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En el Panel de Opinión 2022 no se podían reflejar cambios en las opiniones de los líderes frente al nuevo gobierno porque estaba recién instalado. En el de este año, ¿hay alteraciones significativas en las respuestas de los encuestados por el “factor” Petro y su administración?
Hay cambios notorios en varios frentes. Por ejemplo, los líderes ya no parecen tan preocupados por asuntos como las relaciones con Venezuela, la transparencia en las elecciones, el tema de la paz o la corrupción. Sus preocupaciones se centran en la lucha contra la inflación, la disminución de la desigualdad, las relaciones con Estados Unidos y la gobernabilidad del presidente Petro.
Sin embargo, en las conversaciones callejeras y en las campañas políticas sí hay otros temas: la desconfianza de los empresarios en el futuro de sus negocios, el aumento de la polarización ideológica, la Fiscalía y la Procuraduría como actores políticos, el aparente interés en la salud del presidente, etc. ¿Estos elementos aparecen en las respuestas del Panel 2023 o no existen?
Las preocupaciones sobre la “catástrofe” económica se han ido disipando. Buena parte de los empresarios entienden que la fortaleza institucional del país les permite seguir avanzando durante un gobierno de izquierda democrática. Lo que sí se nota es una calificación muy baja para la Fiscalía, la Contraloría y la Procuraduría. En cuanto a estas tres entidades, los líderes consultados opinan que no están cumpliendo un buen papel en la actual coyuntura. La salud del presidente no constituye una preocupación relevante para ellos.
En materia de confiabilidad de las instituciones, las mejor calificadas son las que tradicionalmente han figurado: el Banco de la República y las cortes Constitucional, Suprema y la JEP. Pero en los lugares más bajos, como usted dice, aparecen la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría. ¿Cómo se explica esa percepción tan distante entre la Rama Judicial y los organismos judiciales o de control?
Como dije, hay consenso sobre la mediocridad de las cabezas de esas tres instituciones: tienen niveles menores de legitimidad entre los líderes de opinión y, por eso, han sido castigadas por ellos.
Las críticas de la prensa a esas entidades, pero en particular a quienes las dirigen, ¿han hecho mella o la percepción ciudadana general es más determinante en su poca aceptación?
Parece haber una combinación tanto del juicio reflexivo de los líderes como de la percepción ciudadana respecto de que la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría no han estado a la altura de la situación nacional. Y por eso la calificación que les dan es la de mediocridad, por decir lo menos.
Volvamos a la imagen de Petro. Sus mejores resultados como los peores son similares a los que se perciben en público: bien en materia social, mal en seguridad. Pero no deja de sorprenderme que los líderes consultados no lo descalifiquen en economía. Entre ellos, ¿hay personas representativas de los gremios y del sector financiero? Pregunto porque las declaraciones de los empresarios en medios no son tan positivas.
El Panel cuenta con una muestra representativa de empresarios y líderes gremiales. A pesar de las críticas que tienen frente al presidente en temas de gobernabilidad y los evidentes problemas de seguridad, le reconocen el comportamiento general de la macroeconomía, su gestión en el área ambiental y las reivindicaciones sociales. Con los hechos se ha demostrado, según las respuestas, el comportamiento responsable del Gobierno en materia fiscal, en la reforma tributaria que se aprobó y en el balance general. Por supuesto, se evidencian discrepancias con algunas políticas oficiales, como el que se les ha dado al sector minero y la reforma a la salud.
Y, entonces, la fricción permanente que se siente entre el empresariado y el Gobierno, ¿por qué no se evidencia en las respuestas de los líderes consultados?
Sí se nota, pero no es generalizada ni mayoritaria; tampoco es extensiva a todos los temas. Un factor satisfactorio de un tipo de ejercicio como el del Panel de Opinión es que este es reflexivo, lo cual permite distinguir, sin pasión, lo bueno de lo malo o de lo regular, sin el afán del clic, del like o de los aplausos en las redes.
El problema de percepción pública más grave que parece enfrentar el presidente Petro, además del de seguridad, es de gobernabilidad. ¿A qué se refiere el Panel con ese ítem: a la capacidad de manejar el país o a la posibilidad de lograr acuerdos con los demás sectores políticos y económicos?
Se refiere a varios aspectos: primero, a la capacidad de pasar de los discursos a las realizaciones, hecho que es notorio en las conversaciones sobre el bajo nivel de ejecución presupuestal. Segundo, al tono y las formas del presidente para plantear algunos de sus propósitos: a pesar de que hay temáticas con las que los líderes están de acuerdo con él, persisten dudas sobre su margen de acción para llevarlas a la práctica. Tercero, a la posibilidad de rehacer la coalición que fue bien recibida cuando el presidente la conformó, pero criticada cuando decidió romperla.
En las respuestas, ¿es mayoritaria la opinión de que hay menos gobierno que presidente y que este se encuentra muy aislado?
Los consultados no van tan lejos, pero sí se nota en sus respuestas, que creen que hay más capacidad de discurso que de ejecución.
