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Hace 30 años el Epl y Quintín Lame dejaron las armas para unirse a la Constituyente

Jaime Fajardo Landaeta y Darío Mejía fueron los representantes por el Epl, y Alfonso Peña Chape por el Quintín Lame, quien aportó a la escritura de la protección de los derechos de las poblaciones indígenas del país.

01 de marzo de 2021 - 06:26 p. m.
Humberto de la Calle saluda a los delegatarios del Epl a la Constituyente.
Humberto de la Calle saluda a los delegatarios del Epl a la Constituyente.
Foto: El Espectador
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Hace 30 años, en una cancha de fútbol del campamento de Labores, en el municipio de Belmira (Antioquia), invocando a quienes fueron los pioneros de su idea en 1967, hizo dejación de sus armas el Ejército Popular de Liberación (Epl). Uno a uno, los partícipes de una delegación del Epl que concurrieron al lugar y entregaron sus armas al constituyente Francisco Rojas Birry. A la misma hora, en la localidad de Juan José (Córdoba), otro grupo de guerrilleros también simbolizó el fin de su guerra.

Ante decenas de líderes políticos y sociales, en esta ocasión el garante del proceso de dejación de armas fue el delegado de la Internacional Socialista, Edgar Ubaldes, y la misma acción se repitió en Pueblo Nuevo, región de Urabá; en Villa Claret, en el departamento de Risaralda; en el caserío de Arenas, en el departamento de Bolívar; y en Villa del Rosario, en el departamento de Norte de Santander. Con estos gestos políticos, solo quedaba el marco preciso para esta acción, y este no fue otro que la Asamblea Nacional Constituyente.

Una semana después de la dejación de armas, el último comandante del Epl, Bernardo Gutiérrez, acudió a la Asamblea en compañía de los dirigentes Jaime Fajardo Landaeta y Darío Mejía, para formalizar su transición a la paz. “Hace ocho días, éramos el Ejército Popular de Liberación, ahora somos el movimiento Esperanza, Paz y Libertad, y ustedes y los demás colombianos pueden contar con nosotros para la gran empresa de reconciliar al país”, manifestó ese día Gutiérrez.

Enseguida, el copresidente de la Asamblea, Horacio Serpa Uribe, les tomó el juramento a dos nuevos constituyentes: Fajardo Landaeta y Darío Mejía. Después de 23 años de confrontación con el Estado, el Epl cesaba su fuego. Un largo proceso de diálogos que tuvo un primer capítulo durante los acuerdos de paz en la era de Belisario Betancur; que después intervino en procesos de negociación con los demás grupos insurgentes como Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar; y finalmente el acto de la Constituyente.

Como quedó acordado, los constituyentes Fajardo y Mejía participaron en la Asamblea, y en apoyo de la comisión legislativa que reemplazó al Congreso. En las elecciones regionales de 1992, el grupo Esperanza, Paz y Libertad, como pasó a llamarse el Epl, se sumó a la Alianza Democrática M19, logrando escoger varios alcaldes y concejales en los departamentos Córdoba y Antioquia. También uno de sus congresistas más destacados fue Aníbal Palacio.

Sin embargo, por las particularidades de la guerra, los desmovilizados del movimiento Esperanza, Paz y Libertad fueron blanco de varios frentes. Inicialmente de las Farc, que los declaró objetivo militar en la región de Urabá principalmente; y también de algunos grupos disidentes, como el encabezado por el jefe guerrillero Francisco Caraballo, hasta que este fue capturado en junio de 1994. Como Epl, después nacieron unas estructuras armadas, pero ya no con la ideología o consistencia que tuvo el grupo guerrillero tiempo atrás.

Al gesto de entrega de armas protagonizado por el Epl hace 30 años, se sumó el también grupo insurgente de origen indigenista Quintín Lame. Esta organización aceptó concentrar sus frentes en Pueblo Nuevo (Cauca), a donde acudieron los artífices de una negociación exitosa: el consejero de Paz, Jesús Antonio Bejarano; el constituyente Antonio Navarro Wolf; el delegado del Epl, Bernardo Gutiérrez; y un grupo de dirigentes eclesiásticos y políticos, que llegó a darle apoyo a esta negociación de paz.

Con la acción del Quintín Lame, también salió de la guerra un grupo surgido desde el asesinato del sacerdote de Paez, Álvaro Ulcué Chocué, cuya muerte fue perpetrada en Santander de Quilichao (Cauca) en 1984. Por eso, el Quintín Lame desarrolló su accionar militar en este departamento, donde finalmente dejó también sus armas, tal como lo hizo el Epl. Por parte de Quintín Lame, a la Asamblea Constituyente llegó Alfredo Peña Chape el 9 de abril de 1991 y se sumó a las discusiones de Rojas Birry y Lorenzo Muelas a favor de los derechos de las poblaciones indígenas. Con sus desmovilizaciones, las dos organizaciones le hicieron de paso un homenaje a la Asamblea Nacional Constituyente como escenario de su regreso a la civilidad.

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