“Hay que entender que sin salud no hay progreso”: gobernador de Santander
El mandatario habla de sus primeros meses de mandato, en los que, además del nuevo coronavirus, ha tenido que enfrentar otras emergencias.
Juan Sebastián Lombo Delgado / @JuanLombo/ jlombo@elespectador.com
Mauricio Aguilar es el tercer miembro de su familia que llega a la Gobernación de Santander. Primero fue su padre, Hugo Aguilar (2004-2007) —condenado por parapolítica—, y lo siguió su hermano Richard (2012-2015), que es hoy senador de la República. La llegada del tercero de los Aguilar al poder de Santander estuvo marcada por unos primeros meses llenos de agitación: incendios forestales, inundaciones, heladas y sequías, que han llegado a afectar las finanzas del departamento.
La última emergencia, y al parecer la peor, es la contingencia por el nuevo coronavirus. Un hecho que ha obligado a más de un mandatario regional a cambiar de estrategia y de ruta de gobierno. El Espectador habló con Mauricio Aguilar sobre el panorama actual de su departamento y lo que viene para sus gentes en los próximos tres años y medio de su mandato.
¿Cómo ha sido ese arranque de gobierno, cuando casi no hubo un período de adaptación?
El mandato de nuestro departamento no solo tuvo que iniciar con la pandemia, sino que hemos venido de varias emergencias: heladas, sequías, incendios, derrumbes e incomunicaciones. Ha sido una situación lo más de atípica, pero hemos sabido sortear estas situaciones. Ahora último hemos logrado enfrentar esta pandemia, desde que el 13 de marzo declaramos la emergencia sanitaria y luego la calamidad pública. Hemos logrado, a pesar de tener 30 casos positivos de COVID-19, articular con la red hospitalaria y todos los actores de la salud para crear un plan de acción y ampliar nuestra capacidad instalada. Fuimos el cuarto departamento que habilitó su laboratorio departamental, junto con el de la Universidad Industrial de Santander, para las pruebas del virus. Ahora se están realizando alrededor de 100 pruebas diarias para atender a nuestro pacientes.
¿Hubo algún cambio en el plan de gobierno por el coronavirus?
Tenemos que hacer algunos ajustes. Tenemos un gran reto como Estado y es podernos reivindicar frente a nuestro sistema de salud: su cobertura, su calidad e infraestructura. El plan de acción que presentamos ante el Gobierno nacional es la hoja de ruta para podernos reivindicar con el sistema en cada uno de los territorios. Tenemos la oportunidad de decirles que la vida es sagrada y que sin salud no hay progreso. Esta situación va a cambiar todo el panorama de todos los territorios. La pandemia tardará alrededor de año y medio, se tiene que recuperar la vida productiva más no la social. Y nosotros tenemos que reinventar nuestras actividades, porque hay que pensar cuántos restaurantes, bares y lugares de eventos no pueden funcionar durante esta época. Esa recuperación de la vida productiva nos llevará a reinventarnos y pensar cómo apoyaremos a estos sectores. Yo tengo en mente generar 40.000 empleos y 5.000 emprendimientos.
¿Toca sacrificar algo del plan de gobierno “Santander para el Mundo”?
Toca establecer prioridades, como es el sector salud. Segundo, está el tema de infraestructura. No podemos descuidar este apartado porque tenemos rezagos y atrasos. Cuando yo digo “Santander para el Mundo” es porque tenemos que potencializar nuestra economía. Sin duda le seguiré apostando a que tenemos que internacionalizar nuestra tierra, nuestros productos y nuestras empresas. Esperamos que este aislamiento, que va a ser inteligente y colaborativo, nos permita paulatinamente recuperar ese dinamismo. Siempre he proyectado que tenemos que generar empleo, no solo con estrategias a nivel nacional sino internacional. Me he enfocado en internacionalizar nuestro departamento. Ahora tardará unos meses o años más de lo esperado. Tenemos que seguir apostándole a la globalización.