Otro dato sorprendente, en cuanto al mandatario, es su primer puesto en los “tuiteros” más seguidos del país, superando a periodistas profesionales como Daniel Coronell, Félix de Bedout y Daniel Samper Ospina. ¿Ese dato es bueno o malo para Petro y por qué?
Podemos hablar del “humor estadístico” de algunos líderes: se refieren a un presidente con problemas de gobernabilidad que se ha convertido en el mayor “tuitero” de la nación. El mensaje es claro: para ser notorio en Twitter, ahora red X, hay que ser radical y pendenciero. Pero para conformar una administración con gobernabilidad se necesita ser reflexivo y conciliador. Las dos actividades parecen contradictorias.
Si usted, un experto en medición de niveles de confianza pública, pudiera hacerle una recomendación al presidente respecto de su comunicación con la gente mediante trinos, ¿qué le aconsejaría? Él ha sostenido que ese es su medio predilecto para tener contacto directo con los colombianos.
El presidente ha venido perdiendo apoyos de su base, particularmente entre los jóvenes, porque, entre otras razones, ha planteado muchos temas al tiempo y ha creado confusión. De otro lado, no da la impresión de estar concentrado en la ejecución de las obras ni en los problemas del Gobierno. Trinar menos y gobernar más sería mi sugerencia.
Siguiendo la lógica que tiene el presidente, al menos en apariencia, uno diría que él está aferrado a Twitter porque puede usarlo para comunicarse a la hora, sitio y momento en que quiera y sin mediadores. ¿Cómo podría “hablar” con sus electores sin tener que esperar a que los medios decidan publicar lo que deseen y en sus espacios y tiempos?
No, el presidente no debe dejar de trinar del todo, sino que debería hacerlo con más prudencia y mesura. Se haría un favor si reconociera que ser radical y agresivo en las redes mina sus esfuerzos por construir un acuerdo nacional.
Por primera vez ustedes comparan la gestión de varios presidentes. ¿Cómo le va a Petro en materia de seguridad con respecto a sus antecesores?
El instrumento de evaluación de los líderes sobre Santos en su segundo mandato, Duque y Petro en su primer año de gobierno, es muy poderoso: la comparación nos permite ver que a Petro le va muy bien en los temas ambientales y muy mal en los de orden público, y que, en términos generales, su desempeño es superior al de Iván Duque. En la opinión reflexiva y detallada de los líderes consultados, al actual presidente le va bien.
Otra sorpresa. Me remito, de nuevo, a lo que se escucha en la calle, en donde no hay alabanzas, sino quejas sobre Petro. ¿Los resultados del Panel van en contravía de lo que vive el país?
No, para nada. En las encuestas que hicimos notamos que hay gente que valora los esfuerzos del mandatario, aunque también critican lo que llaman “desmanes” presidenciales. Quiero reiterar que el Panel es un ejercicio reflexivo que no se mueve al calor de las redes ni de la agenda diaria de los medios de comunicación.
Entonces, ¿cómo le va a Petro respecto de Duque y de Santos en las diversas categorías analizadas?
Claramente a Petro le va mucho mejor que a Duque en todo, salvo en temas de seguridad. En cuanto a las funciones oficiales y a su gabinete ministerial, Petro muestra un mejor desempeño. Frente a Santos, aparece mejor calificado en medio ambiente, aunque Santos lo supera en materia de relaciones internacionales y de Ministerio de Vivienda. En Minas y Energía, la exministra Vélez es la peor evaluada.
¿Cómo se explica que, del comparativo entre los tres períodos presidenciales y en opinión de los líderes consultados por ustedes, el de peor resultado haya sido Duque, siendo que este es de la entraña del establecimiento y que Petro es visto como un “outsider”?
Solamente hay dos acciones en las que Duque supera a Petro: combate a la guerrilla y bandas criminales, y lucha contra la delincuencia urbana. En todos los demás aspectos Gustavo Petro está mejor calificado, en las respuestas de los líderes, que Duque, comparado el primer año de cada uno. Probablemente algunos sectores del establecimiento fueron más complacientes con Duque, pero en su evaluación meditada los líderes fueron más rigurosos con este que con el actual presidente.
Según una de las gráficas publicadas por ustedes, en el rango “nivel de confianza en el Ejército y la Policía”, y contando los períodos de Santos, de Duque y el actual, el nivel más bajo, otra vez, es el de Duque. ¿Por qué opinan eso quienes contestaron su encuesta, siendo que Duque hasta llegó a ponerse chaqueta de la Policía en medio de una manifestación violenta?
Al parecer los líderes tienen claro que la legitimidad de militares y policías es más alta cuando el Gobierno cuenta con una lectura institucional del uso de la fuerza del Estado. Mientras Uribe y Duque preferían la mano dura, casi sin control de los excesos, Santos y Petro se han inclinado por exigir mayor prudencia en el ejercicio de las funciones de los cuerpos de seguridad. Insisto, de este modo, la legitimidad de esas instituciones aumenta, según se refleja en las respuestas de los consultados, lo cual redunda en mayor apoyo ciudadano.
En todo caso, me parece poco creíble que Duque haya obtenido una calificación más baja en el nivel de confianza de militares y policías cuando se puso de su lado aun en los peores escenarios humanitarios. ¿Hay alguna explicación adicional para que dé ese resultado?
