“Es momento de ceder”: Petro cambió de tono ante el Congreso
El presidente llegó con un discurso conciliador a la instalación de la nueva legislatura. Se quedó a escuchar la réplica de los partidos en oposición, hizo un llamado a un gran acuerdo nacional y reconoció el trabajo del Congreso.
El presidente Gustavo Petro comenzó su agenda este 20 de julio desde San Andrés, donde acompañó el desfile militar y celebró el fallo de La Haya, y la terminó en el Salón Elíptico del Congreso, con una intervención que duró una hora y 46 minutos. Su discurso, lejos de ser confrontacional, fue el de un mandatario que busca -y necesita- conciliar con los partidos. No es un asunto menor que haya reconocido el trabajo del Congreso durante la primera legislatura y que se haya quedado en el recinto a escuchar la réplica de la oposición.
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El presidente Gustavo Petro comenzó su agenda este 20 de julio desde San Andrés, donde acompañó el desfile militar y celebró el fallo de La Haya, y la terminó en el Salón Elíptico del Congreso, con una intervención que duró una hora y 46 minutos. Su discurso, lejos de ser confrontacional, fue el de un mandatario que busca -y necesita- conciliar con los partidos. No es un asunto menor que haya reconocido el trabajo del Congreso durante la primera legislatura y que se haya quedado en el recinto a escuchar la réplica de la oposición.
Lea: Petro se quedó a escuchar a la oposición y David Luna le agradeció.
Aunque la intervención estaba planeada para iniciar sobre las 3:00 p.m., esa agenda cambió en dos ocasiones y el mandatario hizo su recorrido desde la Casa de Nariño hasta el Capitolio sobre las 5:00 p.m. A su lado no estuvo la cúpula militar, como suele pasar en estas instalaciones, pero sí lo acompañaron la vicepresidenta Francia Márquez y una bancada femenina de congresistas oficialistas como Gloria Flórez, Isabel Cristina Zuleta, Aída Quilcué y Ana Rogelia Monsalve.
Las palabras del presidente giraron en torno a dos temas: la justicia social y la justicia ambiental, asuntos que, de hecho, han sido su bandera durante los 12 meses que cumplirá este 7 de agosto en el poder y que lo han llevado a poner en la agenda internacional la iniciativa de cambiar deuda externa por acción climática. Ya lo ha reiterado en Estados Unidos, Alemania, Francia y Bélgica, y lo hará de nuevo en Kenia ante los mandatarios africanos. Y en ese camino de hablar sobre asuntos ambientales Petro no dejó pasar la oportunidad para defender la renuncia de su exministra de Minas y Energía, Irene Vélez: “La transición energética me costó una ministra excelente”.
Mientras hablaba en el recinto, se vio a varios congresistas negociar y acordar la votación que harían para las mesas directivas del Senado y de la Cámara. Algunos de ellos se enviaban, vía WhatsApp, mensajes e imágenes para impulsar, por ejemplo, la candidatura de Andrés Calle, del Partido Liberal, como presidente de la Cámara. Los conservadores también hicieron lo propio presionando a varios legisladores para que votaran por Iván Name como presidente al Senado, y no por Angélica Lozano, quien era la candidata oficial de Alianza Verde.
El presidente, quien no quiso leer el discurso que le preparó su equipo de comunicaciones, habló sobre la importancia de solicitar un acuerdo nacional para llegar a consensos. Y, como pocas veces lo ha hecho, reconoció el trabajo del gobierno de Iván Duque para comenzar la transición hacia energías limpias. “Hemos heredado un balbuceo indudable, pero cierto, del gobierno anterior que ya había captado la necesidad de esa transición energética”. Aunque también le lanzó sus pullas.
Desde el comienzo de su alocución empezó a dar noticias. Habló sobre la reforma del Código Minero y dedicó por lo menos 25 minutos a hablar sobre la reforma agraria y la compra de tierras. Con un tono lejos de ser impositor, les propuso a los congresistas que le permitieran comprar 500.000 hectáreas de tierra por año, para avanzar en el cumplimiento de la reforma rural integral, pactada en el Acuerdo de Paz de 2016.
En varias oportunidades Petro se refirió al eslogan que lo llevó hasta la Casa de Nariño. “Colombia, potencia mundial de la vida” fueron seis palabras que repitió en varias ocasiones cuando habló sobre los logros de su Gobierno: la aprobación de su Plan Nacional de Desarrollo, su política de seguridad humana y la “paz total”. Según él, en este año ha caído entre 60 y 65 % la cifra de muerte de soldados y policías en medio de la guerra.
