Este es el círculo burocrático que rodea a Iván Name, presidente del Congreso

En la oficina de la presidencia del Senado, ubicada en el segundo piso del Capitolio, en donde el pasado 20 de julio se instaló Iván Name Vásquez —de Alianza Verde—, es frecuente ver a Fahid Name Gómez, su sobrino y contratista con el Estado desde 2017, quien suele visitarlo para brindarle asesorías jurídicas, de índole personal y a veces parlamentarias.

En la oficina de la presidencia del Senado, ubicada en el segundo piso del Capitolio, en donde el pasado 20 de julio se instaló Iván Name Vásquez —de Alianza Verde—, es frecuente ver a Fahid Name Gómez, su sobrino y contratista con el Estado desde 2017, quien suele visitarlo para brindarle asesorías jurídicas, de índole personal y a veces parlamentarias.

A pesar de no tener una vinculación formal con el Senado, es un visitante recurrente del Legislativo, en donde las conexiones familiares y políticas del presidente Name se entrelazan en medio de las discusiones diarias. Por lo menos 14 de sus cercanos tienen contratos oficiales y cinco de ellos se mueven en el Congreso.

El senador Iván Name se quedó con la presidencia del Congreso, una de las tres ramas del poder público, en un momento clave porque es el período en el que se discuten por lo menos cuatro iniciativas gubernamentales: las reformas a la salud, laboral, a la educación y la pensional. Tras la instalación de la segunda legislatura, justo después de que el jefe de Estado, Gustavo Petro, hablara de su propuesta de acuerdo nacional, perdió su primer pulso en el Senado, pues Name aseguró su liderazgo después de conseguir 54 votos a su favor en partidos independientes y de oposición. Aunque Alianza Verde le había dado la bendición a la senadora Angélica Lozano tras un arreglo previo con el Gobierno, logró, incluso, que algunos de los verdes se decantaran por él.

Ocasionalmente, en su despacho también lo visita su hijo Iván Leónidas Name Ramírez, quien trabaja al otro lado del Congreso, en el edificio nuevo, en las oficinas 401B y 443B, asignadas al representante Juan Diego Muñoz Cabrera, también del Partido Verde. Allí quedó desempeñando el cargo de asesor III en esa Unidad de Trabajo Legislativo (UTL), con el contrato más elevado entre los asesores, por un monto de $11,6 millones.

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Name Ramírez no solo es su hijo, sino también uno de los principales contribuyentes a sus campañas por el Congreso: aportó $75 millones en 2018 y $40 millones en 2022, según lo registrado en Cuentas Claras, del Consejo Nacional Electoral (CNE). Según Name, su hijo trabaja ahí porque es amigo de Muñoz Cabrera, quien agregó que “Iván es un excelente profesional. Lo conozco y por esta razón la vinculación”.

Pero la familia Name ha construido un círculo de poder en el Congreso ocupando diversos cargos. El presidente Iván Name es sobrino del fallecido exsenador José Name Terán, quien ocupó su curul durante unos 30 años y después se la heredó, en 2006, a José David Name Cardoso, congresista del Partido de la U, quien es primo del ahora jefe del Senado. Además, es sobrino del también fallecido empresario David Name Terán, quien fue contratista de obras públicas, especialmente en el Atlántico, que ha sido la base electoral de Name Cardoso. Al tejido contractual se le suma que, a mediados de octubre pasado, el exparamilitar Juan Borré, Pistón, afirmó que los Name, supuestamente, habían apoyado a los Rastrojos Costeños.

Iván Name, en todo caso, ha salido al paso a esos cuestionamientos argumentando que su base electoral no está en el Caribe y que tiene un número limitado de votos, además de que él y su primo se mantienen en posiciones políticas opuestas. Incluso, le dijo a El Espectador que “no hay conexión de ningún tipo con organizaciones criminales. Quieren enredarnos para lograr beneficios”. Sí es cierto que en 2022 se reeligió con los votos justos al Congreso: fue el último en entrar de la lista de Alianza Verde, con 39.759 sufragios.

Ahora, su actual posición es clave, no solo porque ocupa uno de los cargos más importantes del país, sino porque preside las plenarias del Senado ad portas de que por allí entre la reforma pensional. Lo mismo que el liberal Andrés Calle, presidente de la Cámara, quien lidera los debates de la reforma a la salud, al tiempo que ha sido cuestionado por ser el heredero de una importante casa política en Córdoba, que además le dio su apoyo a Petro en la campaña presidencial de 2022.

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La génesis de Iván Name y sus movidas

Name Vásquez construyó su caudal político en Bogotá y Cundinamarca, departamento del que fue diputado en 1980 y representante a la Cámara en 1982, por el Partido Liberal. En 1994 no consiguió reelegirse y se bajó al Concejo de Bogotá. En 2010 saltó al Senado con Alianza Verde —de la que es uno de sus fundadores— y, desde entonces, ocupa esa curul. Es más, ha sido cercano a Carlos Ramón González, también cofundador de esa colectividad y quien le maneja el computador del DAPRE a Petro; aunque las diferencias entre ellos se han acentuado tras su triunfo en la Presidencia del Senado y por sus llamados de atención al Gobierno.

Tras pasar al Senado, en el Concejo de Bogotá quedó su hermano Darío Name Vásquez, quien además fue consejero de Relaciones Exteriores provisional en Cuba durante el gobierno de Iván Duque. Así mismo, María Clara Ramírez Ferro, su exesposa, fue concejal en 2001 por el Partido Liberal y, en 2011, la hija de ambos, María Clara Name Ramírez, llegó a esa corporación por Alianza Verde; se ha elegido cuatro veces, incluyendo en las últimas elecciones regionales, en las que sacó 22.827 votos. De acuerdo con Iván Name, ellos tienen su propio respaldo político.

