdo entre organizaciones partidistas y sociales en alianzas entre los próximos 20 y 30 años para gobernar a Colombia. Ahí están los partidos y organizaciones de base, consejos comunitarios, organizaciones indígenas y más”. Esto quiere decir que, aunque aquí se articularía parte de la bancada de gobierno en el Congreso, tendría una importante participación de componentes que no son netamente políticos. Alrededor de 15 personas (Luis Fernando Velasco, Mábel Lara, Carlos Ramón González, Juan Fernando Cristo, Inti Asprilla, María José Pizarro y Luis Gilberto Murillo, entre otros) estuvieron en este grupo de consolidación de esta alianza suprapartidista, en la que varios aclararon no se quiere replicar el modelo del Pacto Histórico, sino gestionar una agenda común.

“El frente amplio quiere ser el espacio de los que no son del Pacto Histórico y de izquierda, y quieren ser parte del acuerdo nacional”, expresó Mábel Lara —que hace unos días renunció al Nuevo Liberalismo ante la posibilidad de que la colectividad se declare en independencia—. Según la excandidata al Senado, la intención “es sentar a los contrarios para hablar de paz, medio ambiente y justicia social”. Parte de esa agenda, recalcó, incluye “una reforma agraria, punto uno del Acuerdo de La Habana; tener una sociedad desarmada y trabajar en la gran paz del país, y las reformas democráticas desde la institucionalidad”. Sobre este último punto, Lara agregó que hay un énfasis de Gustavo Petro en que todo se debe hacer desde la institucionalidad y se debe apuntar a reformas democráticas.

Según el exrepresentante John Arley Murillo, cabeza del Partido Colombia Renaciente, el punto que se habló es que desde la plataforma ayudar a impulsar el acuerdo nacional y “consolidar ese pacto social amplio que el presidente quiere plantearle a Colombia”. Supuestamente no se habrían tocado temas como lo del gabinete o las elecciones locales y regionales de 2023. Aunque otros señalaron que sí hubo una ligera mención de que parte de la intención es consolidar esta unión en el tema regional. “Hay un proceso de unión de fuerzas alternativas. Buscamos consolidarnos. Una victoria en el ámbito nacional. Hay gobiernos progresistas en espacios locales, pero debemos hacer un proceso más unitario”, expresó el ahora senador Inti Asprilla, otro de los partícipes en el encuentro del jueves.

La tercera parte de la estrategia se denominó “el acuerdo nacional”. De acuerdo con Ariel Ávila, esto implica “tener unas ideas claras de para dónde va el país” y establecer unos mínimos con todos los sectores, no solo los afines. Aquí es donde entra la invitación que hizo el presidente electo, Gustavo Petro, a Álvaro Uribe, al recibir la credencial de ganador del 19 de junio: “La tarea fundamental hoy es el gran acuerdo nacional. Simbólicamente he invitado a (…) Álvaro Uribe, a quien me he opuesto durante este siglo, para que hablemos de temas de país”. Según Mábel Lara, en el encuentro se habló de ese acuerdo nacional como un “mensaje de institucionalidad, de una nación pacífica y democrática, que apunta a hacer la gran paz en el país. Eso incluye atraer a las derechas”.

Para muchos, esta estrategia del frente amplio “es algo muy parecido a lo que fue la coalición de Unidad Nacional (que constituyó Juan Manuel Santos en 2010 y lo tuvo con las mayorías en el Congreso en buena parte de sus ocho años de gobierno)”, expresó Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario. Sobre todo, porque muchos miembros del santismo llegaron a las toldas petristas. Sin embargo, desde esta naciente coalición, en palabras de Ariel Ávila, “lo que pasa es que la Unidad Nacional era un acuerdo de tradicionales; la diferencia es esa: estaban los bandidos de siempre”. Para el senador electo, el tema se parece más al Frente Amplio uruguayo, alianza de partidos progresistas que ha servido de plataforma para tener presidentes como José Mujica. Pero según Basset, es un error desde el nombre hasta la concepción, pues esta coalición uruguaya es de orden electoral, mientras que lo que se está buscando en Colombia es un equipo para gobernar.

