Petro a Policía: “que condición económica no impida hacer carrera hasta la cúpula”
El presidente Gustavo Petro se refirió a las reformas a la Fuerza Pública en la transmisión de mando del nuevo director de la Policía, mayor general Henry Sanabria Cely.
Con aplausos, la fuerza pública recibió el discurso del presidente Gustavo Petro sobre las reformas más fundamentales que su gobierno piensa implementar para la Policía y el Ejército. Insistió en que para logarlo hay que dejar de lado el convencimiento de las fuerzas sobre la existencia de un “enemigo interno”.
Su mensaje tuvo lugar durante la ceremonia transmisión de mando del nuevo director de la Policía Nacional, mayor general Henry Armando Sanabria Cely, en la Escuela General Santander, en Bogotá.
Su discurso, por supuesto, tuve un profundo corte político porque, en primer lugar, habló directa y concretamente sobre la urgencia de que la Policía y demás entidades de autoridad adopten el concepto de seguridad humana. En ese sentido, comentó que aquel nombre no es un invento suyo, sino una discusión mundial que tiene hoy como escenario a las Naciones Unidas.
“Hemos medido la seguridad en bajas, cuántos muertos, cuántos presos. Día a día la tv saca balances en ese objetivo. A mi me presentaban esos balances siendo alcalde de Bogotá. Sin embargo, muertos tras muertos, bajas tras bajas, muchos de los indicadores de la seguridad no han mejorado. Nosotros queremos proponer el concepto que se basa no en el número de bajas, sino en el aumento de la vida. Cómo en una jurisdicción lo que aumenta es la vida y no la muerte. Cómo disminuye el riesgo de que alguien muera en una inundación. Cómo disminuye el riesgo de morir para el conjunto de la sociedad”, explicó el primer mandatario al respecto. Eso sí, dejo claro que la seguridad humana y su misión de salvar la existencia humana “que incluye indudablemente el desmantelamiento de las organizaciones multicrimen”.
En un ejercicio de mando, pero también de honestidad para encarar lo que ha estado mal en los mandos en Colombia, o que ya no funciona, el jefe de Estado le pidió a sus militares y policías casi que miraran el reflejo de su institución para ir más allá de la concepción del “enemigo interno” para resolver los verdaderos problemas de seguridad del país.
“Tenemos más problemas que los que se fundamentan en la vieja doctrina de seguridad fundada en la creencia falsa de que existe un enemigo interno en Colombia, de que alguien confabula en marte para hacernos daño a nosotros. No existe enemigo interno en la sociedad colombiana, existen personas que sufren de manera diferente las circunstancias que vivimos en este país. Algunas fuertes, algunas con posibilidades, con privilegios, con tantas capacidades que resisten. Otras no, otras muy débiles en territorios excluidos donde ha llegado la Policía, el Ejército, pero nunca el médico, el psicólogo o la comida siquiera. ¿Cómo enfrentar entonces esa poderosa organización multicrimen?”, señaló en la Escuela General Santander.
Así las cosas, una de sus ideas principales es ampliar el entendimiento de las bandas criminales, del narcotráfico, como mafias que se han transformado y que, por lo mismo, requieren una acción diferente por parte de los uniformados, para poder ganar esa batalla.
“El multicrimen no solo se dedican al narcotráfico, pueden establecer controles que llevan no solo a las drogas, a las rutas para exportarlas o microtráfico, sino que además pasan a extorsiones generalizadas de barrios y zonas enteras rurales y urbanas. No solo es la extorsión, es el secuestro, captura de rentas ilegales que hace que la sociedad quede sometida, sin derechos, sin libertades, en muchas regiones de Colombia. El incremento de las masacres, de asesinatos de líderes y excombatientes, de asesinato en general, desde el robo del celular hasta la banda multicrimen, tenemos una realidad en donde la tranquilidad ciudadana no ha aumentado”, agregó.
La visión de su gobierno consiste en que desde la seguridad humana podrán generarse las herramientas y los datos, más allá de la fuerza y la represión enfocada en dar de baja a criminales, para poder identificar y revelar el negocio detrás del crimen. “La seguridad humana puede construir instrumentos que puedan dar datos para un blindaje a la sociedad colombiana. Si nuestro pueblo no tiene hambre, habrá menos crimen. Si nuestros jóvenes pueden entrar a una universidad en el Catatumbo, Tumaco, o en Leticia (solo el 8 % de los muchachos en Amazonas pueden entrar a una universidad), habrá menos crimen”.
¿Cuáles son las reformas de Petro para la Policía y Ejército?
Además del concepto de seguridad humana y la desestimación de una vez por todas del concepto de enemigo interno, Petro propone que se descriminalicen ciertas prácticas, algunas de ellas relacionadas con la siembra de coca o el consumo de drogas, pues insiste en que Colombia ha tenido la tradición de “criminalizar cuanta cosa no deberíamos criminalizar”.
