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Según la Organización Nacional Indígena de Colombia (Onic), kogui significa “los guardianes de la armonía del mundo”. Su nombre también es escrito como Kaggabba y son uno de los pueblos étnicos que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta, junto a los arhuacos. Ese pueblo indígena, en la tarde de este miércoles, recibió de la vicepresidenta Francia Márquez dos máscaras ancestrales que les pertenecían, pero que, desde hace más de un siglo, estaban en poder de Alemania, en la Fundación Patrimonio Cultural Prusiano.
La ceremonia de entrega tuvo lugar en el municipio de Dibulla, en La Guajira, el departamento al que el Gobierno central se trasladó desde el lunes pasado para gobernar, por una semana, desde allí. Hace apenas dos semanas, en una visita del presidente Petro a Berlín, que ese país retornó las piezas patrimoniales. “Me complace poder devolver estas dos máscaras. Son sagradas para los kogui. Deben estar allí”, dijo en su momento Frank-Walter Steimeier, el presidente alemán.
En su momento, en septiembre de 2022 cuando la Cancillería comenzó el trámite para el retorno de esas piezas, se advirtió que uno de los compromisos que debía adquirir el gobierno colombiano es que consolidaría un protocolo de conservación de las máscaras. Las dos piezas se encontraban en el Museo Etnológico de Berlín y fueron adquiridas en 1915 por Konrad Theodor Preuss, un etnólogo alemán que dedicó su vida a estudiar la cultura en Latinoamérica, especialmente de México y de Colombia.
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Quienes recibieron las máscaras y las tendrán bajo su poder y cuidado fueron líderes y lideresas de la comunidad Tugueka, del resguardo kogui, en el municipio de Dibulla. A través de un comunicado de prensa, la presidencia explicó que: “Dado que las máscaras hacen parte del patrimonio cultural del Pueblo Kogui, serán sus autoridades tradicionales y miembros de la comunidad quienes determinen cómo garantizar su conservación, de acuerdo con los usos tradicionales asociados a su Sistema de Conocimientos Ancestrales y a la Ley de Origen del Pueblo”.
Los kogui sólo hacen ese tipo de máscaras para la fundación de un templo y se usan en actos rituales. Sin embargo, las autoridades ancestrales que las recibieron, aclararon que sólo un mamo o un sacerdote kogui, que son las máximas autoridades de una comunidad, están autorizados a utilizar esas máscaras. Por ahora, dijeron, permanecerán en un lugar sagrado.
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En el acto simbólico, uno de los gobernadores indígenas que recibió las máscaras afirmó que “con el regreso de las máscaras ya se ve el cambio. Ellas le van a ayudar mucho al señor Presidente en toda su vida y acompañarán también la construcción de la Paz Total”. A este acto también asistieron el ministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, y el ministro de Cultura, Jorge Ignacio Zorro.
La Fundación Patrimonio Cultural Prusiano, que tenía en poder estos objetos sagrados, según Patzinger, había estado desde hace años en contacto con la organización indígena Gonavindúa Tayrona y con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia.
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