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Piedad Correal fue defensora del Pueblo del Quindío por 21 años. Luego de intentar fallidamente llegar a la Alcaldía de Armenia, en 2019, se la jugó por ser congresista. Llegó a la Cámara de Representantes con un poco más de 16.000 votos, gracias al aval del Partido Liberal. En diálogo con El Espectador, habla de sus impresiones como primípara en el quehacer legislativo y de la posición de su colectividad como parte de la coalición de gobierno, la apertura del presidente Gustavo Petro y sus ministros para conciliar las diferencias sobre las reformas y su visión de políticos de la región cafetera que están en el ojo judicial, como el exsenador caldense Mario Castaño, que aceptó ser líder de una red de corrupción.
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Usted se estrena como congresista. ¿Qué apreciaciones tiene del Congreso, una institución tan deslegitimada, ahora que la vive desde adentro?
Tengo una percepción positiva del Congreso. Es verdad que es una institución deslegitimada, pero a mí me tocó un Congreso renovado en un 70 %, que en su 30 % somos mujeres. Además, he llegado a una bancada extraordinaria del Partido Liberal: somos 33 y más de la mitad son nuevos. Es un Congreso con muchos jóvenes y matices. Este lugar es la base de la democracia y debemos limpiarle esa imagen. ¿Cómo hacerlo? Con trabajo, dedicación, estudio y responsabilidad. En definitiva, es un Congreso para uno revitalizarse y aprender, pero también para aportar. Si la mayoría lo hacemos, podremos devolverle la imagen que ha perdido a nivel nacional.
¿El gobierno Petro representa un cambio realmente, cuando está en llave con partidos tradicionales?
Aquí hay que partir de la base de que los partidos no son malos. Si no existieran los partidos, llegaríamos a un autoritarismo, a que no existiera la democracia. ¿Quiénes pertenecen a los partidos? Seres humanos, personas con una gran mayoría de gente buena y, lamentablemente, con personas que han tenido problemas de corrupción, de pasar desapercibidos en su trabajo, de no llevar con la misma responsabilidad la labor de legislar. Eso ha sucedido en todos lados. Lo que pasa es que llega un gobierno nuevo con sus partidos y movimientos. Ojalá el día de mañana ellos no tengan también esos problemas.
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Pienso que lo que ha hecho el presidente Petro de llamar a los partidos tradicionales a que conformen la coalición de gobierno es porque sin ellos no hay gobernabilidad. Lo importante es hacer las cosas bien. El Partido Liberal es la bancada más grande en la Cámara y somos de un pensamiento liberal, de centro izquierda. Entonces, en nuestro caso, hay una identidad ideológica en muchos temas. Por ejemplo, atender la pobreza, los problemas que tenemos en el campo, en vías terciarias, desempleo. Atender la salud, las mujeres y los adultos mayores son temas que también nos interesan e hicieron parte del discurso de Petro. Allí hay identidad total con la ideología del Partido Liberal. Tenemos es que ponernos de acuerdo en temas, como la reforma tributaria.
¿El Partido Liberal está satisfecho con la representación que ha obtenido en cargos del Gobierno?
Obviamente se han tenido algunas diferencias, pero tenemos participación. La idea es que esta derive en mayor identidad en el trabajo, pero el fondo del asunto no es, de ninguna manera, esa representación, sino más bien los proyectos que radiquemos y apoyemos en el Congreso. Pongo como ejemplo la reforma tributaria. En sus reuniones con Petro, el expresidente César Gaviria le reiteró que es mejor que no hablemos en cheques en blanco, sino que es importante saber cómo vamos a llevar a cabo esos cambios. La bancada lo que reclama es que Petro nos tenga en cuenta para que produzcamos reformas y proyectos de ley con una identidad conciliada entre las orillas políticas. Ya lo hicimos con José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda. Fue una oportunidad de todos hablar y de él escucharnos.
¿Hasta cuándo cree que dure la coalición de Gobierno?
Pienso, aspiro y quiero que dure los cuatro años de la administración Petro. Si al presidente le va bien, al país le va bien. Por eso pedimos que haya concertación de los temas. Nadie tiene la verdad verdadera y hay muchos sectores que se van a ver afectados con la reforma tributaria, y está lo de la seguridad y cómo se va a manejar en el marco de la paz total. Los partidos generan una garantía en los sectores económicos, sociales y culturales.