Parte de ese “Santander para el Mundo”está en el sector turismo, sector que se ve reducido por la contingencia del coronavirus, ¿cómo se va a trabajar en este sector para evitar que esté arruinado cuando pase toda esta situación?
Hemos contemplado que tenemos que fortalecer el sector salud y el de infraestructura. Y tenemos que empezar a fortalecer nuevamente el sector turismo. Se aplazarán algunos proyectos, pero nosotros tenemos que comenzar a dinamizar y seguir proyectando nuestro departamento hacia el mundo. El turismo juega un papel muy importante en Santander. Cuando se levante este aislamiento tenemos que trabajar con todos los gremios y sectores económicos para ver cómo empezamos a promocionar estos sectores. Tenemos que emplear nuevas estrategias para que en el mediano y largo plazo recuperamos esa idea productiva como lo es el turismo. Esa reactivación económica ya la estamos planeando.
El tema de recursos naturales ha sido un elemento constante en Santander, sobre todo el Páramo de Santurbán, ¿cómo va a ser en su gobierno esa relación con el medio ambiente?
Santander es el segundo departamento más biodiverso de Colombia y nosotros siempre hemos hablado de la preservación y conservación de todos nuestros recursos naturales. No solo del Páramo de Santurbán, sino de todos los páramos y ecosistemas de la región. Mi postura es no a la megaminería. Tenemos que trabajar en la preservación y el desarrollo sostenible. También hay que trabajar en la recuperación de muchos reservorios y en la recuperación de nuestras ciénagas, flora y fauna. A pesar de que somos el segundo departamento con más diversidad, tenemos situaciones preocupantes. Necesitamos un departamento verde, con un desarrollo sostenible que integre toda esta política que la hemos incluido en nuestro plan de desarrollo.
¿Hay todavía intención de llevar los Juegos Nacionales al departamento?
No podemos escatimar todos los esfuerzos a pesar de las situaciones que estamos viviendo. Esperamos las directrices para saber si estos eventos se van a aplazar. Estamos esperando cuáles van a ser las medidas, pero nosotros nos vamos a seguir preparando. El deporte es una de las políticas que vamos a continuar en nuestro mandato. Paulatinamente tenemos que recuperar estos sectores y prepararnos para los grandes eventos nacionales e internacionales. Cuando hablamos de “Santander para el Mundo” es que tenemos que ser sede de los grandes eventos. Tenemos que proyectarnos para ser cada día más competitivos.
¿Qué va a pasar con el sector cultural tras el coronavirus?
Vamos a llegar con más de 3.000 ayudas a nuestros gestores culturales y artistas. Hay que reinventarnos a través de estas economías naranjas para ver cómo vamos a generarle ingresos a las personas que dependen de estos sectores. Estamos trabajando para hacer esos ajustes desde ya. No podemos permitir que estas actividades se pierdan o se descuiden.
¿Cuál fue el panorama que recibieron el 1.° de enero?
Nosotros encontramos un Plan de Alimentación Escolar (PAE) sin contratar y un sistema de transporte escolar sin contratar. Eran programas desfinanciados, por los que tuvimos que sacrificar recursos de nuestro presupuesto inicial para poder contratar nuestro PAE. Tuvimos que declarar una urgencia manifiesta para garantizar los primeros 40 días del plan de alimentación y luego hacer el proceso licitatorio. Ahora nos hemos enfocado en que los recursos, sobre todo los que afectan a los niños, son sagrados. Por otro lado, tenemos un rezago en infraestructura que no es solo del anterior gobierno. El problema es en la infraestructura vial, en la red secundaria y terciaria, también la misma red principal. La muestra de esto es que Santander tuvo una lluvia torrencial y de una quedó bloqueado en dos corredores estratégicos. Prácticamente tuvimos que duplicar los costos para llegar a la capital del país y las pérdidas económicas se han venido acumulando, no solo por lo del coronavirus.