“Desde cuando un campesino que cosecha coca es un criminal, si más bien es un campesino que cultiva eso porque no tiene más que cultivar o porque otras cosas se producen tan caro que no puede sostener a su familia. Desde cuando es criminal un joven que consume y que debería tener es un médico, un psicólogo al lado, tratando de superar las debilidades de la mente”, dijo.
Para el primer mandatario, entre líneas, la Fuerza Pública ha arremetido con desequilibrio contra la sociedad civil pobre, cuando el verdadero objetivo es la poderosa organización multicrimen. “Deberíamos recordar la Constitución del 91, que dice que la fuerza policial es una fuerza armada civil para garantizar los derechos y las libertades de todos y todas las colombianas. Eso está en la Constitución. Quizá la historia del país no ha permitido que se pueda concretar a fondo y profundamente”, añadió.
Volver la Policía un cuerpo civil
En la discusión nacional ha estado, durante años, la propuesta de que la Policía pase del Ministerio de Defensa al del Interior, para que cumpla el mandato que se lee en la carta magna. Aunque varios proyectos de los partidos alternativos y de izquierda lo han intentado en el pasado, no han tenido éxito, pero ahora esa fuerza política está en el poder.
“La Corte Interamericana de Derechos Humanos habla sobre que la Policía no pertenezca al Ministerio de Defensa, algo que está en discusión pública y que tenemos que discutir entre nosotros también, entre ustedes, la idea de que la policía deje de ser un cuerpo militar en algunos aspectos porque la organización multicrimen no es una organización militar como sí lo era la guerrilla, la insurgencia y algunas de las organizaciones mafiosas”, explicó.
“Si la actividad por la que se vende cocaína es tener dinero, y se tramita en nuestra economía nacional a través de mega operaciones de lavado de activos, explíqueme alguien cómo con instrumentos militares se puede destruir la organización de lavado de activos. Para eso tenemos que tener contadores, expertos en ingeniería financiera, expertas en inteligencia policial, expertas en transacciones bancarias a nivel mundial, que no se pueden bautizar como militares. Muchas veces hemos presentado bajas, pero cuántas veces hemos podido presentar a los grandes lavadores de dinero, de América. ¿En dónde viven ellos? ¿De qué manera podemos llevarlos a la justicia’ Tenemos un gran camino que recorrer que tiene que ver con la institución policial.”, agregó.
“Que cualquier patrullero pueda ser general de la República por mérito”
Entre las múltiples reformas (de filosofía y de ejecución) que Petro quiere realizar en la Fuerza Pública, está la implementación real de la igualdad de las mujeres en las instituciones. Esto es importante porque hace parte del macro compromiso del presidente con las feministas, colectivas que lo apoyaron en la recta final de la contienda presidencial que lo llevó al poder.
“La igualdad entre el hombre y la mujer en la Policía debe ser práctica cotidiana. Hay que fortalecer y continuar con lo que se ha hecho”, dijo, incluyendo la necesidad de avanzar en el cuidado y las denuncias de mujeres al interior de la institución. Asimismo dijo que si un comandante come en el mismo lugar que un patrullero, con los mismos utensilios y de la misma comida, pues será no solo un mando más respetado, sino más unido, y generará mayor unidad en sus filas.
Toda esa visión de igualdad también tiene que ver con que el acceso a la carrera policial de altos rangos sea posible, incluso para las poblaciones de origen más pobre que integran la entidad y que por temas económicos solo logran escalar a los puestos más bajos de la jerarquía.
“Que cualquier patrullero puede ser general de la República simplemente por mérito y no porque tuvo el dinero para hacer un curso. No se tiene matricula para entrar a la institución, pero se cobran otras cosas. No debe haber un cobro para pasar de un mundo al otro. Estudiar en las diferentes escuelas de la Policía Nacional debe ser completamente gratuito para sus miembros y es la primera reforma que les propongo. Lleva a un asunto complejo, he pedido una consulta con las bases. Para llegar al ejecutivo debes empezar por ser patrullero. Que todo miembro tenga que pasar por allí. Eso es un cambio que tiene sus bemoles pero que puede generar fortaleza y unión del mando. Que no haya diferenciación social. Que la condición económica no impida a una mujer ni a un hombre hacer la carrera hasta la cúpula”, destacó el presidente Gustavo Petro. Su voz con ese mensaje fue aplaudido por las filas presentes en la ceremonia.
En ese sentido, su idea es que la Policía tenga mayor escolaridad para que así sea mejor, respete más la dignidad propia y la ajena, de la gente que debe proteger, y tenga más capacidades para resolver los crímenes. “Necesitamos inteligencia financiera para descubrir las transacciones ilícitas, entonces necesitamos capacidades profesionales. Esto se ve en implementar un programa para que las personas patrulleras pueden acoplar su trabajo con la educación superior”, dijo.