Recuerde que comparamos solo el primer año de Duque con este primero de Petro. En segundo lugar, se ratifica que los líderes que dieron sus respuestas consideran que el uso de la fuerza estatal es legítimo y, por tanto, positivo para el país cuando se respetan los derechos de las personas. Eso explicaría que a Duque le haya ido mal, entre los líderes la opinión, en su manejo de las Fuerzas Armadas en cuanto tiene que ver con la confianza en su gestión. Y que ahora, al recuperarse la imagen positiva de la Fuerza Pública, se le dé una mejor calificación a un gobierno que ha contribuido con esa recuperación.
Según su panel de opinión, ¿las audiencias pueden distinguir y darles mayor credibilidad a los medios que intentan practicar un periodismo más serio y responsable o, de acuerdo con las cifras de audiencias, prefieren a los que buscan impactar con noticias escandalosas?
En el universo de los líderes de opinión la credibilidad importa mucho más que la cantidad: lo importante no es el volumen, sino la calidad de la información.
En el rango de medios, explíquenos, por favor, por qué quienes cuentan con mayor número de audiencias en otras mediciones no parecen ser los mismos con prestigio y credibilidad en su Panel.
En el Panel de Opinión se incluye a un grupo de personas más reflexivas que consumen medios en diversas fuentes y que buscan, por encima de cualquier otro factor, el de la credibilidad, como acabo de decir. Los líderes tienen claro que los volúmenes y los clik y likes son una cosa y que otra diferente es el prestigio. La búsqueda de equilibrio entre los volúmenes de audiencia y la calidad, credibilidad y prestigio no es fácil de conseguir.
La lista de los columnistas más leídos es muy parecida a la de 2022. Sin embargo, llama la atención la permanencia en el primer lugar de los caricaturistas más leídos, de Matador a pesar de que fue retirado de El Tiempo en marzo de este año. ¿Se mantiene junto con sus seguidores solo con base en las redes?
Insisto en que hay cambios en todas las mediciones. Hay, por ejemplo, columnistas emergentes como Ana Bejarano y Thierry Ways que se van consolidando. En el caso de caricaturistas, es claro que Matador sigue siendo la figura dominante, aun sin que sus caricaturas sean publicadas en un medio formal.
¿Eso indicaría que ya no se necesita un medio tradicional para ser oído, visto o leído masivamente?
Cada vez se necesita menos. Creo que lo que se requiere, hoy en día, es que las figuras relevantes ejerzan su actividad con enfoque multimedia, o lo que es lo mismo, que sus publicaciones se alojen en medios tradicionales, medios alternativos y redes sociales simultáneamente.
“Ecosistemas de noticias”, poder de difusión ampliado
En el Panel de Opinión, los medios que estuvieron en los primeros lugares de credibilidad en 2022, ¿permanecen en 2023 o hay cambios?
Hay cambios. Uno notorio es que, en el sector de medios digitales, encontramos a cinco ubicados en un grupo muy compacto con una gran competencia entre ellos. De otro lado, las redes sociales abren espacio y, por eso, tuvimos que presentar, por segundo año, la categoría de “líderes nativos digitales”: si bien estos no reemplazan a los medios tradicionales, sí los complementan. Un tercer aspecto es que existe un gran dinamismo en lo que he llamado “ecosistemas de audiencias”. Menciono dos: Caracol Televisión, El Espectador y Blu Radio, por un lado; Noticias Uno, Cambio, la W y los Danieles, por el otro. Esos dos grupos son muy poderosos como ecosistemas de noticias.
¿A qué llama usted “ecosistemas de noticias”?
Se presenta cuando una información que se publica en un medio, es replicada por otros medios afines al primero. Por ejemplo, una noticia de El Espectador es recogida por Caracol Televisión y por Blu Radio, o una publicada en estos dos medios, se replica en El Espectador: se crea, entonces, un ecosistema poderoso. Lo mismo suele suceder con las informaciones de Cambio, La W, Noticias Uno y Los Danieles con dinámicas similares.
“El primer ‘tuitero’ de la Nación”
Varias novedades trae el resultado final del Panel de Opinión 2023, que recoge las impresiones “reflexivas” de un mundo compuesto por 5.978 ejecutivos en diferentes áreas sobre temas que van desde la imagen del presidente Petro y las calificaciones a sus ministros hasta la calificación del desempeño de gobernadores y alcaldes salientes, y la credibilidad y prestigio de los medios de prensa más conocidos. Varios datos fueron sorprendentes. Por ejemplo, que a Petro le vaya mejor que a Duque en casi todo, comparando el primer año de gobierno de cada uno; que el mandatario sea el “tuitero” número uno de Colombia por encima de quienes tienen la escritura como su profesión, los periodistas; que los empresarios califiquen al jefe de Estado menos mal de lo que expresan en público y que se hayan creado dos mundos de comunicación diferentes a los tradicionales: los “ecosistemas de audiencias” (grupos informativos) y los “nativos digitales”, llamados así porque ejercen su profesión de periodismo o activismo en medios web fundados por ellos mismos.