¿Cuáles son los proyectos puntuales que tiene que apostarle el departamento?
Tenemos un gran reto que asumir, para ello esperamos que el panorama cambie. Tenemos en mente más de 500 kilómetros en vías, más de 4.000 viviendas urbanas y 2.000 rurales. Tenemos que realizar más de 1.000 programas de agua y saneamiento básico. Con el Ministerio de Vivienda tenemos la meta de llevarles estos grandes proyectos. Pero estos retos ahora van acompañados de los asuntos de infraestructura hospitalaria y en salud.
¿En estos casi cuatro meses, cuáles han sido los grandes avances de su gobernación?
Hemos avanzado en la articulación con cada uno de los mandatarios locales y gremios para la construcción del plan de desarrollo. Antes éramos islas independientes, ruedas sueltas, que mandaban a contratar el plan y no lo construíamos en conjunto. Si hablábamos de unidad y de puertas abiertas, teníamos que sentarnos con todos para hacer nuestro proyecto. Nuestro plan de desarrollo está ajustado a las necesidades de los santandereanos. Es más, Santander no solo ha tenido que enfrentar el tema de la pandemia, sino una bomba de tiempo que es el tema de los migrantes. Hemos trabajado solidariamente con la población venezolana para brindarles unas ayudas humanitarias y facilitarles su traslado. Nosotros recibimos toda la población venezolana del centro del país y del sur del continente. Lo que esperamos es que los santandereanos sientan que estamos trabajando por ellos para salir de esta situación.
Usted habla de los venezolanos y uno observa situaciones en las que tienen que dormir en las calles, dedicarse a la mendicidad, entre otras situaciones que cobran más peligro durante esta situación...
Yo he dicho que Santander tiene una bomba de tiempo con la población migrante. Nosotros hemos trasladado más de 2.000 venezolanos que nos han llegado en las últimas semanas. No solo les hemos brindado ayuda humanitaria, también estamos articulando con los alcaldes para establecer centros de atención al migrante para hacerles la vida más fácil. El llamado es a los otros gobernadores y mandatarios para que no seamos indiferentes. Tenemos que tenderles una mano amiga, facilitándoles el transporte, el hospedaje y las ayudas humanitarias que podamos.
¿Cómo ha sido la integración con Bucaramanga?
Con nuestro llamado a la unidad hemos demostrado que todos los mandatarios de la región tenemos la intención de trabajar por nuestras comunidades. Siempre he dicho que una golondrina no hace verano y hay que trabajar en equipo. Los alcaldes del área metropolitana de Bucaramanga y del resto de municipios han entendido que hay que trabajar en equipo. Desde el 27 de octubre esa ha sido nuestra consigna. Apenas ganamos, convocamos a los mandatarios del departamento y a los diferentes sectores de la sociedad para trabajar juntos. Todos hemos entendido que no podemos trabajar con sectarismos o color político. Tampoco podemos andar con el espejo retrovisor, hay que trabajar sobre lo construido.
¿Afectó que su antecesor estuviera en prisión para el proceso de empalme?
Realizamos un empalme con todos los secretarios y con el comité de empalme. Recibimos toda la información y presentamos un informe. Lo que se haya obviado de la administración saliente, pues serán los organismos de control los encargados de constatar y verificar. Todo quedó en actas.
Su posesión en el Santísimo fue muy criticada, porque fue una obra de su hermano, que fue considerada un exceso, y por la división entre religión y Estado...
Si a Santander se le da vocación turística, más allá del deporte de aventura —que ha perdido relevancia— se debe a dos íconos del turismo: el Parque Nacional del Chicamocha (Panachi)y al cerro del Santísimo. Estas obras han sido enfocadas para que haya turismo social y reactivación económica. Y esto ha generado los grandes dividendos. El gobierno de mi padre, con la ayuda del presidente Uribe, salvó Hidrosogamoso y eso nos enseñó que tenemos que ser estratégicos en materia turística. Frente al tema religioso tenemos que decir que hemos sido respetuosos de todos los credos.
