El presidente Gustavo Petro saludó a la vicepresidenta, Francia Márquez, durante la ceremonia del 7 de agosto. En la imagen se ve a la primera dama, Verónica Alcocer.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
La decisión quedó frenada. El coletazo del escándalo que desató el expediente de Nicolás Petro –que de paso desplegó un halo de presunta ilegalidad sobre la campaña presidencial de Gustavo Petro– llevó a que la Casa de Nariño metiera temporalmente en el congelador los ajustes ministeriales que tenía previstos. Cualquier movimiento podría ser leído en clave de debilidad o falta de respaldo de su propio equipo, algo que tampoco se puede permitir cuando el país entra en una etapa electoral que tiende a convertirse en una suerte de plebiscito...