“El Clan del Golfo y el ELN están desangrando al Chocó”: gobernadora Córdoba

¿Qué está generando la crisis de orden público en su departamento, Gobernadora?

En este momento tenemos recrudecida la situación humanitaria del departamento debido a una disputa entre el ELN y el Clan del Golfo, que tiene que ver con el control territorial y el control de recursos e ingresos económicos que vienen de las economías ilícitas. Estas economías ilícitas están generando altísimos rendimientos en el departamento del Chocó. Estamos hablando de minería ilegal, narcotráfico, de cultivo de hoja de coca, migración ilegal; también estamos hablando de deforestación y, por supuesto, de actividades delincuenciales como extorsión y secuestro.

¿Se están tomando el departamento?

Pues todo esto está generando que ellos tengan garantizado un ingreso económico que les hace muy atractivo el departamento. Por eso, hemos dicho que es muy importante empezar a plantear cómo las capacidades económicas del departamento transitan hacia opciones legales, porque, si no, estamos dejando el espacio a la ilegalidad y al fortalecimiento de los grupos al margen de la ley.

¿Cuál de esas economías ilegales es la más fuerte en este momento?

En términos de cifras, minería ilegal y cultivo de hoja de coca. Sin embargo, la migración ilegal está ganando espacio rápidamente y encontramos que el solo ejercicio de las rutas y los espacios territoriales, así como la posibilidad de salir rápidamente entre el Caribe y el Pacífico por los ríos, les genera una gran posibilidad a los armados. Se han estado aprovechando de esa posición geográfica del Chocó.

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¿Tienen cómo medir, por ejemplo, los cultivos de uso ilícito en su departamento?

Ya no tenemos la misma claridad con respecto a cifras, que estamos a la expectativa de que pueda regresar porque, justamente, se ha hecho un cambio en el sistema de cifras. Hoy tenemos la duda de si los programas de erradicación manual que se plantearon con el programa PENIS pudieron o no generar el resultado y el impacto esperados. Pero sí tenemos claro que al menos de las cinco subregiones, tres tienen impacto de siembra de cultivo de hoja de coca. De las cinco subregiones, al menos dos tienen el problema de la minería ilegal de manera muy fuerte. De las cinco subregiones, una, Darién, tiene un problema muy grave de migración irregular. Y, en general, lo que tenemos es la presencia en las cinco subregiones, ahí sí en su totalidad, de estructuras, en unas y otras, de Clan del Golfo y ELN.

¿Y en qué sitios específicamente se están dando estas confrontaciones entre Clan y ELN?

Hoy tenemos una situación muy dramática en la zona media del río San Juan, específicamente en el municipio de Sipí. En los últimos ocho días hemos tenido dos ciudadanos, dos jóvenes, que han caído en minas antipersonal. Esto es una violación grave del Derecho Internacional Humanitario, pero también es un riesgo altísimo para las comunidades. Se trata de minas que están a diez minutos de los caseríos. Entonces, la comunidad tiene miedo, está aterrorizada y no está yendo a cultivar. Esto pone en peligro la seguridad alimentaria y mantiene en confinamiento a toda la zona media del San Juan, lo cual impacta a varios municipios. Y en la zona del Baudó, en la región en donde se da la confluencia entre Alto Baudó y Bojayá, también viene muy golpeada por estos mismos fenómenos; allí también tenemos una disputa muy fuerte. Esto se extiende hacia el Pacífico, hacia la zona de Juradó y la Costa Pacífica.

¿Quiénes siembran esas minas?

Tenemos identificado que en los últimos dos casos se trata de minas sembradas por el Clan del Golfo.

¿Esos grupos están desangrando a su departamento?

Así es. El Clan del Golfo y el ELN están desangrando al Chocó. Tienen en una crisis humanitaria muy grave a la población, que se representa en rostros de miedo, de terror, porque hoy estamos perdiendo vidas y sacrificando las dinámicas diarias de las comunidades, que se están desplazando y saliendo del territorio. Infortunadamente, no hay hoy condiciones para una vida digna dentro del territorio.

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¿Por qué era necesaria la visita del ministro de Defensa, Iván Velásquez, a su departamento?

Para poder discutir con la presencia de las autoridades locales, de los alcaldes, estas dificultades que tenemos hoy en el departamento para que podamos tomar decisiones conjuntas de cara a la presencia de la Fuerza Pública. Pero también poder plantear que a los escenarios de negociación y de concertación se pueda llevar la información de que sí sentimos que hoy la población civil no está siendo escuchada y sí está siendo víctima de unos y otros grupos.

¿Se requiere que en el Chocó haya una mesa alterna como ya pasa en Nariño?

Sí, se tienen que territorializar necesariamente las negociaciones de paz y hace falta que el departamento del Chocó, con las complejidades que está viviendo hoy, pueda tener también un espacio en las mesas de negociación y concertación.

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👉 Lea más sobre el Congreso, el gobierno Petro y otras noticias del mundo político.