Mauricio Aguilar es el tercer miembro de su familia que llega a la Gobernación de Santander. Primero fue su padre, Hugo Aguilar (2004-2007) —condenado por parapolítica—, y lo siguió su hermano Richard (2012-2015), que es hoy senador de la República. La llegada del tercero de los Aguilar al poder de Santander estuvo marcada por unos primeros meses llenos de agitación: incendios forestales, inundaciones, heladas y sequías, que han llegado a afectar las finanzas del departamento.
La última emergencia, y al parecer la peor, es la contingencia por el nuevo coronavirus. Un hecho que ha obligado a más de un mandatario regional a cambiar de estrategia y de ruta de gobierno. El Espectador habló con Mauricio Aguilar sobre el panorama actual de su departamento y lo que viene para sus gentes en los próximos tres años y medio de su mandato.
¿Cómo ha sido ese arranque de gobierno, cuando casi no hubo un período de adaptación?
El mandato de nuestro departamento no solo tuvo que iniciar con la pandemia, sino que hemos venido de varias emergencias: heladas, sequías, incendios, derrumbes e incomunicaciones. Ha sido una situación lo más de atípica, pero hemos sabido sortear estas situaciones. Ahora último hemos logrado enfrentar esta pandemia, desde que el 13 de marzo declaramos la emergencia sanitaria y luego la calamidad pública. Hemos logrado, a pesar de tener 30 casos positivos de COVID-19, articular con la red hospitalaria y todos los actores de la salud para crear un plan de acción y ampliar nuestra capacidad instalada. Fuimos el cuarto departamento que habilitó su laboratorio departamental, junto con el de la Universidad Industrial de Santander, para las pruebas del virus. Ahora se están realizando alrededor de 100 pruebas diarias para atender a nuestro pacientes.
¿Hubo algún cambio en el plan de gobierno por el coronavirus?
Tenemos que hacer algunos ajustes. Tenemos un gran reto como Estado y es podernos reivindicar frente a nuestro sistema de salud: su cobertura, su calidad e infraestructura. El plan de acción que presentamos ante el Gobierno nacional es la hoja de ruta para podernos reivindicar con el sistema en cada uno de los territorios. Tenemos la oportunidad de decirles que la vida es sagrada y que sin salud no hay progreso. Esta situación va a cambiar todo el panorama de todos los territorios. La pandemia tardará alrededor de año y medio, se tiene que recuperar la vida productiva más no la social. Y nosotros tenemos que reinventar nuestras actividades, porque hay que pensar cuántos restaurantes, bares y lugares de eventos no pueden funcionar durante esta época. Esa recuperación de la vida productiva nos llevará a reinventarnos y pensar cómo apoyaremos a estos sectores. Yo tengo en mente generar 40.000 empleos y 5.000 emprendimientos.
¿Toca sacrificar algo del plan de gobierno “Santander para el Mundo”?
Toca establecer prioridades, como es el sector salud. Segundo, está el tema de infraestructura. No podemos descuidar este apartado porque tenemos rezagos y atrasos. Cuando yo digo “Santander para el Mundo” es porque tenemos que potencializar nuestra economía. Sin duda le seguiré apostando a que tenemos que internacionalizar nuestra tierra, nuestros productos y nuestras empresas. Esperamos que este aislamiento, que va a ser inteligente y colaborativo, nos permita paulatinamente recuperar ese dinamismo. Siempre he proyectado que tenemos que generar empleo, no solo con estrategias a nivel nacional sino internacional. Me he enfocado en internacionalizar nuestro departamento. Ahora tardará unos meses o años más de lo esperado. Tenemos que seguir apostándole a la globalización.
