La terna de candidatas que eligió el presidente Gustavo Petro no viene del mundo político. ¿Usted cómo está llevando a cabo esta campaña en la Cámara de Representantes?
Una vez fui ternada el jueves, envié una comunicación a todos los representantes de todas las vertientes políticas presentándome y pidiéndoles una cita para empezar a trabajar y el apoyo a mi campaña. Creo que el hecho de que ninguna de las tres vengamos de un sector político específico hace que la campaña esté muy en manos de los representantes que están en disposición de escucharnos. Y el proceso se vuelve muy meritocrático en ese sentido.
Usted es muy cercana a los ideas progresistas que encarna el Gobierno Nacional. En caso de quedar elegida, ¿cómo garantizaría la independencia del Ejecutivo?
La independencia del Ejecutivo viene por la intervención de diferentes fuerzas en la elección. Entonces, en primer lugar, viene presentada la terna por el el presidente de la República. Y, de otra parte interviene la Cámara de Representantes con sus diferentes fuerzas. Una vez nombrada la nueva defensora de Pueblo goza de la autonomía para actuar de acuerdo a las funciones constitucionales. Entonces, la independencia está primero en la decisión personal de respetar ese proceso y, en segundo lugar, en la intervención de distintas autoridades y diferentes fuerzas políticas representadas en el Congreso.
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La Defensoría es una entidad que “no tiene dientes”. Es decir, no acusa ni investiga formalmente, ¿qué giro propone usted para la entidad en ese sentido?
Creo que el aporte y fortalecimiento de la Defensoría del Pueblo no está en sus facultades represivas, sancionatorias o persecutorias. La fortaleza de la Defensoría está en la legitimidad que le da estar del lado de aquellas personas que no tienen autoridad pública, que no son parte del Estado, tener la capacidad de hablar con todo tipo de actores y generar puentes. Esa es la particularidad de la Defensoría.
Usted ha sido cercana con el sector de Juan Manuel Santos por el apoyo en la negociación de paz de La Habana. ¿Usted se vería como un puente entre el gobierno de Gustavo Petro y esta ala más santista?
Mi trayectoria es muy amplia. Yo empecé mi carrera trabajando en las organizaciones de derechos, especialmente en la Comisión Colombiana de Juristas. Después pasé a trabajar en ONU Mujeres y luego trabajé en el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, porque yo había sido promotora de la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras. Posteriormente trabajé en la Corte Constitucional. Lo que quiero decir es que dependiendo de la parte que se mire de mi hoja de vida vas a encontrar una cierta afinidad política, y creo que la verdad de mi historia es que he trabajado con todas aquellas personas, instituciones y gobiernos que tengan una apuesta por los derechos humanos, por la paz y por la solución de las violencias en este país. Y por tal razón tengo también capacidad de interlocución con muchos sectores.
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