Cumbre de Venezuela en Bogotá: una jugada a tres bandas
Aunque son un apoyo para mejorar la democracia en el vecino país, hay razones de fondo que pesan en la ayuda que brinda hoy Colombia a la política venezolana.
Jhordan C. Rodríguez
El gobierno de Gustavo Petro busca ser el mediador entre el oficialismo y la oposición venezolanas, dando lugar en Bogotá a la cumbre de Venezuela, donde buscará acompañar el proceso para que las dos orillas políticas retomen diálogos y para que en las elecciones presidenciales de 2024 en el vecino país haya garantías democráticas. Sin embargo, los intereses del primer mandatario colombiano van más allá de una intención altruista y lo que podría recibir a cambio es una movida que, a la larga, puede beneficiar sus apuestas de cambio dentro y fuera del país y las de sus aliados políticos en la región y en las grandes potencias.
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El gobierno de Gustavo Petro busca ser el mediador entre el oficialismo y la oposición venezolanas, dando lugar en Bogotá a la cumbre de Venezuela, donde buscará acompañar el proceso para que las dos orillas políticas retomen diálogos y para que en las elecciones presidenciales de 2024 en el vecino país haya garantías democráticas. Sin embargo, los intereses del primer mandatario colombiano van más allá de una intención altruista y lo que podría recibir a cambio es una movida que, a la larga, puede beneficiar sus apuestas de cambio dentro y fuera del país y las de sus aliados políticos en la región y en las grandes potencias.
Gustavo Petro ha convertido en su tarea personal posicionar a Venezuela positivamente en la región, a pesar de las críticas y señalamientos a nivel internacional que se le hacen al gobierno de Nicolás Maduro. Petro cuenta en su apuesta por alivianar las tensiones políticas en el vecino país con el apoyo de Estados Unidos, algunos países europeos y africanos y del Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad Unión Europea. Si bien es cierto que es loable la intención de ayudar a superar la crisis en la república vecina, hay intereses ocultos que pueden mover varias agendas.
Los beneficios para Gustavo Petro
Meter las manos en el fuego por el vecino país no es solo importante y arriesgado, sino también estratégico. Para Enrique Prieto-Ríos, profesor de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario, esta “es una apuesta muy importante, porque trata de ubicar a Colombia como un actor fundamental para articular las relaciones internacionales de la región” y puede proyectar a Petro como un líder importante “para resolver problemáticas geopolíticas de esta parte del mundo”.
Para el docente de la Universidad del Rosario, al primer mandatario “también le sirve volverse un articulador o una pieza fundamental en la relación que pueda tener Europa o Estados Unidos con Latinoamérica”. Según el experto, al Petro “ser ese articulador, puede usar la capacidad de solucionar problemas a nivel regional para que le apoyen políticas de tipo nacional, por ejemplo, la lucha contra las drogas o el cambio climático”.
La mejora de su imagen ante la comunidad internacional es algo que también percibe la consultora y estratega política Nury Gómez, para quien esta conferencia puede ser un potenciador para el jefe de Estado. “El estrechamiento de las relaciones de Petro con Maduro en lo comercial, político e ideológico responde a la necesidad de tener aliados de largo plazo que sustenten los intentos de convertirse en el símbolo del socialismo en América Latina”, manifiesta.
Las perspectivas venezolanas
Por su parte, el académico venezolano Carlos Casanova Leal, hay una realidad y es que la mediación para mejorar la democracia en su país no significa que Maduro vaya a salir del poder. “Pensar que Maduro está buscando una elección para salir del gobierno es una fantasía. Cuando se va a hablar de condiciones electorales, se habla de condiciones mínimas y si la condición es mínima, es porque la máxima de la libertad de un proceso transparente no va a existir”. Para el docente, lo que a él y a sus coterráneos les interesa no es el debate político, por sus necesidades les interesa el “que aminora la crisis del día a día, que es la crisis económica, que tiene que abordar la comunidad internacional”.
De igual manera sostiene que “este diálogo, en los términos como se viene produciendo, es un diálogo que en lugar de sumar va a terminar debilitando la fuerza de oposición en Venezuela”. Para el docente, el debilitamiento se daría porque “Petro no invita a los que son actuantes en el debate político actual, que son los precandidatos a la primaria, que tienen mucho que opinar sobre los temas que se van a debatir, ya que los partidos políticos que están convocados son los de llamada ‘plataforma democrática’”.
Por su parte, Francisco Sánchez, investigador y profesor del Centro de Estudios de Fronteras e Integración (CEFI) de la Universidad de los Andes de Venezuela, considera que “lo que debe prevalecer es animar a la comunidad internacional a que haga cumplir acuerdos que ya se habían logrado en la mesa de diálogos en México, de la cual el gobierno venezolano se levantó en octubre de 2021 y no ha querido volver a sentarse. “No se ha permitido que uno de los acuerdos a los que se llegó, que fue un fondo social de alrededor de 3 mil millones de dólares para ayudas puntuales para Venezuela, para la gente más necesitada y vulnerable, tampoco ha podido arrancar porque el gobierno no termina de hacer las diligencias que tiene que hacer”, dice Sánchez.
Los intereses de la comunidad internacional
Prieto-Ríos considera que “algo que le conviene a estos países para generarle una respuesta distinta a Venezuela es la crisis energética. Venezuela es uno de los grandes productores de petróleo y la crisis generada por la guerra entre Ucrania y Rusia puede ayudar a que haya un ambiente positivo y favorable para Venezuela”. También, para la estratega Gómez “las intenciones de esta relación tan incierta y velada que puede “apostar” todos los escenarios posibles: compra de energía para recuperar su economía, saldar deudas pasada o perpetuarse en el poder”.