Veeduría a través de redes
Para el mandatario, las cifras son la muestra de que la guerra entre el Estado y la insurgencia está próxima a terminar, premisa que impulsó a un representante de la oposición a interrumpir su intervención para gritarle “mentiroso”. El presidente lo escuchó y le dijo que no mentía. Fue esa misma oposición, que igual iba a hacer uso de su derecho a réplica una vez terminara el mandatario, que se hizo sentir a través de redes.
El representante Hernán Cadavid, del Centro Democrático, cuestionó las cifras de Petro, refiriéndose con sarcasmo a la “potencia mundial de la vida”. Y trajo a colación las 53 masacres que han ocurrido en lo que va del año, los 91 casos de asesinatos de líderes sociales y los 22 de firmantes de paz. “No puede manipular las cifras”, le refutó en un trino.
María Fernanda Cabal, senadora del mismo partido, tampoco esperó su turno e iba reaccionando en vivo en su Twitter. Incluso, trajo a colación una masacre en Putumayo, que ocurrió el 19 de julio, y la explosión de una granada en la zona urbana de Jamundí ese mismo día.
Pero Petro siguió presentando resultados y dedicó buena parte de su discurso a destacar su cambio en el enfoque de la política antidrogas: “Han disminuido los envíos de cocaína de Colombia a Estados Unidos”. En el Salón Elíptico se escucharon aplausos y ovaciones al presidente en al menos seis oportunidades.
Aunque en un momento dijo que no había mucho que celebrar. “No es para aplaudir, porque aparece otro desastre en el horizonte: por eso, en las regiones cocaleras hay hambre”. Y así se refirió a la crisis económica que viven varias comunidades rurales desde hace un año, en territorios donde todavía no llegan proyectos de sustitución de cultivos de uso ilícito. Además, habló de sus propuestas de cambio, de su ambición por frenar la deforestación de la Amazonia y de las iniciativas que espera que tengan eco en el Legislativo, para que se hagan realidad.
Para lograrlo dijo que era momento de un gran acuerdo: “¿Un acuerdo nacional es mantener las cosas como están? ¿Es volver al pasado? (...) Creo que un acuerdo nacional versa alrededor de tener una sociedad más justa y próspera”. Como pocas veces lo ha hecho, Petro reconoció que era momento de ceder -y quizá de negociar con visiones políticas opuestas- para construir un país más equitativo.
Al finalizar su intervención, la oposición reclamó su derecho a réplica. La primera en hablar fue la senadora María Fernanda Cabal, que no intervino por más de cinco minutos. Le siguieron los representantes Érika Tatiana Sánchez, Marelen Castillo y Daniel Carvalho. Varios de ellos le recordaron la importancia de darles su lugar a los partidos independientes, que representan 76 congresistas divididos en seis partidos.
El senador David Luna, de Cambio Radical, hizo énfasis en que Petro debía gobernar para todo un país y no solo para el sector que lo llevó a la Casa de Nariño. En su intervención le siguió el tono conciliador a Petro y agradeció que se hubiera quedado para escuchar a la oposición. Ese escenario dista del que se vio hace un año, con el expresidente Iván Duque, quien en la instalación del pasado Congreso le dio la espalda a la oposición que hoy es gobierno y salió del recinto en medio de reclamos y chiflidos.
¿Y las presidencias del Congreso?
Luego de la instalación del segundo año del Congreso, los integrantes de ambas corporaciones votaron para elegir a sus presidentes.
Cámara
En Cámara, con 179 votos, fue elegido como presidente el representante liberal Andrés Calle. Su único contrincante, también del Partido Liberal, era Julián Peinado, quien retiró su postulación a último momento, en medio de la sesión. Calle es abogado y politólogo oriundo de Montelíbano (Córdoba). En su primer período como congresista (entre 2018 y 2022), fue integrante de la Comisión Primera y de la Comisión de Acusaciones. Fue uno de los congresistas que citó a debate de control político a Diego Molano, exministro de Defensa, por el incremento de extorsiones en el país.
Senado
La plenaria del Senado eligió con una votación de 54 votos a Iván Name como el presidente de la corporación. Angélica Lozano era su copartidaria, quien se quedó con 50 sufragios. Ella venía peleando por ese cargo desde que se abrió la puja, pero –pese su experiencia– no logró los apoyos necesarios.
En la pelea por la presidencia de la corporación también estuvo el senador Inti Asprilla, pero se reitró de la carrera por la Presidencia del Senado para no generar división.
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