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Con aplausos, la fuerza pública recibió el discurso del presidente Gustavo Petro sobre las reformas más fundamentales que su gobierno piensa implementar para la Policía y el Ejército. Insistió en que para logarlo hay que dejar de lado el convencimiento de las fuerzas sobre la existencia de un “enemigo interno”.
Su mensaje tuvo lugar durante la ceremonia transmisión de mando del nuevo director de la Policía Nacional, mayor general Henry Armando Sanabria Cely, en la Escuela General Santander, en Bogotá.
Su discurso, por supuesto, tuve un profundo corte político porque, en primer lugar, habló directa y concretamente sobre la urgencia de que la Policía y demás entidades de autoridad adopten el concepto de seguridad humana. En ese sentido, comentó que aquel nombre no es un invento suyo, sino una discusión mundial que tiene hoy como escenario a las Naciones Unidas.
“Hemos medido la seguridad en bajas, cuántos muertos, cuántos presos. Día a día la tv saca balances en ese objetivo. A mi me presentaban esos balances siendo alcalde de Bogotá. Sin embargo, muertos tras muertos, bajas tras bajas, muchos de los indicadores de la seguridad no han mejorado. Nosotros queremos proponer el concepto que se basa no en el número de bajas, sino en el aumento de la vida. Cómo en una jurisdicción lo que aumenta es la vida y no la muerte. Cómo disminuye el riesgo de que alguien muera en una inundación. Cómo disminuye el riesgo de morir para el conjunto de la sociedad”, explicó el primer mandatario al respecto. Eso sí, dejo claro que la seguridad humana y su misión de salvar la existencia humana “que incluye indudablemente el desmantelamiento de las organizaciones multicrimen”.
En un ejercicio de mando, pero también de honestidad para encarar lo que ha estado mal en los mandos en Colombia, o que ya no funciona, el jefe de Estado le pidió a sus militares y policías casi que miraran el reflejo de su institución para ir más allá de la concepción del “enemigo interno” para resolver los verdaderos problemas de seguridad del país.
“Tenemos más problemas que los que se fundamentan en la vieja doctrina de seguridad fundada en la creencia falsa de que existe un enemigo interno en Colombia, de que alguien confabula en marte para hacernos daño a nosotros. No existe enemigo interno en la sociedad colombiana, existen personas que sufren de manera diferente las circunstancias que vivimos en este país. Algunas fuertes, algunas con posibilidades, con privilegios, con tantas capacidades que resisten. Otras no, otras muy débiles en territorios excluidos donde ha llegado la Policía, el Ejército, pero nunca el médico, el psicólogo o la comida siquiera. ¿Cómo enfrentar entonces esa poderosa organización multicrimen?”, señaló en la Escuela General Santander.
Así las cosas, una de sus ideas principales es ampliar el entendimiento de las bandas criminales, del narcotráfico, como mafias que se han transformado y que, por lo mismo, requieren una acción diferente por parte de los uniformados, para poder ganar esa batalla.
“El multicrimen no solo se dedican al narcotráfico, pueden establecer controles que llevan no solo a las drogas, a las rutas para exportarlas o microtráfico, sino que además pasan a extorsiones generalizadas de barrios y zonas enteras rurales y urbanas. No solo es la extorsión, es el secuestro, captura de rentas ilegales que hace que la sociedad quede sometida, sin derechos, sin libertades, en muchas regiones de Colombia. El incremento de las masacres, de asesinatos de líderes y excombatientes, de asesinato en general, desde el robo del celular hasta la banda multicrimen, tenemos una realidad en donde la tranquilidad ciudadana no ha aumentado”, agregó.
La visión de su gobierno consiste en que desde la seguridad humana podrán generarse las herramientas y los datos, más allá de la fuerza y la represión enfocada en dar de baja a criminales, para poder identificar y revelar el negocio detrás del crimen. “La seguridad humana puede construir instrumentos que puedan dar datos para un blindaje a la sociedad colombiana. Si nuestro pueblo no tiene hambre, habrá menos crimen. Si nuestros jóvenes pueden entrar a una universidad en el Catatumbo, Tumaco, o en Leticia (solo el 8 % de los muchachos en Amazonas pueden entrar a una universidad), habrá menos crimen”.
¿Cuáles son las reformas de Petro para la Policía y Ejército?
Además del concepto de seguridad humana y la desestimación de una vez por todas del concepto de enemigo interno, Petro propone que se descriminalicen ciertas prácticas, algunas de ellas relacionadas con la siembra de coca o el consumo de drogas, pues insiste en que Colombia ha tenido la tradición de “criminalizar cuanta cosa no deberíamos criminalizar”.
