La reelección presidencial a 200 pesos
Una madre de familia pasa las duras y las maduras trabajando como recolectora de firmas para impulsar la iniciativa popular.Metieron acelerador a la recolección de adhesiones para referendo. En Bogotá, unas 2.500 personas laboran de lunes a domingo en los puntos más transitados de la ciudad.
Laura Ardila Arrieta
Podría decirse que si alguien padece la polarización que se vive en el país por cuenta de los amores y odios que genera el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, esa es Arilis Isaza Barraza. No es una servidora pública. Tampoco familiar del Primer Mandatario. De hecho, jamás en su vida lo ha visto en lugares distintos a la televisión y a las fotos de prensa. Y ni siquiera votó por él en su primera campaña. Sin embargo, todas las mañanas cuando sale a trabajar, esta bachiller de 33 años, separada y madre de dos hijos, tiene que armarse con buenas dosis de tolerancia y paciencia para los insultos que son su pan de cada día.
O las felicitaciones. Porque, desde el pasado 10 de mayo, Arilis trabaja en las calles de Bogotá recogiendo firmas que avalen la segunda reelección de Uribe, labor que le ha costado más de un ‘madrazo’, uno que otro empujón, varias enhorabuenas, y por la que le pagan mensualmente $516.500: el sueldo mínimo más un subsidio de transporte de $55.000.
Para ganar su sustento, diariamente tiene que abordar y convencer al menos a 150 desconocidos de que acepten participar en el polémico proyecto, que es presentado como una iniciativa ciudadana y cuyos gastos corren por cuenta de la Asociación Colombia Primero, en cabeza del reconocido hombre de la política Luis Guillermo Giraldo, actual secretario del Partido de la U.
No es muy complicado. Arilis dice que su truco consiste en ignorar las agresiones de quienes se oponen a tener un mandatario prácticamente perpetuado en el poder y, por otro lado, saber usar el nombre del mismo de manera estratégica cuando se está frente a un simpatizante de la causa. “Mucha gente gusta del Presidente, pero no tiene ni idea de qué es la reelección. Con ellos, basta mencionar el apellido Uribe para que firmen”. Así, no sólo alcanza la meta que le imponen sus jefes, sino que logra en promedio unas 50 firmas adicionales todos los días, por cada una de las cuales le pagan 200 pesos.
Durante varios meses, la mujer nacida en el municipio de Plato, Magdalena, tuvo labores de auxiliar de bodega y supervisora en una fábrica de jabones, hasta que se cansó de los pesados horarios que iban hasta tarde de la noche. A través de Redes Humanas, una empresa de empleos temporales, consiguió entrar al proyecto de Colombia Primero en el que tiene la misión, compartida con unas 2.500 personas más, de recoger 1.403.069 adhesiones, que luego deberán ser certificadas por la Registraduría Nacional, para poder dar paso al referendo con el que se pretende modificar, otra vez, un artículo de la Constitución que permitiría a Álvaro Uribe Vélez lanzarse a un tercer período presidencial.
La jornada, que va de lunes a domingo, empieza invariablemente desde las 10 de la mañana y se extiende hasta las 6 de la tarde. Arilis no tiene oficina, pero sí todas las calles, centros comerciales, esquinas y puentes peatonales de la capital para realizar su tarea. Además de vestirse de tolerancia, va armada con jeans, tenis, cachucha y un bolso negro grande en el que nunca falta una botella llena de agua. En una mano tres lapiceros, y en la otra 25 hojas para firmar.
“Apoya, caballero, para reelegir al presidente Uribe”, grita en la esquina de la avenida Caracas con calle 76, al pie de una estación de Transmilenio, mientras extiende amablemente los documentos, que no pueden ser suscritos por militares, policías, menores de edad o convictos.
“Ya toda mi familia firmó. Aunque a ellos les gusta el Presidente, lo hicieron más que todo para ayudarme. Yo sí no he firmado aún. De pronto me decido al final”.
