Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Tras una reunión entre el presidente Gustavo Petro, el ministro de Interior Alfonso Prada y lideres de la comunidad Embera en la Casa de Nariño, el Gobierno fue enfático en que la violencia no es el repertorio adecuado para protestar.
Si bien reconocieron que ha habido una serie de incumplimientos con la comunidad frente a los planes de atención, destacaron la importancia del diálogo y apoyaron a la fuerza pública y a funcionarios de la Alcaldía que salieron heridos por la agresión de los Embera, lo que quedó registrado en múltiples videos en redes sociales.
Durante una fuerte jornada de protestas de la comunidad en la tarde de ayer, cinco civiles y 14 policías resultaron heridos, quienes están siendo atendidos en la Dirección de Sanidad de la Policía Nacional, a donde llegó el presidente Petro para revisar su estado de salud y dialogar con los uniformados heridos.
(Lea: “‘Se perdió la promesa de respetar a la oposición y los independientes’: David Luna”)
Las protestas, de acuerdo con la comunidad, se adelantaron por lo que serían una serie de incumplimientos del Estado colombiano y de la administración distrital. Recordemos que se han enfrentado a fuertes oleadas de violencia y desplazamiento, por lo que han tenido que alojarse en el parque Tercer Milenio y el año pasado, en el Parque Nacional. Ante las malas condiciones, fueron habilitados albergues, se propuso el retorno a sus territorios o, incluso, de incorporarlos a la vida urbana.
Al respecto, el Gobierno señaló que pese a que sí existen esos incumplimientos, la violencia y la agresión a la fuerza pública no es el mecanismo para resolver los problemas. Petro se refirió a la comunidad como “víctimas de desplazamiento, ubicados en Bogotá. Hace un mes no tienen agua potable, viven hacinados más de 1200 personas donde solo caben 400. Han visto morir 21 de sus integrantes la mayoría niños en Bogotá”.
Esa también fue la conclusión del ministro de Interior, quien luego de la reunión con la delegación dijo que “encontramos una crisis humanitaria que es ocasionada por la falta de agua. Han sido semanas enteras en las que personas viven en un edificio sin agua y sin luz eléctrica. Están en una grave en una situación de alimentación y de salubridad pública”, dijo Prada.
Por ello, el presidente Petro se comprometió a dialogar con la comunidad, buscar soluciones y dar cumplimiento a los acuerdos firmados por “gobiernos anteriores” y que no han sido cumplidos.
“Los acuerdos que firmó el gobierno anterior, serán cumplidos por nosotros. La paz en el alto Andagueda, el empoderamiento de su reserva será fundamental para solucionar un problema de incomprensión étnica en el centro de Bogotá”, aseguró Gustavo Petro.
(Lea también: “El Espectador le explica lo que está sucediendo con el cannabis en Colombia”)
De esa reunión, Petro también señaló que los lideres de la comunidad le manifestaron que “se sienten engañados en su dignidad. Cada vez que los golpean vienen más a Bogotá. No saben la mayoría hablar español, los discriminan por ello. Los funcionarios no tienen la educación para lograr entenderlos”, dijo.
Pese a eso, también agregaron que debe parar la violencia y que precisamente por eso se busca adelantar el diálogo. “Hemos hecho un compromiso de acompañamiento para atender esta situación de crisis humanitaria, pero hemos hecho un compromiso enorme para no acudir a la violencia como mecanismo”, dijo Prada
Al encuentro para concertar salidas al problema, que duró aproximadamente tres horas, también asistieron la jefe de gabinete, Laura Sarabia; la directora de la Unidad para las Víctimas, Patricia Tobón Yagarí y el director de la Unidad de Restitución de Tierras, Giovani Yule.
>Lea más sobre el Congreso, el Gobierno Petro y otras noticias del mundo político