Parte de ese “Santander para el Mundo”está en el sector turismo, sector que se ve reducido por la contingencia del coronavirus, ¿cómo se va a trabajar en este sector para evitar que esté arruinado cuando pase toda esta situación?
Hemos contemplado que tenemos que fortalecer el sector salud y el de infraestructura. Y tenemos que empezar a fortalecer nuevamente el sector turismo. Se aplazarán algunos proyectos, pero nosotros tenemos que comenzar a dinamizar y seguir proyectando nuestro departamento hacia el mundo. El turismo juega un papel muy importante en Santander. Cuando se levante este aislamiento tenemos que trabajar con todos los gremios y sectores económicos para ver cómo empezamos a promocionar estos sectores. Tenemos que emplear nuevas estrategias para que en el mediano y largo plazo recuperamos esa idea productiva como lo es el turismo. Esa reactivación económica ya la estamos planeando.
El tema de recursos naturales ha sido un elemento constante en Santander, sobre todo el Páramo de Santurbán, ¿cómo va a ser en su gobierno esa relación con el medio ambiente?
Santander es el segundo departamento más biodiverso de Colombia y nosotros siempre hemos hablado de la preservación y conservación de todos nuestros recursos naturales. No solo del Páramo de Santurbán, sino de todos los páramos y ecosistemas de la región. Mi postura es no a la megaminería. Tenemos que trabajar en la preservación y el desarrollo sostenible. También hay que trabajar en la recuperación de muchos reservorios y en la recuperación de nuestras ciénagas, flora y fauna. A pesar de que somos el segundo departamento con más diversidad, tenemos situaciones preocupantes. Necesitamos un departamento verde, con un desarrollo sostenible que integre toda esta política que la hemos incluido en nuestro plan de desarrollo.
¿Hay todavía intención de llevar los Juegos Nacionales al departamento?
No podemos escatimar todos los esfuerzos a pesar de las situaciones que estamos viviendo. Esperamos las directrices para saber si estos eventos se van a aplazar. Estamos esperando cuáles van a ser las medidas, pero nosotros nos vamos a seguir preparando. El deporte es una de las políticas que vamos a continuar en nuestro mandato. Paulatinamente tenemos que recuperar estos sectores y prepararnos para los grandes eventos nacionales e internacionales. Cuando hablamos de “Santander para el Mundo” es que tenemos que ser sede de los grandes eventos. Tenemos que proyectarnos para ser cada día más competitivos.
¿Qué va a pasar con el sector cultural tras el coronavirus?
Vamos a llegar con más de 3.000 ayudas a nuestros gestores culturales y artistas. Hay que reinventarnos a través de estas economías naranjas para ver cómo vamos a generarle ingresos a las personas que dependen de estos sectores. Estamos trabajando para hacer esos ajustes desde ya. No podemos permitir que estas actividades se pierdan o se descuiden.
¿Cuál fue el panorama que recibieron el 1.° de enero?
Nosotros encontramos un Plan de Alimentación Escolar (PAE) sin contratar y un sistema de transporte escolar sin contratar. Eran programas desfinanciados, por los que tuvimos que sacrificar recursos de nuestro presupuesto inicial para poder contratar nuestro PAE. Tuvimos que declarar una urgencia manifiesta para garantizar los primeros 40 días del plan de alimentación y luego hacer el proceso licitatorio. Ahora nos hemos enfocado en que los recursos, sobre todo los que afectan a los niños, son sagrados. Por otro lado, tenemos un rezago en infraestructura que no es solo del anterior gobierno. El problema es en la infraestructura vial, en la red secundaria y terciaria, también la misma red principal. La muestra de esto es que Santander tuvo una lluvia torrencial y de una quedó bloqueado en dos corredores estratégicos. Prácticamente tuvimos que duplicar los costos para llegar a la capital del país y las pérdidas económicas se han venido acumulando, no solo por lo del coronavirus.
¿Cuáles son los proyectos puntuales que tiene que apostarle el departamento?