En este punto interviene Nela Rodríguez, una bogotana de “cuarenta y pico de años” compañera de labores de Arilis: “Yo, por supuesto, fui la primera en estampar mi nombre en estas hojas. Creo en Uribe y no me importa que le digan ‘paraco’”.
Por cierto, éste es uno de los adjetivos, para calificar al mandatario, que más dicen escuchar las mujeres cuando abordan a los ciudadanos. “Nos preguntan que por qué estamos en esto, que si es que somos de las autodefensas”, dice Nela.
Una tarde, en la carrera séptima con calle 30, un joven de unos 25 años se le acercó a esta mujer, que antes trabajaba en una empresa exportadora de frutas, fingió estar firmando y rayó todas las hojas justo cuando a Nela le faltaban tres nombres para completar lo del día.
A Arilis una vez la empujaron y le gritaron “hijueputa paramilitar” y a Leonardo Pinilla, uno de los coordinadores de los recolectores, intentaron golpearlo unos hombres.
La buena noticia es que Uribe tiene, según las encuestas, alrededor del 80 por ciento de popularidad entre los colombianos. Por eso, no falta el ama de casa que les invita a una gaseosa, o el apretón de manos de un sonriente señor, o la felicitación sincera de la estudiante por la “importante labor que para la patria están desempeñando”.
Si las cuentas le dan a Colombia Primero, a mediados de este mes de junio habrá reunido unos dos millones de firmas con las que Giraldo, vocero de la Solicitud de Referendo Constitucional, pedirá que se lleve a cabo la iniciativa popular con la que se reformaría el inciso número uno del artículo 197 de la Constitución Política, que quedaría de la siguiente manera: ‘Quien haya ejercido la Presidencia de la República por dos períodos constitucionales, podrá ser elegido para otro período’.
Para lograrlo, la tarea de Arilis, Nela y Leonardo es reproducida por miles de personas en las principales ciudades del país, quienes conforman todo un ejército que, más allá del convencimiento político, encuentra su motivación en la necesidad de tener un empleo digno, por el cual parece estar dispuesto a sortear toda clase de fanatismos.
¿El Presidente aprueba todo esto que se está haciendo para mantenerlo en el poder? La respuesta de Nela dice mucho: “¿Y usted para qué cree que nos están pagando cada firma adicional a 200 pesos?”.
Para muchos analistas, facebook se ha convertido en un termómetro para medir ciertas situaciones sociales. El tema de la reelección no es la excepción. Cuando uno teclea ‘reelección uribe’ en el buscador de esta red de amigos aparecen 57 grupos, muchos de los cuales apoyan un eventual tercer mandato de Álvaro Uribe Vélez.
La Asociación Colombia Primero aparece como administradora de uno, que tiene 377 miembros y se llama ‘Reelección Colombia’. Sin embargo, el que cuenta con más participantes es ‘Yo voy a firmar por la reelección de Uribe’, que tiene 6.551 personas inscritas, y ‘Yo quiero la reelección del presidente Uribe’ que tiene 623 militantes.
Pero, como pasa en la vida ‘real’, en este mundo virtual también hay polarización. El grupo ‘Todo el país en contra de la tercera reelección de Uribe’ cuenta con 324 miembros, y el de ‘Uribe compró la reelección’ tiene 67 -ver imagen-.
“Sin el apoyo del Primer Mandatario”
En reiteradas ocasiones Luis Guillermo Giraldo Hurtado, secretario del Partido de la U y presidente de Colombia Primero, ha dado por descontada la aprobación del proyecto que permitiría un tercer período presidencial consecutivo.
Según fuentes oficiales de la asociación que coordina la recolección de firmas, la iniciativa es financiada por “empresas privadas amigas” que aportan dinero con el cual se cancelan, entre otras cosas, los sueldos de los empleados que recolectan las rúbricas en las principales ciudades del país. Hasta ahora se han recaudado unos 600 millones de pesos.