No obstante, el académico destaca que dicha alianza es necesaria debido a que “básicamente un sistema presidencial funciona así. Alguien gana y se necesita una coalición para apoyar grandes proyectos de reformas. Petro quiere hacer grandes reformas y por eso le toca negociar”. A su vez, la profesora Cristina Echeverri, docente de la Universidad Nacional de Medellín, opina que la lista del Pacto no le alcanza, por lo que necesita ese frente amplio. “No es menor lo que se ha planteado en términos simbólicos”, agrega, destacando el diálogo con el uribismo: “Manda un mensaje importante de reconciliación”. Echeverri considera importante que también haya partidos que se declaren en independencia, para que haya una negociación constante con dichas colectividades no afines al gobierno.

Desactivando la posible oposición

Tanto la estrategia como sus primeros resultados dejan ver que, al menos los primeros días, Gustavo Petro tendrá la gobernabilidad necesaria para sacar los puntos más urgentes en su agenda. Todo esto se consolidó en una semana desde la elección presidencial. Aún no está clara la oposición que tendrá mientras que siguen llegando partidos a la coalición de gobierno o por lo menos se limitan a la independencia.

A pesar del temor que históricamente ha significado Gustavo Petro para algunos sectores, solo ha habido anuncios de personajes políticos que le harán oposición (Miguel Uribe, María Fernanda Cabal y David Luna, entre otros). Ningún partido se ha declarado como total antagonista hasta el momento.

En el caso del Partido Liberal, que decidió apoyar a los dos contrincantes de Petro en cada vuelta, cercanos a la colectividad confirmaron que los acercamientos con el ganador del 19 de junio comenzaron desde el lunes siguiente a elecciones, gracias a personas como Alfonso Prada y José Fernando Bautista, y luego vino la presión de un amplio sector que exigió que se declaran partido de gobierno. Este anuncio se dio el martes en una breve carta de César Gaviria, que estaría pasando por un momento de debilidad en la colectividad debido a su criterio para escoger apoyos en las presidenciales. Por otro lado, Barreras estaría usando su vieja militancia en la U para tentar a esta colectividad a que lleguen a la coalición de gobierno. Aunque no se han decidido a dar el salto hacia la total afinidad, miembros del partido confirmaron que ya se descartó declararse en oposición.

Los conservadores pasarían por una situación igual. El escogido para ocupar la presidencia del Senado estaría intentando tener encuentros con Omar Yepes, presidente de los conservadores, y sus compromisarios para tratar de traerlos a la bancada oficialista. Aunque esto no ha ocurrido, al menos algunos de esta colectividad confirmaron que no se irán a la oposición. Por los lados de Cambio Radical, hay dos piezas fuertes intentando que se declaren en la orilla totalmente opuesta al petrismo, pero es casi imposible ante el compromiso de dicha colectividad y la U de unir bancadas. Esto implicaría que por estos sectores tampoco habría un partido en declarada oposición.

De esta forma, solo quedarían como antagonistas de Gustavo Petro el Centro Democrático y el Partido Verde Oxígeno —según anunció Ingrid Betancourt—. Sin embargo, sobre el primero hay que decir que la reunión entre Uribe y Petro podría traer algunas sorpresas, enmarcadas en que hay un sector que señala que tendrían más margen de maniobra si se declaran partido independiente. Por otro lado, miembros del resucitado partido de Betancourt dijeron que ella tomó una decisión unilateral que no tendría validez según los estatutos de la colectividad, por lo que aún se debe discutir qué papel asumirán, más cercano a la independencia. De esta forma, Gustavo Petro podría asumir su primer año de gobierno sin un partido realmente opositor.

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