La incertidumbre sigue tocando la puerta del Ministerio de Minas y Energía

Irene Vélez, ministra de Minas y Energía.

Foto: Mariano Vimos - Mariano Vimos

Casi seis meses han transcurrido desde que el Ministerio de Minas y Energía está bajo el liderazgo de Irene Vélez, y si algo ha caracterizado a esta cartera han sido las polémicas y la desconexión que, muchos aseguran, hay entre sus mismos funcionarios y los demás ministerios.

Vélez no solo ha sido la única funcionaria del nuevo gobierno en protagonizar una moción de censura ante el Congreso de la República, sino que también ha sido a quien más le han reclamado su renuncia al cargo en los últimos meses.

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Aunque podría parecer una cuestión de la oposición a la administración de Gustavo Petro Urrego -que ya anunció que próximamente promovería una nueva moción de censura contra Vélez- lo cierto es que algunas de las declaraciones de la funcionaria han alertado al sector minero energético y han evidenciado incongruencias entre ella y su equipo.

La polémica que atraviesa actualmente el Ministerio tiene su origen en la incertidumbre frente al futuro de la exploración petrolera y de gas en Colombia, pues en algunas declaraciones, Vélez ha sido enfática en decir que no se otorgarán más licencias para ello, pero luego se ha contradicho.

“Decidimos que no vamos a conceder nuevos contratos de exploración de gas y de petróleo. Ha sido muy polémico a nivel nacional, pero para nosotros es una señal clara de nuestro compromiso en la lucha contra el cambio climático”, dijo en el marco del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, el pasado jueves 19 de enero.

Sin embargo, cinco días después, aseguró en un hilo de Twitter que no se iban a frenar los contratos, sino que el país iba a encaminarse a una transición hacia las energías renovables, sustentando además, que se tiene garantizada la autosuficiencia de gas hasta “más allá de 2037″.

Las declaraciones de Vélez han sido puestas en duda en varias ocasiones. Sobre este último pronunciamiento, algunas personas, incluso pertenecientes al equipo del minminas, señalaron que la funcionaria usó cifras imprecisas y que para respaldar sus afirmaciones utilizó firmas no autorizadas por quienes supuestamente avalaban lo dicho. Por su parte, ella precisó que no se habían publicado cifras sin sustento y que lo mencionado había sido socializado con anterioridad, sin recibir reclamos.

En contexto: No falsificamos firmas, ni publicamos cifras sin sustento: Minminas.

Estos choques al interior de la cartera han llegado al punto de que, en las últimas semanas, se han venido presentado varias renuncias de funcionarios. Según analistas, esta situación se puede catalogar como “inusual” dentro del Ministerio de Minas y Energía, que se caracteriza por ser altamente técnico.

De acuerdo con Carlos Felipe Osorio, politólogo y profesional en Gobierno y Asuntos Públicos, “no solo dentro del Ministerio sino también entre otras carteras se ha evidenciado poca alineación e incluso ha habido choques entre los ministerios de Minas y el de Hacienda, en donde sus cabezas han salido con mensajes y propuestas de cambio distintas. Sin duda, hay un sinsabor frente al presente y futuro de este ministerio”.

Un ejemplo es que en noviembre del año pasado, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, dijo que el Gobierno “no está cerrado a nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos en Colombia”, donde actualmente se tienen: 121 en ejecución, 37 en trámite y otros 36 suspendidos y a la espera de su reactivación.

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En voz baja, hay quienes aseguran que las diferencias internas han sido las responsables de las últimas renuncias de funcionarios, entre las que se destacan la de la viceministra de Energía, Belizza Ruiz, la cual fue solicitada por la misma ministra Vélez, y la del director de Hidrocarburos, Camilo Rincón.

Para Milton Montoya, director de investigación y profesor del Instituto de Derecho Minero y Energético de la Universidad Externado de Colombia, estas renuncias traerán como consecuencia un rezago en los proyectos minero-energéticos, que en su gran mayoría solo se pueden llevar a cabo en el mediano y largo plazo.

“Lo ideal es que existan, sobre todo en esos altos cargos, posiciones de largo plazo, para que se puedan ejecutar los proyectos estratégicos para un gobierno. Cuando un viceministro dura cinco meses, las posibilidades de ejecución de esos proyectos son muy pocas. Además, se pierde la capacidad de conocimiento y entendimiento de la regulación técnica del sector minero energético”, agrega.

Asimismo, Yann Basset, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, sostiene que la serie de renuncias entre los funcionarios del minminas habla de una debilidad en la función Pública en Colombia y de los dilemas entre los puestos técnicos y políticos.

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“En un ministerio como el de Minas, que es muy técnico, uno esperaría equipos más sólidos y una función pública muchísimo más técnica. Evidentemente, es un gobierno nuevo que quiere cambiar la política. El problema es hasta dónde se justifican esos cambios para no dañar finalmente la capacidad técnica que existe en el seno del Ministerio”, añade.

Osorio también menciona que se trata de un nuevo gobierno y resalta la diversidad de pensamientos que puede haber al interior de la cartera en cuestión, sin embargo, las contradicciones en el discurso y la serie de renuncias de funcionarios generan inevitablemente incertidumbre.

“Esto termina afectando no solo en la ciudadanía, sino también en el empresariado, el sector privado y los inversionistas. Es decir, hay un montón de gente que puede estar atenta a esto. Por eso, para temas claves se requiere ser más organizados y cohesionados dentro de un gobierno”, enfatiza.

Por lo pronto, todo indica que la tormenta política que atraviesa el Ministerio de Minas continuará, en especial si la convicción es la lucha contra el el cambio climático, pero no existe un panorama claro de que pasará si se llegan a frenar los contratos de exploración petrolífera, que hoy, con las exportaciones de petróleo y derivados, aportan el 55 % de los ingresos de divisas del país.

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