La unidad de la izquierda latinoamericana, el pedido del Grupo de puebla
En el VIII encuentro del Grupo de Puebla, el mensaje que predominó en las declaraciones y los distintos encuentros fue la unidad latinoamericana. Hubo un ambiente de celebración ante los resultados de la región.
La llegada de Gustavo Petro al poder puso a Colombia como referente para la izquierda latinoamericana. Tanto así que, Santa Marta se convirtió en la sede del VIII encuentro del Grupo de Puebla, foro del que hacen parte mandatarios y exmandatarios cuya afiliación política es de izquierda o de centro. El gobernador Carlos Caicedo fue el que tomó la batuta para que el evento se celebrara en la capital de su departamento.
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La llegada de Gustavo Petro al poder puso a Colombia como referente para la izquierda latinoamericana. Tanto así que, Santa Marta se convirtió en la sede del VIII encuentro del Grupo de Puebla, foro del que hacen parte mandatarios y exmandatarios cuya afiliación política es de izquierda o de centro. El gobernador Carlos Caicedo fue el que tomó la batuta para que el evento se celebrara en la capital de su departamento.
La nueva fecha de este foro de figuras de la izquierda iberoamericana y latinoamericana se estará llevando a cabo entre el 10 y 11 de noviembre. En su primera jornada, la mayoría de eventos se llevaron a cabo a puerta cerrada, sin que los medios supieran los temas que allí se trataban. Sin embargo, en los pocos momentos donde hubo posibilidad de hablar con los participantes del foro, todos apuntaron a un mismo mensaje: unidad y cooperación en el continente.
Figuras como Alberto Fernández, presidente de Argentina; Gabriel Boric, presidente de Chile; Dilma Rousseff, expresidente de Brasil; Evo Morales, expresidente Bolivia; Ernesto Samper, expresidente de Colombia; José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente de España, entre otros, coincidieron que el futuro de la región pasa por una integración regional, sobre todo basada en el regreso de una mayoría de izquierda a los gobiernos de la zona, siendo Colombia la primera vez que cuenta con un mandatario de esta línea.
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El mensaje común de los exponentes y de los asistentes es aprovechar el regreso del continente a una mayoría de izquierda para construir la unidad que anteriormente se venía gestando a principios de siglo y la creación de este bloque como una forma de hacerle frente a un panorama económico incierto a nivel global.
“Lo que hace falta institucionalizar esta unión que proclamamos”, expresó Alberto Fernández en un breve mensaje grabado, en el que también habló de que la misión de este bloque pasa por “igualar” la cancha, ante uno de los continentes más desiguales del planeta.
Gabriel Boric también apuntó a la integración de la América Latina. Para este, el tema no solo debe ser comercial, como se ha hecho en anteriores ocasiones, sino que la unidad de la región debe cimentarse de forma política y social. El presidente chileno también recalcó la importancia de estos espacios de discusión para revitalizar distintos foros e instancias continentales.
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Una de las voces más esperadas en el encuentro era la de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff. Con la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva, se esperaba su pronunciamiento sobre las elecciones del pasado fin de semana. Rousseff provechó su turno al micrófono para irse en contra de Jair Bolsonaro y su legado.
“Todo fue privatizado, destruyeron una política de 40 años. Brasil tiene 33 millones con inseguridad alimentaria profunda. Vemos una situación gravísima. Están desindustrializando a Brasil”, señaló la exgobernante, que aprovechó ese panorama para hablar de los peligros que implica la ultraderecha y la necesidad de unirse los países progresistas para hacerle frente.
“Sabemos que lo más importante es la América Latina. Lo más importante es la gestión de la América Latina”, comentó la política brasileña, que lanzó una propuesta de reconstruir instancias como Unasur y la Celac. “Esto que reconstruimos son relaciones, no solo políticas, sino de confianza, amistad y lealtad”, concluyó.
Otro que habló de la unidad de América Latina fue Evo Morales, aunque este hizo gala de un discurso más cercano a las antiguas izquierdas. Se fue en contra de Estados Unidos, que tildó de imperialista, y hasta habló de las expulsiones de la OEA como un orgullo regional. Morales exaltó los distintos triunfos de la izquierda en el continente y lo calificó como un triunfo de la “revolución bolivariana” en contra del grupo de Lima.
El expresidente de Colombia Ernesto Samper habló de la necesidad de la unidad en el campo migratorio: “Cambiemos el carácter estigmatizante de las migraciones”, dijo el exmandatario entre 1994 y 1998, que planteó una mayor integración como respuesta a estos retos que ha enfrentado en los últimos años. “Miremos la ciudadanía no como un origen sino el derecho a tener derechos”, dijo el expresidente.
Samper también entró a reforzar la tesis de Carlos Caicedo sobre repensar el ordenamiento territorial en la mayoría de países de la región, sobre todo Colombia. Al igual que el gobernador, el expresidente planteó la necesidad de poner en duda el presidencialismo férreo para contemplar otros modelos, como el federalismo.
En medio de la intervención de varios de los invitados, también se hizo eco a la propuesta de una moneda única, tesis esgrimida por Lula da Silva en los últimos días. De cierta forma, se fue sembrando el camino para que la integración regional asuma algunos elementos trabajados ya en la Unión Europea. Precisamente, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, fue el que entró a hablar de esta propuesta.
“El grupo de Puebla es una historia para contar ya”, expresó Zapatero para catalogar a este foro como una historia de éxito de integración tanto regional como ideológica. El español resaltó algunos momentos del continente: “nos hemos sentido reconocidos en la entrega de la banda presidencial por María José Pizarro” y “nos sentimos reconocidos en la paz total”, fueron algunos de los comentarios de Zapatero, que también destacó la victoria de la izquierda brasileña.
“La esperanza está en Latinoamérica y el feminismo”, fue otro de los puntos cumbre del discurso de Zapatero, que celebró al conteniente como uno de los epicentros del movimiento feminista. En este mismo sentido, celebró que es de los pocos continentes en los que no hay conflicto materializados entre los gobiernos.
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Además de este evento inicial, la sesión contó con varios encuentros a puerta cerrada. Al consultar a sus asistentes, estos reiteraron que todo giró en torno a la integración regional. Buena parte de los que estuvieron en estos encuentros fueron senadores y representantes de la bancada de Gobierno, sobre todo del Pacto Histórico y de la Alianza Verde.
“En los encuentros resaltamos el nuevo ciclo del progresismo en América Latina”, señaló la representante María Fernanda Carrascal. En una senda similar, la senadora María José Pizarro habló de la agenda de gobierno y la de este foro para señalar las coincidencias: “el presidente Gustavo Petro ha hablado de la integración política y no solo política, sino la integración de la transición energética, la protección de la Amazonía, la paz, y la integración cultural de nuestras sociedades”.
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Pizarro recalcó en un breve diálogo con este diario que se alcanzó a hablar de la inclusión nuevamente de Venezuela y de Chile en la Comunidad Andina de Naciones. En la misma senda de rehabilitar foros plurinacionales, la senadora destacó las propuestas de revivir la Celac y Unasur.
En este caso, se planteó la necesidad de reactivar Unasur para dar una integración económica de la región, que podría concluir con una sola moneda regional, como llegó a plantear el electo presidente brasileño.
Un punto llamativo del encuentro fue la representación del partido comunista chino en el foro. El diálogo con esta delegación habría girado en torno de una integración económica con el gobierno chino. Incluso, señalaron el énfasis que debería hacerse a la libre determinación de los países, en contra de bloqueos como los realizados a Venezuela, Cuba y similares.