Giraldo también ha dicho en varios medios de comunicación que la iniciativa es propia y no cuenta, al menos por el momento, con el apoyo del presidente Uribe. La poca claridad del mandatario al respecto ha generado críticas en varios sectores políticos, especialmente de oposición.
Podría decirse que si alguien padece la polarización que se vive en el país por cuenta de los amores y odios que genera el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, esa es Arilis Isaza Barraza. No es una servidora pública. Tampoco familiar del Primer Mandatario. De hecho, jamás en su vida lo ha visto en lugares distintos a la televisión y a las fotos de prensa. Y ni siquiera votó por él en su primera campaña. Sin embargo, todas las mañanas cuando sale a trabajar, esta bachiller de 33 años, separada y madre de dos hijos, tiene que armarse con buenas dosis de tolerancia y paciencia para los insultos que son su pan de cada día.
O las felicitaciones. Porque, desde el pasado 10 de mayo, Arilis trabaja en las calles de Bogotá recogiendo firmas que avalen la segunda reelección de Uribe, labor que le ha costado más de un ‘madrazo’, uno que otro empujón, varias enhorabuenas, y por la que le pagan mensualmente $516.500: el sueldo mínimo más un subsidio de transporte de $55.000.
Para ganar su sustento, diariamente tiene que abordar y convencer al menos a 150 desconocidos de que acepten participar en el polémico proyecto, que es presentado como una iniciativa ciudadana y cuyos gastos corren por cuenta de la Asociación Colombia Primero, en cabeza del reconocido hombre de la política Luis Guillermo Giraldo, actual secretario del Partido de la U.
No es muy complicado. Arilis dice que su truco consiste en ignorar las agresiones de quienes se oponen a tener un mandatario prácticamente perpetuado en el poder y, por otro lado, saber usar el nombre del mismo de manera estratégica cuando se está frente a un simpatizante de la causa. “Mucha gente gusta del Presidente, pero no tiene ni idea de qué es la reelección. Con ellos, basta mencionar el apellido Uribe para que firmen”. Así, no sólo alcanza la meta que le imponen sus jefes, sino que logra en promedio unas 50 firmas adicionales todos los días, por cada una de las cuales le pagan 200 pesos.
Durante varios meses, la mujer nacida en el municipio de Plato, Magdalena, tuvo labores de auxiliar de bodega y supervisora en una fábrica de jabones, hasta que se cansó de los pesados horarios que iban hasta tarde de la noche. A través de Redes Humanas, una empresa de empleos temporales, consiguió entrar al proyecto de Colombia Primero en el que tiene la misión, compartida con unas 2.500 personas más, de recoger 1.403.069 adhesiones, que luego deberán ser certificadas por la Registraduría Nacional, para poder dar paso al referendo con el que se pretende modificar, otra vez, un artículo de la Constitución que permitiría a Álvaro Uribe Vélez lanzarse a un tercer período presidencial.
La jornada, que va de lunes a domingo, empieza invariablemente desde las 10 de la mañana y se extiende hasta las 6 de la tarde. Arilis no tiene oficina, pero sí todas las calles, centros comerciales, esquinas y puentes peatonales de la capital para realizar su tarea. Además de vestirse de tolerancia, va armada con jeans, tenis, cachucha y un bolso negro grande en el que nunca falta una botella llena de agua. En una mano tres lapiceros, y en la otra 25 hojas para firmar.
“Apoya, caballero, para reelegir al presidente Uribe”, grita en la esquina de la avenida Caracas con calle 76, al pie de una estación de Transmilenio, mientras extiende amablemente los documentos, que no pueden ser suscritos por militares, policías, menores de edad o convictos.
“Ya toda mi familia firmó. Aunque a ellos les gusta el Presidente, lo hicieron más que todo para ayudarme. Yo sí no he firmado aún. De pronto me decido al final”.
En este punto interviene Nela Rodríguez, una bogotana de “cuarenta y pico de años” compañera de labores de Arilis: “Yo, por supuesto, fui la primera en estampar mi nombre en estas hojas. Creo en Uribe y no me importa que le digan ‘paraco’”.
