Las perspectivas del decálogo de gobierno de Gustavo Petro
Durante su posesión, el presidente mencionó los 10 aspectos que marcarán el rumbo de su gobierno. Inclusión, “paz total”, lucha anticorrupción y contra el cambio climático, algunas de sus premisas.
Luego de que la senadora María José Pizarro, en una ruptura del protocolo le impusiera la banda presidencial al presidente Gustavo Petro, el nuevo mandatario pronunció su primer discurso en el que presentó un decálogo de gobierno con sus compromisos. Temas como una nueva política de drogas para alcanzar la paz, la inclusión de las diferentes visiones de país, la protección de los vulnerables y la priorización de lo popular, fueron los ejes de los 10 puntos de un discurso en el que reiteró su compromiso con el cambio y con hacer de Colombia una potencia mundial de la vida.
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Luego de que la senadora María José Pizarro, en una ruptura del protocolo le impusiera la banda presidencial al presidente Gustavo Petro, el nuevo mandatario pronunció su primer discurso en el que presentó un decálogo de gobierno con sus compromisos. Temas como una nueva política de drogas para alcanzar la paz, la inclusión de las diferentes visiones de país, la protección de los vulnerables y la priorización de lo popular, fueron los ejes de los 10 puntos de un discurso en el que reiteró su compromiso con el cambio y con hacer de Colombia una potencia mundial de la vida.
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El primer punto de su decálogo tiene que ver con la paz. Una paz “verdadera y definitiva”, o como ya la han denominado desde el nuevo gobierno, la “paz total”. Petro se comprometió no solo a avanzar en la implementación del Acuerdo de Paz, sino a seguir las recomendaciones del Informe Final que entregó hace unas semanas la Comisión de la Verdad. “La paz es el sentido de mi vida, es la esperanza de Colombia. No podemos fallarle a la sociedad colombiana. Los muertos se lo merecen. Los vivos lo necesitan. La vida debe ser la base de la paz”, mencionó el presidente en su discurso.
El plan del gobierno para lograr una paz completa y no parcial, como según el gobierno ocurrió con todos los procesos de paz que se han adelantado, pasa por retomar las negociaciones que el expresidente Iván Duque dejó de lado con el Eln, someter a los grupos armados ilegales mediante ciertas reformas, tranquilizar al estamento militar e integrar los diálogos regionales al Plan de Desarrollo.
Aún se trabaja en esa nueva política, en la que estarán incluidas varias estructuras criminales con las que, consideran, se debe negociar para evitar rebrotes de violencia, pero, según dejó claro Petro en su discurso, para alcanzar la paz completa es necesario un nuevo enfoque en la lucha contra las drogas. “Es hora de una nueva convención internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado, que ha dejado un millón de latinoamericanos asesinados durante estos 40 años y que deja 70.000 norteamericanos muertos por sobredosis cada año. Que la guerra contra las drogas fortaleció las mafias y debilitó los Estados”, manifestó el presidente en la Plaza de Bolívar.
Sobre este aspecto conversaron este lunes Petro y el presidente de Chile, Gabriel Boric, en el primer encuentro bilateral del nuevo mandatario. “Chile es país garante de acuerdo a los protocolos del gobierno Santos en las negociaciones de paz que en ese entonces se establecieron finalmente en La Habana, Cuba”, afirmó Petro al final de encuentro, con lo que no descartó que el país austral siga siendo garante en los procesos de paz que están por retomar o iniciar.
Su segundo y tercer compromiso fue el de avanzar en temas de igualdad, priorizando la atención a los más vulnerables y marginados. Petro asumió el reto de construir una “política de cuidados” que sea “sensible al sufrimiento y dolor ajeno” y en la que también se incluye la visión de género que traerá el nuevo gobierno. Además de la nueva política de cuidado, Petro prometió a las colombianas que su gobierno será paritario. A eso suma la creación del nuevo Ministerio de las Mujeres y la Igualdad, que será liderado por la vicepresidenta Francia Márquez.