Eso sí, en el Congreso no solo se mueven su sobrino Fahid y “júnior”, como le dice a su hijo, sino también otros de sus cercanos. Janet Name Vásquez, su hermana, tiene un contrato por $4,6 millones como asistente II en la UTL de Elkin Rodolfo Ospina, representantes del Verde. Y Leónidas Name Gómez —otro de sus sobrinos, hermano de Fahid— fue asesor en 2014 de Ana Cristina Paz, exrepresentante del mismo partido. Sin embargo, Name Gómez optó por alzar las banderas del Pacto Histórico y se postuló como candidato a la Cámara por Bogotá con la Unión Patriótica (UP), pero sin éxito. No obstante, tras la victoria de Petro en 2022, obtuvo el cargo de asesor en grado 17 de Cielo Rusinque en el Departamento para la Prosperidad Social (DPS), con un contrato por $13,4 millones, pero, según le dijeron a este diario, salió tras llegada de Laura Sarabia.

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En la Cámara también está contratada desde 2017 María Patricia Ardila Name, sobrina del jefe del Congreso, quien forma parte del equipo de comunicaciones de la Secretaría General. Esto evidenció que algunos familiares de Name Vásquez no tienen contratos en el Senado, sino en la Cámara. Esto se debería a que existe una prohibición legal para que los parientes de hasta el segundo grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil de un servidor público del nivel directivo se vinculen como contratistas en la misma entidad. Además, podría constituirse el delito de tráfico de influencias derivado del cargo por intentar obtener beneficios, según lo tipificado en el artículo 411 del Código Penal.

Los contratos en el Senado

En todo caso, desde que Name asumió como presidente, no solo hay cercanos suyos en la Cámara, sino que también hay convenios en el Senado que incluyen a Carlos Eduardo Ramírez Ferro, su excuñado, quien recibió un contrato —firmado el 19 de octubre de 2023— por $96,3 millones para prestar “servicios profesionales y apoyo a la gestión” en la Secretaria General. De acuerdo con Name, Ramírez Ferro es un profesional y reiteró que rompió relación con la familia de María Clara desde que se separaron, hace cuatro años.

Así mismo, hay otro contrato por $25,9 millones para el apoyo a la gestión en la Presidencia del Senado, solicitado por orden directa de Name, que fue otorgado a Pablo Enrique Murcia López, quien junto a su hijo han apoyado las campañas de Name Vásquez al Senado. Por su parte, Pablo Enrique Murcia Salazar, el hijo, recibió en julio de 2023 un contrato en la Gobernación de Boyacá, de Ramiro Barragán (Alianza Verde), por $10,9 millones para la recolección de información en los procesos de UARNI-Casa de Boyacá.

En la gobernación de Barragán también vincularon, en agosto de 2022, a la exesposa de Name, como directora administrativa en el despacho del gobernador, pero —según dijo Name— ella ya no trabaja allá. Y aunque se separó, María Clara ha sido contribuyente a sus campañas: aportó $20 millones en su aspiración de 2014 y $30,9 millones en 2018.

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Otro que ha recibido contratación en Boyacá es Edilberto Brito Pérez, quien fue contador de la campaña de Iván Name en 2022, y en julio de este año recibió un convenio para prestar sus servicios para la operatividad de acciones desarrolladas en las regiones por la UARNI por $24,4 millones. “Claro que es un conocido mío y su itinerario laboral no tiene ningún reparo”, precisó el presidente Name.

Mientras tanto, en otras entidades públicas, Fahid Name, su sobrino y visitante frecuente del Congreso, ha firmado más de 20 contratos, incluyendo acuerdos con la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, la Secretaría de Gobierno en Bogotá, la Superintendencia de Industria y Comercio y la Defensoría. Los más recientes fueron suscritos en junio de 2023 y los de mayor cuantía alcanzan los $67’057.056, con la Defensoría, y $52’004.933, con la Superintendencia, ambos destinados a la prestación de sus servicios de abogado. Estos contratos están en proceso de ejecución simultánea. De acuerdo con quien preside la plenaria del Senado, “Fahid ha tenido durante muchos años esos convenios, pero no hay prohibición para ello ni nada reprochable de su parte ni de quienes lo designaron”.

Por otra parte, en el Ministerio de Minas y Energía figura César Rodrigo Nigrinis Name, otro de sus sobrinos, quien desde 2019 ha formalizado ocho contratos con esa entidad para la “realización y edición de fotografía, para la divulgación de la gestión del Ministerio de Minas y Energía, así como las demás actividades necesarias de comunicaciones”. El último fue suscrito en septiembre de 2023, por $15,8 millones. “Es un muy buen fotógrafo”, justificó Name.

Todo esto evidencia que en el Congreso estarían vinculados por lo menos cinco de sus allegados; en el Gobierno, tres han tenido contratos y dos estarían ubicados en la Gobernación de Boyacá, donde incluso su exesposa tuvo un contrato. Pero, según dijo el presidente Name, sus allegados han sido vinculados “en su condición profesional y personal, con toda la garantía de su idoneidad y sin ningún reparo jurídico”. También concluyó que sus cercanos viven un “verdadero calvario” por tener un político en la familia, pues se les ha bloqueado el acceso al Estado, pese a que todos parecieran estar vinculados a este. Además, este diario buscó a los mencionados a través de diferentes medios, incluyendo redes sociales, para conocer su versión de los hechos, pero al cierre de esta edición no había respuestas.

En cualquier caso, aunque niega haber tenido algún tipo de influencia en sus vinculaciones con lo público, sí dijo que está dispuesto a comparecer ante tribunales judiciales, si es necesario, para defender su accionar.

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