Por cierto, éste es uno de los adjetivos, para calificar al mandatario, que más dicen escuchar las mujeres cuando abordan a los ciudadanos. “Nos preguntan que por qué estamos en esto, que si es que somos de las autodefensas”, dice Nela.
Una tarde, en la carrera séptima con calle 30, un joven de unos 25 años se le acercó a esta mujer, que antes trabajaba en una empresa exportadora de frutas, fingió estar firmando y rayó todas las hojas justo cuando a Nela le faltaban tres nombres para completar lo del día.
A Arilis una vez la empujaron y le gritaron “hijueputa paramilitar” y a Leonardo Pinilla, uno de los coordinadores de los recolectores, intentaron golpearlo unos hombres.
La buena noticia es que Uribe tiene, según las encuestas, alrededor del 80 por ciento de popularidad entre los colombianos. Por eso, no falta el ama de casa que les invita a una gaseosa, o el apretón de manos de un sonriente señor, o la felicitación sincera de la estudiante por la “importante labor que para la patria están desempeñando”.
Si las cuentas le dan a Colombia Primero, a mediados de este mes de junio habrá reunido unos dos millones de firmas con las que Giraldo, vocero de la Solicitud de Referendo Constitucional, pedirá que se lleve a cabo la iniciativa popular con la que se reformaría el inciso número uno del artículo 197 de la Constitución Política, que quedaría de la siguiente manera: ‘Quien haya ejercido la Presidencia de la República por dos períodos constitucionales, podrá ser elegido para otro período’.
Para lograrlo, la tarea de Arilis, Nela y Leonardo es reproducida por miles de personas en las principales ciudades del país, quienes conforman todo un ejército que, más allá del convencimiento político, encuentra su motivación en la necesidad de tener un empleo digno, por el cual parece estar dispuesto a sortear toda clase de fanatismos.
¿El Presidente aprueba todo esto que se está haciendo para mantenerlo en el poder? La respuesta de Nela dice mucho: “¿Y usted para qué cree que nos están pagando cada firma adicional a 200 pesos?”.
Para muchos analistas, facebook se ha convertido en un termómetro para medir ciertas situaciones sociales. El tema de la reelección no es la excepción. Cuando uno teclea ‘reelección uribe’ en el buscador de esta red de amigos aparecen 57 grupos, muchos de los cuales apoyan un eventual tercer mandato de Álvaro Uribe Vélez.
La Asociación Colombia Primero aparece como administradora de uno, que tiene 377 miembros y se llama ‘Reelección Colombia’. Sin embargo, el que cuenta con más participantes es ‘Yo voy a firmar por la reelección de Uribe’, que tiene 6.551 personas inscritas, y ‘Yo quiero la reelección del presidente Uribe’ que tiene 623 militantes.
Pero, como pasa en la vida ‘real’, en este mundo virtual también hay polarización. El grupo ‘Todo el país en contra de la tercera reelección de Uribe’ cuenta con 324 miembros, y el de ‘Uribe compró la reelección’ tiene 67 -ver imagen-.
“Sin el apoyo del Primer Mandatario”
En reiteradas ocasiones Luis Guillermo Giraldo Hurtado, secretario del Partido de la U y presidente de Colombia Primero, ha dado por descontada la aprobación del proyecto que permitiría un tercer período presidencial consecutivo.
Según fuentes oficiales de la asociación que coordina la recolección de firmas, la iniciativa es financiada por “empresas privadas amigas” que aportan dinero con el cual se cancelan, entre otras cosas, los sueldos de los empleados que recolectan las rúbricas en las principales ciudades del país. Hasta ahora se han recaudado unos 600 millones de pesos.
Giraldo también ha dicho en varios medios de comunicación que la iniciativa es propia y no cuenta, al menos por el momento, con el apoyo del presidente Uribe. La poca claridad del mandatario al respecto ha generado críticas en varios sectores políticos, especialmente de oposición.