“Desde cuando un campesino que cosecha coca es un criminal, si más bien es un campesino que cultiva eso porque no tiene más que cultivar o porque otras cosas se producen tan caro que no puede sostener a su familia. Desde cuando es criminal un joven que consume y que debería tener es un médico, un psicólogo al lado, tratando de superar las debilidades de la mente”, dijo.
Para el primer mandatario, entre líneas, la Fuerza Pública ha arremetido con desequilibrio contra la sociedad civil pobre, cuando el verdadero objetivo es la poderosa organización multicrimen. “Deberíamos recordar la Constitución del 91, que dice que la fuerza policial es una fuerza armada civil para garantizar los derechos y las libertades de todos y todas las colombianas. Eso está en la Constitución. Quizá la historia del país no ha permitido que se pueda concretar a fondo y profundamente”, añadió.
Volver la Policía un cuerpo civil
En la discusión nacional ha estado, durante años, la propuesta de que la Policía pase del Ministerio de Defensa al del Interior, para que cumpla el mandato que se lee en la carta magna. Aunque varios proyectos de los partidos alternativos y de izquierda lo han intentado en el pasado, no han tenido éxito, pero ahora esa fuerza política está en el poder.
“La Corte Interamericana de Derechos Humanos habla sobre que la Policía no pertenezca al Ministerio de Defensa, algo que está en discusión pública y que tenemos que discutir entre nosotros también, entre ustedes, la idea de que la policía deje de ser un cuerpo militar en algunos aspectos porque la organización multicrimen no es una organización militar como sí lo era la guerrilla, la insurgencia y algunas de las organizaciones mafiosas”, explicó.
“Si la actividad por la que se vende cocaína es tener dinero, y se tramita en nuestra economía nacional a través de mega operaciones de lavado de activos, explíqueme alguien cómo con instrumentos militares se puede destruir la organización de lavado de activos. Para eso tenemos que tener contadores, expertos en ingeniería financiera, expertas en inteligencia policial, expertas en transacciones bancarias a nivel mundial, que no se pueden bautizar como militares. Muchas veces hemos presentado bajas, pero cuántas veces hemos podido presentar a los grandes lavadores de dinero, de América. ¿En dónde viven ellos? ¿De qué manera podemos llevarlos a la justicia’ Tenemos un gran camino que recorrer que tiene que ver con la institución policial.”, agregó.
“Que cualquier patrullero pueda ser general de la República por mérito”
Entre las múltiples reformas (de filosofía y de ejecución) que Petro quiere realizar en la Fuerza Pública, está la implementación real de la igualdad de las mujeres en las instituciones. Esto es importante porque hace parte del macro compromiso del presidente con las feministas, colectivas que lo apoyaron en la recta final de la contienda presidencial que lo llevó al poder.
“La igualdad entre el hombre y la mujer en la Policía debe ser práctica cotidiana. Hay que fortalecer y continuar con lo que se ha hecho”, dijo, incluyendo la necesidad de avanzar en el cuidado y las denuncias de mujeres al interior de la institución. Asimismo dijo que si un comandante come en el mismo lugar que un patrullero, con los mismos utensilios y de la misma comida, pues será no solo un mando más respetado, sino más unido, y generará mayor unidad en sus filas.
Toda esa visión de igualdad también tiene que ver con que el acceso a la carrera policial de altos rangos sea posible, incluso para las poblaciones de origen más pobre que integran la entidad y que por temas económicos solo logran escalar a los puestos más bajos de la jerarquía.
“Que cualquier patrullero puede ser general de la República simplemente por mérito y no porque tuvo el dinero para hacer un curso. No se tiene matricula para entrar a la institución, pero se cobran otras cosas. No debe haber un cobro para pasar de un mundo al otro. Estudiar en las diferentes escuelas de la Policía Nacional debe ser completamente gratuito para sus miembros y es la primera reforma que les propongo. Lleva a un asunto complejo, he pedido una consulta con las bases. Para llegar al ejecutivo debes empezar por ser patrullero. Que todo miembro tenga que pasar por allí. Eso es un cambio que tiene sus bemoles pero que puede generar fortaleza y unión del mando. Que no haya diferenciación social. Que la condición económica no impida a una mujer ni a un hombre hacer la carrera hasta la cúpula”, destacó el presidente Gustavo Petro. Su voz con ese mensaje fue aplaudido por las filas presentes en la ceremonia.
En ese sentido, su idea es que la Policía tenga mayor escolaridad para que así sea mejor, respete más la dignidad propia y la ajena, de la gente que debe proteger, y tenga más capacidades para resolver los crímenes. “Necesitamos inteligencia financiera para descubrir las transacciones ilícitas, entonces necesitamos capacidades profesionales. Esto se ve en implementar un programa para que las personas patrulleras pueden acoplar su trabajo con la educación superior”, dijo.
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