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Somos un partido tradicional. Toda la vida este partido ha hecho las leyes del país, se ha cargado, de cierta manera, con la situación del país. Si el país está reclamando un cambio, nosotros, como parte de un partido tradicional, pensamos que nos debemos unir. Acá hay una experiencia y un aporte. Llegan a la escena partidos nuevos y de izquierda, entonces lo que debemos hacer es ponernos de acuerdo. Si nos ponemos de acuerdo, esa coalición puede durar los cuatro años de Petro.
¿Y usted siente que el país está realmente abierto al diálogo?
Sí. Personalmente, vi en el ministro de Hacienda a una persona muy abierta, no la vi radical. Me dio la impresión de que tendrán en cuenta las necesidades del partido. En representación de mi departamento, el Quindío, le dije que es una región turística, cafetera, tenemos zona franca, empresarios. El generador del empleo en el Quindío es el sector empresarial. Entonces, si la reforma pasaba como la tenían contemplada, pues se iba a aliviar un mal, pero a generar otro, un problema mayor, que podría ser el desempleo. El diálogo fue tan constructivo que lo vi de puertas abiertas. ¿Le falta al Gobierno perfeccionarse en más cosas? Sí, esos diálogos deben ser más permanentes, pero hemos podido empezar a trabajar como equipo.
¿Cómo debería quedar el tema de los cafeteros en la tributaria?
En esto me debo declarar impedida porque yo soy cafetera, mi padre fue cafetero de racamandaca y mi familia está dedicada a hacer café especial. Lo único que le pido al Gobierno es que cuide al gremio, porque cuando hubo bonanza sostuvo muchos programas sociales del país. Ahora el Gobierno es el que debe sostener a la caficultura y la agricultura, con delicadeza, pues la falta de suministros de fertilizantes impacta al sector. Me encanta la propuesta de subsidiar este tipo de insumos mientras sale adelante la decisión sobre la empresa Monómeros. Petro está claro en eso.
¿En la reforma a la salud deberían quitarles protagonismo a las EPS?
La reforma a la salud es urgente. Aún no he hablado con la ministra de Salud, Carolina Corcho, pero sí con el superintendente de Salud. El presidente la tiene clara, según sus discursos de campaña, en que los recursos deben llegar directamente a los hospitales. La intermediación ha sido nefasta. No estoy diciendo que las EPS deban desaparecer, pero sí nos debemos poner de acuerdo en cuáles son los recursos que van a llegar directamente a las IPS, para que tengan flujo de caja y puedan pagarles a los médicos, enfermeras y proveedores. Si podemos hacer eso, podremos ampliar los servicios y dar también una oportuna y eficiente atención. En este momento se están haciendo cientos de miles de tutelas en el país para que las personas puedan acceder dignamente y de forma oportuna al derecho a la salud. La paradoja es que nunca ha sido oportuno, porque deben tramitar una tutela. El poder Judicial está colapsado atendiendo ese mecanismo. Todo eso para decir que es necesaria una reforma al sistema de salud.
Pero ¿cuál es su posición sobre quitar las EPS?
Hay que sentarse con las EPS para conciliar, pero sí debe haber entrega directa de recursos a los hospitales, sin intermediación. Así las cosas, pienso que las EPS deben quedar manejando otra franja del sistema de la salud, la que digan los expertos.
¿Está bien representado el Quindío con los otros dos representantes de la región, que son Édgar Pérez (de Cambio Radical) y Sandra Bibiana Aristizábal (Partido Liberal)?
Nunca he hablado de mis colegas y no voy a emitir un juicio sobre si el Quindío está bien representado o no con sus representantes a la Cámara. El país está cansado de las guerras políticas. Yo llamo a la unidad. A ellos les corresponde igualmente trabajar con honestidad. El Quindío está reclamando cambio y que lo visibilicemos en el Congreso.
Pero es imposible negar que algunos políticos cargan con fuertes cuestionamientos a su transparencia. Por ejemplo, Aristizábal está siendo relacionada con el exsenador Mario Castaño, que aceptó cargos como líder de una red de corrupción...
Todo el mundo tiene derecho al debido proceso y al derecho de defensa. Fui defensora del Pueblo durante muchos años y no me gusta estigmatizar a nadie.