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En la mañana de este miércoles, el Congreso estuvo en ascuas frente a la elección de los nueve magistrados que llegarán al Consejo Nacional Electoral (CNE). Se suponía que el proceso se iba a llevar a cabo temprano, a eso de las 10 de la mañana, pero la hora se corrió hasta tres veces. Luego, cuando se suponía que la sesión se iba celebrar, se aplazó definitivamente para el próximo martes, 30 de agosto.
La razón del aplazamiento apuntaría a que los partidos de gobierno no se pusieron de acuerdo en la plancha final por la que votarían. Durante los tres aplazamientos se intentó llegar un acuerdo, pero al final se corrió de día para poder seguir con las negociaciones.
El problema central sería sobre la cantidad de cupos que le corresponden a cada partido. Inicialmente se hablaba que el Pacto Histórico tendría dos magistrados, al igual que los liberales y el resto tendría uno (conservadores, la U, Cambio Radical, Alianza Verde y Centro Democrático). Sin embargo, a último minuto, el Pacto habría pedido una magistratura más, en detrimento de los liberales.
El Pacto buscaba un tercer representante en el CNE y así bajarles a las tensiones al interior de la coalición de gobierno, puesto que son seis partidos y obligatoriamente cuatro se quedarían sin voz en el tribunal electoral. Sin embargo, las pretensiones de los partidos de izquierda no tuvieron resonancia en los tradicionales y alguno que otro partido independiente.
Liberales, conservadores, la U y hasta la Alianza Verde se habrían unido para frenar el intento de la bancada oficialista de quedar con tres asientos en el CNE. Incluso, de acuerdo a algunas fuentes, se habría propuesto la creación de nuevas planchas por aparte del Pacto, si estos seguían con su “capricho” de tener tres curules.
El Pacto Histórico por sí solo no tendría los votos suficientes para lograr los tres puestos en el tribunal electoral. Sin embargo, si se entra a contar a las curules de paz y las cinco de Comunes, la alianza de izquierdas tendría los votos suficientes para pedir un tercer magistrado. Esto es precisamente lo que han querido evitar los partidos tradicionales que se unieron para frenar las pretensiones gobiernistas.
Al no poderse poner de acuerdo sobre la cantidad de curules para cada partido, se suspendió el proceso. De no llegar a un acuerdo y si el Pacto sigue con su intención de quedarse con tres magistraturas de nueve, existe la serie posibilidad de que el martes se presente varias planchas y no se haga de forma conjunta, como normalmente se ha hecho. Algunos consultados llegaron a calificar al gobierno y su bancada de tener apetitos desmedidos.
Las otras controversias en la elección
Sí o sí, este martes habrá más de una plancha por la que votar. La razón es que el Centro Democrático presentará su candidato por aparte. A pesar del llamado a juicio por la Corte Suprema, el uribismo se mantuvo con Álvaro Hernán Prada como su ficha para el CNE. Ante el rechazo que genera su nombre, se amenazó con no aprobar la plancha única si este aparecía. La solución que encontró el antiguo partido de gobierno fue presentarlo por aparte para lograr los votos mínimos que necesita y evitar que su candidatura se frene.
En los liberales también hubo controversia por Altus Alejandro Baquero. A pesar de que se ha insistido en que no estaría habilitado para el proceso, los del trapo rojo se la han jugado por él. Incluso hubo un momento que los dos principales candidatos supuestamente estaban inhabilitados. Sin embargo, de acuerdo con algunos consultados de la colectividad, hay presiones para que Baquero y Benjamín Ortiz sean los magistrados del CNE por parte de los liberales.
En cuanto a la coalición de gobierno también se han presentado debates. De acuerdo con algunos de los consultados, hubo molestias debido a que Roy Barreras se les habría adelantado y se garantizó que uno de sus aliados, Álvaro Echeverry, ocupara sí o sí uno de los puestos. Entonces, el Pacto Histórico tendría que repartiese el único cargo que les queda. Por eso estarían buscando tener tres escaños, para poder repartirse los dos que quedan entre el resto de miembros del pacto.