La reforma a la salud no se ha hundido, pero sí está apretada en sus tiempos
A diferencia de la reforma tributaria, la reforma a la salud no se puede retirar, debido a que hay una ponencia radicada pendiente de ser aprobada o rechazada. Lo que viene, por ahora, para este proyecto son unos foros para hacerle pedagogía.
Es falso que la reforma a la salud se haya hundido como han dicho algunos congresistas. Lo que sí es cierto es que el proyecto ha perdido apoyos de diferentes partidos como la U, Liberal y la oposición que, desde el principio, tomó distancia de la propuesta.
Lo que hay, por ahora, son unos foros programados para este viernes y la próxima semana con el fin de hacer pedagogía luego de que el paro nacional pidiera también su retiro, como lo logró con la reforma tributaria.
Le puede interesar: Las cuentas cortas de la reforma a la salud.
La situación del proyecto a la salud es diferente a la tributaria, toda vez de que la iniciativa fue radicada en julio de 2020, recibió mensaje de urgencia por parte del presidente Iván Duque, las comisiones séptimas sesionaron en conjunto desde diciembre del año pasado y se retomó la discusión en marzo de 2021. Las mayorías hundieron la proposición de archivo de la oposición y, desde entonces, están anclados en el trámite de la ponencia mayoritaria, que va en el sentido de la propuesta inicial, liderada por Cambio Radical.
La dilatación del trámite se debe a una avalancha de proposiciones, más de 350, para un proyecto de 65 artículos, por lo que se creó una subcomisión para el estudio de estas proposiciones y llegar con un texto unificado y nutrido.
En el marco del trabajo de la subcomisión, se convocó el paro nacional contra la reforma tributaria, que fue lo que colmó la indignación y el descontento social de la ciudadanía y la impulsó a las calles. Una vez retirada la reforma tributaria, las reclamaciones se concentraron en otros frentes, entre ellos, el hundimiento de la reforma a la salud.
La presión en las calles derivó a que partidos como la U y Liberal, y algunos congresistas del Centro Democrático se desvincularan del proyecto, pidiendo el retiro de sus firmas de la iniciativa radicada, pidiendo el retiro y anunciando su voto negativo en caso tal de que el trámite continuara.
También: Reforma a la salud: entre el descontento, el paro, la política y las “fake news”
El presidente de la Comisión Séptima del Senado, José Ritter López (la U), explicó que, como dicta el reglamento del Congreso, una iniciativa no puede ser retirada cuando ya hay ponencia radicada para votación. En ese sentido, el proyecto debe ser votado y lograr las mayorías para que, como lo piden en las calles, se hunda la reforma. Igualmente, López comentó que se han presentado varias proposiciones pidiendo el archivo.
Para evitar este escenario, Cambio Radical convocó a foros con diferentes actores para hacer pedagogía y recoger mejoras para el proyecto. Estos serán este viernes y la próxima semana, sin embargo, los tiempos y el descontento social con la reforma no le son favorables.
Hasta el 20 de junio, las comisiones conjuntas séptimas tienen para aprobar el proyecto en primer debate, de lo contrario, se hundiría por falta de trámite. Con los foros programados y, en caso de recoger nuevas propuestas para sumar, los ponentes tendrían cuatro semanas estrechas para hacer modificaciones, convencer a las mayorías que se reconfiguraron y tratar de impulsar la iniciativa, escenario que, para muchos, no es el más favorable.
Es falso que la reforma a la salud se haya hundido como han dicho algunos congresistas. Lo que sí es cierto es que el proyecto ha perdido apoyos de diferentes partidos como la U, Liberal y la oposición que, desde el principio, tomó distancia de la propuesta.
Lo que hay, por ahora, son unos foros programados para este viernes y la próxima semana con el fin de hacer pedagogía luego de que el paro nacional pidiera también su retiro, como lo logró con la reforma tributaria.
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La situación del proyecto a la salud es diferente a la tributaria, toda vez de que la iniciativa fue radicada en julio de 2020, recibió mensaje de urgencia por parte del presidente Iván Duque, las comisiones séptimas sesionaron en conjunto desde diciembre del año pasado y se retomó la discusión en marzo de 2021. Las mayorías hundieron la proposición de archivo de la oposición y, desde entonces, están anclados en el trámite de la ponencia mayoritaria, que va en el sentido de la propuesta inicial, liderada por Cambio Radical.
La dilatación del trámite se debe a una avalancha de proposiciones, más de 350, para un proyecto de 65 artículos, por lo que se creó una subcomisión para el estudio de estas proposiciones y llegar con un texto unificado y nutrido.
En el marco del trabajo de la subcomisión, se convocó el paro nacional contra la reforma tributaria, que fue lo que colmó la indignación y el descontento social de la ciudadanía y la impulsó a las calles. Una vez retirada la reforma tributaria, las reclamaciones se concentraron en otros frentes, entre ellos, el hundimiento de la reforma a la salud.
La presión en las calles derivó a que partidos como la U y Liberal, y algunos congresistas del Centro Democrático se desvincularan del proyecto, pidiendo el retiro de sus firmas de la iniciativa radicada, pidiendo el retiro y anunciando su voto negativo en caso tal de que el trámite continuara.
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El presidente de la Comisión Séptima del Senado, José Ritter López (la U), explicó que, como dicta el reglamento del Congreso, una iniciativa no puede ser retirada cuando ya hay ponencia radicada para votación. En ese sentido, el proyecto debe ser votado y lograr las mayorías para que, como lo piden en las calles, se hunda la reforma. Igualmente, López comentó que se han presentado varias proposiciones pidiendo el archivo.
Para evitar este escenario, Cambio Radical convocó a foros con diferentes actores para hacer pedagogía y recoger mejoras para el proyecto. Estos serán este viernes y la próxima semana, sin embargo, los tiempos y el descontento social con la reforma no le son favorables.
Hasta el 20 de junio, las comisiones conjuntas séptimas tienen para aprobar el proyecto en primer debate, de lo contrario, se hundiría por falta de trámite. Con los foros programados y, en caso de recoger nuevas propuestas para sumar, los ponentes tendrían cuatro semanas estrechas para hacer modificaciones, convencer a las mayorías que se reconfiguraron y tratar de impulsar la iniciativa, escenario que, para muchos, no es el más favorable.