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Llega un nuevo capítulo entre la representante de la Alianza Verde, Katherine Miranda, y la exministra de las TIC, Karen Abudinen, quienes desde el año pasado vienen enfrentándose en el marco del caso de corrupción de Centros Poblados, por el que se citó a moción de censura a Abudinen y quien en últimas decidió renunciar a su cargo.
Desde entonces, Miranda junto al representante León Fredy Muñoz, también de la Alianza Verde, han usado el apellido de Abudinen como verbo para referirse a la corrupción. Y ese polémico empleo volvió para la campaña de Miranda, quien busca reelegirse en la Cámara de Representantes, por la circunscripción de Bogotá.
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“Que no nos abudineen el país”, se lee en una pancarta de la representante en Bogotá, con el que promueve que voten por ella en las elecciones del 13 de marzo. Por ahora, Abudinen no se ha manifestado al respecto. Sin embargo, en el pasado cuando los representantes emplearon el término, la exfuncionaria sí no se quedó callada.
Lloveran demandas. Y votos😅 pic.twitter.com/WjIvgdnT9a
— SoyYo🧻 (@pienselobien) January 17, 2022
“Le he solicitado a la Real Academia Española (RAE) que se pronuncie públicamente y desmienta lo que en redes y en algunos medios colombianos se afirma. Mi apellido y el de ningún ser humano puede ser utilizado para degradarlo. Eso es un crimen”, manifestó la entonces ministra, cuando la RAE le respondió a un usuario de Twitter que las expresiones “abudinar” y “abudinear” son verbos que se popularizaron en Colombia para hablar de “robar” o “estafar”.
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Así mismo, cuando Miranda opinó en sus redes que la palabra de 2021 fue “abudinear”, la exministra salió a responderle en redes. “Sin vergüenza. Todos saben ya que a la única a la que los bandidos de Centros Poblados le tenían miedo era a mí. Les caduqué el contrato y los saqué de su maldito juego. No puede decir ahora que la corrupción tiene mi apellido. Canalla, miserable, bandida”.
Miranda le replicó: “Canalla quien después de la advertencia de que allí estaba el carrusel de la contratación adjudica el contrato. Miserable quien deja a los niños sin internet. Y bandida quien cree que con renunciar se lava el nombre. ¿Dónde están los $70.000 millones?”.
De ahí en adelante, siguieron los enfrentamientos por redes entre las dos, en las que se tildaron de mentirosas e ignorantes. Luego de este episodio, que se presentó a principios de diciembre de 2021, a las semanas Abudinen denunció a Miranda y al representante Muñoz por injuria y calumnia y por fraude procesal, al considerar que los corporados “crearon una situación fáctica engañosa por inducir a la Cámara de Representantes en error para que votara afirmativamente la moción de censura y un escándalo mediático”.
La Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia admitió la denuncia y abrió investigación preliminar contra los representantes. Miranda respondió que “la exministra se le perdieron $70.000 millones en sus narices, dejó el proyecto de Centros Poblados Digitales trancado y en un limbo jurídico y a miles de niños sin internet, y ahora soy yo quien le salgo a deber. Una denuncia temeraria como esta es inaceptable en cualquier democracia. Yo no me dejaré intimidar por ella ni por ningún corrupto”.
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Así como cuando conoció sobre la denuncia interpuesta en su contra, en esta ocasión, con las vallas, la representante dijo que no las retiraría. “Abudineen no es una palabra que me inventé yo. Hay que recordar todo lo que pasó con el escándalo de Centros Poblados y la plata que se perdió no ha aparecidos. Los niños siguen sin internet. Pero acá les preocupa otro tipo de temas”, comentó a Semana, prometiendo que irá con el lema de campaña hasta “que aparezca la plata de Centros Poblados o los niños tengan internet”.
Por último, explicó a la revista que sus intenciones es generar una sanción social. “El tema quedó en el olvido y debe haber responsabilidades políticas, porque no puede pasar por alto este escándalo. Yo no he dicho que la ministra se robó la plata, pero el Ministerio debe de responder”, agregó en Semana.
El contrato con Centros Poblados pretendía llevar internet a las escuelas rurales del país y en el que se perdieron $70.000 millones, que se habían pagado como adelanto y que no se vieron reflejados en la ejecución del contrato.
Para contexto: La historia del escándalo del Mintic, Karen Abudinen y Centros Poblados.