En manos de 90 congresistas está el futuro de la ley de financiamiento del Gobierno

En manos de 90 congresistas está el futuro de la ley de financiamiento por $12 billones que presentó el gobierno del presidente Gustavo Petro al Legislativo. Aunque su trámite no está fácil, pues deberá pasar por las mismas comisiones económicas que hundieron el Presupuesto para 2025, el Ejecutivo insiste en que su iniciativa es una de las maneras para reactivar económicamente al país. Además, ya empezó a lanzar advertencias de lo que haría si no cuenta con el sí de los senadores y representantes.

En manos de 90 congresistas está el futuro de la ley de financiamiento por $12 billones que presentó el gobierno del presidente Gustavo Petro al Legislativo. Aunque su trámite no está fácil, pues deberá pasar por las mismas comisiones económicas que hundieron el Presupuesto para 2025, el Ejecutivo insiste en que su iniciativa es una de las maneras para reactivar económicamente al país. Además, ya empezó a lanzar advertencias de lo que haría si no cuenta con el sí de los senadores y representantes.

Las comisiones terceras y cuartas de Senado y Cámara se alistan para estudiar y definir ponentes sobre la nueva iniciativa gubernamental que no aterriza de la mejor manera, pues llega con el mal precedente del Presupuesto que se cayó por falta de quórum el pasado 24 de septiembre y será ahora publicado por decreto, como lo anunció Petro.

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A esto se suma que ya varios legisladores han indicado públicamente que ven el proyecto, de apenas 37 artículos, como innecesario y negativo para las finanzas del país, incluso tachándolo como una reforma tributaria, aunque el Gobierno diga que no se trata de una.

La Comisión Tercera está integrada por 30 representantes y 16 senadores: cinco del Pacto Histórico, cinco verdes, once liberales, siete conservadores, cinco del Partido de la U, cinco de Cambio Radical y cuatro del Centro Democrático, uno de Gente en Movimiento, uno de En Marcha y dos del CITREP. Solo en esta comisión, 20 votos ya se habrían definido por el no.

Por su parte, la Comisión Cuarta está integrada por 29 representantes y 15 senadores: cinco del Pacto Histórico, tres de la Alianza Verde, ocho liberales, siete conservadores, cuatro de la U, siete de Cambio Radical, cinco del Centro Democrático, dos del CITREP. Por el no también ya habría 20 votos.

Como con el Presupuesto, la parte espinosa está en las comisiones Tercera y Cuarta del Senado, donde la gran mayoría, además de unificada, se muestra lejana a la agenda económica del Gobierno. Además, los senadores integrantes, a excepción de los del Pacto Histórico, ven como un triunfo que el primer proyecto se hundiera y se lo atribuyen a la supuesta falta de concertación del Ejecutivo que no bajó el monto de los $523 billones.

De hecho, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, quien integra la Comisión Tercera, aplaudió la determinación del Legislativo: “Mientras yo presida, el Senado no será notario de las iniciativas gubernamentales si no son concertadas. Por eso, hundimos el presupuesto completo por primera vez en la historia reciente”.

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No obstante, el Gobierno Nacional tendrá algún tiempo para lograr acuerdos y negociar con los 32 senadores de las dos células legislativas, pues el debate arrancará en la Cámara, corporación en la que mantiene las mayorías y por donde fue radicada la ley de financiamiento el anterior 10 de septiembre.

El presidente tiene como referencia los votos que logró en el Senado para el monto del Presupuesto: solo alcanzó cuatro votos positivos desde la Alianza Verde y el Pacto Histórico. Desde el Partido Liberal, aunque sigue siendo de la coalición oficialista, cinco de sus congresistas votaron negativo al monto y uno se ausentó. Lo propio hicieron las colectividades independientes del Partido de la U y Conservador, y las de oposición, Cambio Radical y Centro Democrático.

“Yo espero que el Congreso tramite la ley de financiamiento y que no siga con la historia de que eso es una reforma tributaria”, le dijo a El Espectador el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla. A su vez, el funcionario indicó que con la medida estarían encontrando “huecos que tiene el estatuto tributario, en los cuales hay posibilidades de encontrar ingresos. Dependemos de la ley de financiamiento”.

En esta misión de concertar con los senadores serán fundamentales, además del minhacienda, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, e incluso la directora del Dapre, Laura Sarabia, quien se ha puesto a la tarea de lograr acercamientos con la banca, el gremio empresarial, así como inversiones extranjeras para el país. Estos últimos dos también tienen la responsabilidad de encaminar al país en torno a un acuerdo nacional, Cristo desde lo político y Sarabia desde lo económico.

Mirando cifras, el Gobierno tiene, por ahora, la delantera en las dos comisiones de la Cámara, pues en cada una tendría seguros unos 14 votos a su favor, en contraste con 9 u 8 en contra. Sin embargo, aún hay indecisos que deberá convencer.

Entre los indecisos están los conservadores, que podrían igualmente quedar atados a la ley de bancadas. En otras oportunidades se ha visto que hay legisladores “rebeldes” que no han seguido la decisión de la bancada, pero han tenido consecuencias disciplinarias.

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Solo en las toldas azules hay diez votos que son fundamentales para tomar cualquier decisión, pero estos podrían terminar inclinándose por el no, pues la presidencia de Efraín Cepeda en el Senado y la de la legisladora Nadia Blel en el partido han influido en que esta agrupación se aleje todavía más del Gobierno.

Está por verse igualmente cómo influyen en el Congreso los mandatarios locales y regionales, que están a la espera de cuál será el monto del Presupuesto 2025 asignado por el Gobierno Nacional para sus regiones. Del voto que den sus congresistas a la ley de financiamiento podría depender la suma final para sus departamentos.

Igualmente, el mismo presidente Petro sostuvo que si no se aprueba su proyecto se recortarán “todos los subsidios a los sectores ricos de la población” y le atribuyó la urgencia del sí del Legislativo al endeudamiento que adquirió el país durante el mandato de Iván Duque por el covid-19: “El pueblo no paga el sobre endeudamiento de Duque”.

Sobre esto estuvo dialogando la semana pasada el ministro de Hacienda, Bonilla, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Nueva York. Sin embargo, no se logró renegociar la deuda y deberá ser saldada antes de que finalice 2025.

Así las cosas, inició todo un juego político alrededor de la ley de financiamiento por $12 billones, pues de su trámite en el Congreso dependerán muchos de los sí o de los no que le dé el Gobierno a otros sectores del país. Mientras tanto, el Senado espera ratificar su independencia y dejar por sentado que sin acuerdos no hay aprobaciones.

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