✉️ Si tiene interés en los temas políticos o información que considere oportuno compartirnos, por favor, escríbanos a cualquiera de estos correos: hvalero@elespectador.com; aosorio@elespectador.com; dortega@elespectador.com; dcristancho@elespectador.com; lduarte@elespectador.com; o lperalta@elespectador.com.

¿Qué está generando la crisis de orden público en su departamento, Gobernadora?

En este momento tenemos recrudecida la situación humanitaria del departamento debido a una disputa entre el ELN y el Clan del Golfo, que tiene que ver con el control territorial y el control de recursos e ingresos económicos que vienen de las economías ilícitas. Estas economías ilícitas están generando altísimos rendimientos en el departamento del Chocó. Estamos hablando de minería ilegal, narcotráfico, de cultivo de hoja de coca, migración ilegal; también estamos hablando de deforestación y, por supuesto, de actividades delincuenciales como extorsión y secuestro.

¿Se están tomando el departamento?

Pues todo esto está generando que ellos tengan garantizado un ingreso económico que les hace muy atractivo el departamento. Por eso, hemos dicho que es muy importante empezar a plantear cómo las capacidades económicas del departamento transitan hacia opciones legales, porque, si no, estamos dejando el espacio a la ilegalidad y al fortalecimiento de los grupos al margen de la ley.

¿Cuál de esas economías ilegales es la más fuerte en este momento?

En términos de cifras, minería ilegal y cultivo de hoja de coca. Sin embargo, la migración ilegal está ganando espacio rápidamente y encontramos que el solo ejercicio de las rutas y los espacios territoriales, así como la posibilidad de salir rápidamente entre el Caribe y el Pacífico por los ríos, les genera una gran posibilidad a los armados. Se han estado aprovechando de esa posición geográfica del Chocó.

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¿Tienen cómo medir, por ejemplo, los cultivos de uso ilícito en su departamento?

Ya no tenemos la misma claridad con respecto a cifras, que estamos a la expectativa de que pueda regresar porque, justamente, se ha hecho un cambio en el sistema de cifras. Hoy tenemos la duda de si los programas de erradicación manual que se plantearon con el programa PENIS pudieron o no generar el resultado y el impacto esperados. Pero sí tenemos claro que al menos de las cinco subregiones, tres tienen impacto de siembra de cultivo de hoja de coca. De las cinco subregiones, al menos dos tienen el problema de la minería ilegal de manera muy fuerte. De las cinco subregiones, una, Darién, tiene un problema muy grave de migración irregular. Y, en general, lo que tenemos es la presencia en las cinco subregiones, ahí sí en su totalidad, de estructuras, en unas y otras, de Clan del Golfo y ELN.

¿Y en qué sitios específicamente se están dando estas confrontaciones entre Clan y ELN?

Hoy tenemos una situación muy dramática en la zona media del río San Juan, específicamente en el municipio de Sipí. En los últimos ocho días hemos tenido dos ciudadanos, dos jóvenes, que han caído en minas antipersonal. Esto es una violación grave del Derecho Internacional Humanitario, pero también es un riesgo altísimo para las comunidades. Se trata de minas que están a diez minutos de los caseríos. Entonces, la comunidad tiene miedo, está aterrorizada y no está yendo a cultivar. Esto pone en peligro la seguridad alimentaria y mantiene en confinamiento a toda la zona media del San Juan, lo cual impacta a varios municipios. Y en la zona del Baudó, en la región en donde se da la confluencia entre Alto Baudó y Bojayá, también viene muy golpeada por estos mismos fenómenos; allí también tenemos una disputa muy fuerte. Esto se extiende hacia el Pacífico, hacia la zona de Juradó y la Costa Pacífica.

¿Quiénes siembran esas minas?

Tenemos identificado que en los últimos dos casos se trata de minas sembradas por el Clan del Golfo.

¿Esos grupos están desangrando a su departamento?

Así es. El Clan del Golfo y el ELN están desangrando al Chocó. Tienen en una crisis humanitaria muy grave a la población, que se representa en rostros de miedo, de terror, porque hoy estamos perdiendo vidas y sacrificando las dinámicas diarias de las comunidades, que se están desplazando y saliendo del territorio. Infortunadamente, no hay hoy condiciones para una vida digna dentro del territorio.

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¿Por qué era necesaria la visita del ministro de Defensa, Iván Velásquez, a su departamento?

Para poder discutir con la presencia de las autoridades locales, de los alcaldes, estas dificultades que tenemos hoy en el departamento para que podamos tomar decisiones conjuntas de cara a la presencia de la Fuerza Pública. Pero también poder plantear que a los escenarios de negociación y de concertación se pueda llevar la información de que sí sentimos que hoy la población civil no está siendo escuchada y sí está siendo víctima de unos y otros grupos.

¿Se requiere que en el Chocó haya una mesa alterna como ya pasa en Nariño?

Sí, se tienen que territorializar necesariamente las negociaciones de paz y hace falta que el departamento del Chocó, con las complejidades que está viviendo hoy, pueda tener también un espacio en las mesas de negociación y concertación.

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