“Con nuestra vicepresidenta y ministra Francia Márquez vamos a trabajar para que el género no determine cuánto ganas ni cómo vives. Queremos igualdad real y seguridad para que las colombianas puedan caminar tranquilas y no temer por sus vidas”, notificó el presidente Petro. La creación del nuevo ministerio se está articulando entre organizaciones como Artemisas y Fescol, además del apoyo de la Alcaldía de Bogotá que puede aportar su experiencia con el sistema de cuidado que se espera elevar a nivel nacional. En el Congreso, la senadora María José Pizarro será una de las impulsoras de dicho proyecto.
Se entrelazan también el cuarto y quinto punto de su decálogo. La inclusión, escucha, diálogo y la promesa de un gobierno cercano a la ciudadanía son la base de estos capítulos. El gobierno, dijo Petro, será “de puertas abiertas para todo aquel que quiera dialogar sobre los problemas de Colombia”, sin importar sus orígenes políticos ni visiones de país.
La promesa de inclusión se fundamenta entonces tanto en reducir la distancia del Estado y el ciudadano, generando nuevos “mecanismos y dinámicas para que todo colombiano se sienta escuchado en este Gobierno”, como en la búsqueda de la consolidación y ampliación del acuerdo nacional que incluye a la bancada oficialista y a otros sectores políticos que, sin ser gobierno, garantizarán que las reformas prometidas en campaña tendrán un trámite legislativo favorable para el nuevo gobierno. A pesar de que consolidar ese bloque depende de transacciones, Petro garantizó que la burocracia no hará parte de esos acuerdos.
Su sexta promesa está enmarcada en el tema de la nueva visión militar y de defensa. La prevención, modernización de las fuerzas militares y contener todo tipo de violencias, incluso la machista, son parte de la propuesta en seguridad. “Defenderé a los colombianos y colombianas de las violencias y trabajaré para que las familias se sientan seguras y tranquilas”, pronunció el mandatario.
En ese sentido, el nuevo departamento de defensa del gobierno tiene como retos la la reforma a las fuerzas militares y policiales, pues en campaña se propuso que la Policía pase del Ministerio de Defensa al de Interior. Eso, en línea con las recomendaciones del Informe Final de la Comisión de la Verdad.
La lucha anticorrupción fue la base del séptimo punto de su decálogo. “Un Gobierno de ‘cero tolerancia’”, señaló Petro al respecto, junto a una promesa de evitar nuevos descalabros al erario y recuperar lo que por años le han arrebatado. Además de eso, aseguró que se harán transformaciones para desincentivar la corrupción.
Al respecto, el reto máximo de acuerdo con un informe de Transparencia por Colombia es que el gobierno se enfoque en problemáticas estructurales como el empleo público, contratación, sistema político, control interno, presupuestos públicos y descentralización. Según la organización la nueva administración debe propender en su mandato por la “reglamentación e implementación de varias de las normas y acciones realizadas por el gobierno saliente”.
Una nueva óptica para el impulso de la economía es el eje del octavo y noveno “mandamiento” del gobierno Petro, que definió como responsabilidad la protección de los recursos naturales y la biodiversidad. “Vamos a enfrentar la deforestación descontrolada de nuestros bosques e impulsar el desarrollo de energías renovables”, manifestó.
El campo colombiano y la economía popular serán prioridades del gobierno, que tiene como una de sus premisas económica la redistribución de la riqueza y la preponderancia de la ciencia, la cultura y el conocimiento como el centro del crecimiento de la industria nacional.
Por último, como compromiso de unión y con el ánimo de disipar muchas de las dudas que plantearon sus contradictores en campaña, el presidente se comprometió a cumplir y hacer la Constitución. “La que dice en su artículo 1: ‘Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general’”, concluyó Petro, quien destacó la unidad y la búsqueda de consensos básicos como el gran deber de su administración.