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Gobierno tendría que retirar la gigantesca placa del Túnel de la Línea

Así lo determinó, en primera instancia, el Tribunal Administrativo del Atlántico al fallar una acción de cumplimiento interpuesta por la activista barranquillera Marla Gutiérrez. Invías habría impugnado la decisión y todavía no se ha dicho la última palabra.

21 de noviembre de 2020 - 07:10 p. m.
Las placa en el Túnel de la Línea ha sido muy criticada, pues el nombre del presidente Duque se destaca por encima de todos los demás.
Las placa en el Túnel de la Línea ha sido muy criticada, pues el nombre del presidente Duque se destaca por encima de todos los demás.
Foto: Presidencia
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El Tribunal Administrativo del Atlántico le ordenó al Ministerio del Transporte, en un término de 30 días, retirar la gigantesca placa puesta en el recientemente inaugurado Túnel de la Línea, la cual lleva su nombre, así como el de la vicepresidenta y otros funcionarios del Gobierno Nacional.

En septiembre pasado, una vez se dio al servicio la obra, la activista barranquillera Marla Gutiérrez elevó una solicitud al ente judicial para que se quitara dicha placa, apelando al inciso 2° del decreto 2759 de 1997, que prohíbe “la colocación de placas o leyendas o la erección de monumentos destinados a recordar la participación de los funcionarios en ejercicio, en la construcción de obras públicas, a menos que así lo disponga una ley del Congreso”.

El decreto ordena además que tampoco se pueden designar con el nombre de personas vivas ni los bienes públicos ni los “sitios u obras pertenecientes a la nación, los departamentos, distritos, municipios o a entidades oficiales o semioficiales”.

Lea también: Año a año: así se gestó el túnel de La Línea

Además, advierte que los ministerios, gobernadores y alcaldes deben velar porque esto se cumpla y solo pueden designar el nombre de personas vivas a dichos bienes si la comunidad lo pide y se trata de alguien que “haya prestado servicios a la nación que ameriten tal designación”.

A través de su cuenta en Twitter, Gutiérrez explicó que inicialmente le había elevado una petición formal a la Presidencia de la República, la Gobernación del Tolima y el Ministerio de Transporte, con el fin de que la placa fuera retirada, que no fue escuchada. “En vista de esto, promoví una acción de cumplimiento ante el Tribunal Administrativo del Atlántico, el cual falló a mi favor, después de estudiar minuciosamente el caso, y determinó que en un plazo de 30 días, el presidente Iván Duque debe retirar la placa del Túnel de la Línea. Esto nos demuestra que ningún político está por encima de la ley y que las obras públicas no son de nadie más que del mismo pueblo”, expresó la activista.

Según se conoció inicialmente, el Instituto Nacional de Vías (Invías) ya impugnó el fallo, por lo que el caso pasará a estudio del Consejo de Estado. Es decir, todavía no se ha dicho la última palabra pero, por el momento, el Gobierno tendría que retirar la polémica placa.

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Hernan(k7q5w)22 de noviembre de 2020 - 07:35 p. m.
Felicitaciones Marla, y gracias por exigirle a Porky y a su banda criminal que respete las leyes y al pueblo colombiano.
Enrrique(25171)22 de noviembre de 2020 - 03:01 p. m.
Este sub y su vice, si es que son muy "..IOTAS", virgencita de la providencia.
ALVARO(81817)22 de noviembre de 2020 - 12:30 p. m.
Nuestro inepto y lamesuelas presidentucho es un abusador al igual que su MP jefecito, un par de ególatras fascinados con su propia imagen. Fuera de paranoicos, delirantes e incapaces, lo que sí son, en el fondo, es narcisos. Enamorados de sí mismos. Par de babosos.
ANDRES(59410)22 de noviembre de 2020 - 12:01 p. m.
Que la cuenta de cobro por retirar esa placa se la pasen al funcionario que firmo la autorización para efectuar esa placa en contra de la ley.
Marco(48443)22 de noviembre de 2020 - 08:40 a. m.
Nunca este gobierno, que ya tiene el sol a sus espaldas, ha brillado por su reflexión ni por generar la razón de ser de una administración, como lo es el de representar a sus electores; obnubilación, egolatría, mitomanía, vanidad, codicia; los hechos hablan más que otra cosa. El ciudadano recibe educación precaria, a conveniencia del poder, que permite le manipulen y no contextualice su realidad.
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