Tenemos un gran reto que asumir, para ello esperamos que el panorama cambie. Tenemos en mente más de 500 kilómetros en vías, más de 4.000 viviendas urbanas y 2.000 rurales. Tenemos que realizar más de 1.000 programas de agua y saneamiento básico. Con el Ministerio de Vivienda tenemos la meta de llevarles estos grandes proyectos. Pero estos retos ahora van acompañados de los asuntos de infraestructura hospitalaria y en salud.
¿En estos casi cuatro meses, cuáles han sido los grandes avances de su gobernación?
Hemos avanzado en la articulación con cada uno de los mandatarios locales y gremios para la construcción del plan de desarrollo. Antes éramos islas independientes, ruedas sueltas, que mandaban a contratar el plan y no lo construíamos en conjunto. Si hablábamos de unidad y de puertas abiertas, teníamos que sentarnos con todos para hacer nuestro proyecto. Nuestro plan de desarrollo está ajustado a las necesidades de los santandereanos. Es más, Santander no solo ha tenido que enfrentar el tema de la pandemia, sino una bomba de tiempo que es el tema de los migrantes. Hemos trabajado solidariamente con la población venezolana para brindarles unas ayudas humanitarias y facilitarles su traslado. Nosotros recibimos toda la población venezolana del centro del país y del sur del continente. Lo que esperamos es que los santandereanos sientan que estamos trabajando por ellos para salir de esta situación.
Usted habla de los venezolanos y uno observa situaciones en las que tienen que dormir en las calles, dedicarse a la mendicidad, entre otras situaciones que cobran más peligro durante esta situación...
Yo he dicho que Santander tiene una bomba de tiempo con la población migrante. Nosotros hemos trasladado más de 2.000 venezolanos que nos han llegado en las últimas semanas. No solo les hemos brindado ayuda humanitaria, también estamos articulando con los alcaldes para establecer centros de atención al migrante para hacerles la vida más fácil. El llamado es a los otros gobernadores y mandatarios para que no seamos indiferentes. Tenemos que tenderles una mano amiga, facilitándoles el transporte, el hospedaje y las ayudas humanitarias que podamos.
¿Cómo ha sido la integración con Bucaramanga?
Con nuestro llamado a la unidad hemos demostrado que todos los mandatarios de la región tenemos la intención de trabajar por nuestras comunidades. Siempre he dicho que una golondrina no hace verano y hay que trabajar en equipo. Los alcaldes del área metropolitana de Bucaramanga y del resto de municipios han entendido que hay que trabajar en equipo. Desde el 27 de octubre esa ha sido nuestra consigna. Apenas ganamos, convocamos a los mandatarios del departamento y a los diferentes sectores de la sociedad para trabajar juntos. Todos hemos entendido que no podemos trabajar con sectarismos o color político. Tampoco podemos andar con el espejo retrovisor, hay que trabajar sobre lo construido.
¿Afectó que su antecesor estuviera en prisión para el proceso de empalme?
Realizamos un empalme con todos los secretarios y con el comité de empalme. Recibimos toda la información y presentamos un informe. Lo que se haya obviado de la administración saliente, pues serán los organismos de control los encargados de constatar y verificar. Todo quedó en actas.
Su posesión en el Santísimo fue muy criticada, porque fue una obra de su hermano, que fue considerada un exceso, y por la división entre religión y Estado...
Si a Santander se le da vocación turística, más allá del deporte de aventura —que ha perdido relevancia— se debe a dos íconos del turismo: el Parque Nacional del Chicamocha (Panachi)y al cerro del Santísimo. Estas obras han sido enfocadas para que haya turismo social y reactivación económica. Y esto ha generado los grandes dividendos. El gobierno de mi padre, con la ayuda del presidente Uribe, salvó Hidrosogamoso y eso nos enseñó que tenemos que ser estratégicos en materia turística. Frente al tema religioso tenemos que decir que hemos sido respetuosos de todos los credos.