Las reformas de Petro también se juegan su suerte en la puja por las comisiones

Este 20 de julio, durante la instalación de las sesiones ordinarias de la segunda legislatura del Congreso, el plato fuerte de la jornada será la elección de los nuevos presidentes del Senado y la Cámara, al igual que el primer discurso del presidente Gustavo Petro en el capitolio. Sin embargo, no hay que perder de vista el postre que servirán las comisiones constitucionales con la definición de sus mesas directivas.

Este 20 de julio, durante la instalación de las sesiones ordinarias de la segunda legislatura del Congreso, el plato fuerte de la jornada será la elección de los nuevos presidentes del Senado y la Cámara, al igual que el primer discurso del presidente Gustavo Petro en el capitolio. Sin embargo, no hay que perder de vista el postre que servirán las comisiones constitucionales con la definición de sus mesas directivas.

En esta nueva etapa del Congreso, el Gobierno intentará, nuevamente, centralizar la labor del Legislativo en torno a su agenda, por lo que necesitará aliados en cada comisión. Además de las primeras, que tendrán a cargo discusiones trascendentales como la de la ley de sometimiento, las séptimas y sextas tendrán protagonismo. Así están las apuestas.

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Botines para la segunda legislatura

Con poco protagonismo en el pasado periodo legislativo, las comisiones sextas, encargadas de los temas de transporte, comunicaciones y educación, entre otros, podrían tomar gran protagonismo a partir de este 20 de julio, por cuenta de las nuevas reformas anunciadas por el presidente Gustavo Petro.

A estos despachos llegarán la reforma a la Ley 30 de educación, la reforma a los servicios públicos, la actualización del Código Nacional de Tránsito, la nueva ley ferroviaria y el proyecto de Régimen sancionatorio de Transporte. “Se viene el año de las sextas”, aseguró el representante Jaime Raúl Salamanca, quien viene de presidir esta comisión en la Cámara.

El interés del Gobierno en estos proyectos convierte a las mesas directivas de las comisiones sextas en un premio gordo para los partidos. En el Senado, el tema está claro y todo indica que la presidencia será para el santandereano Gustavo Moreno, de la Alianza Verde y partidario de las reformas del Ejecutivo.

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En la Cámara de Representantes el panorama es más complejo, pues los acuerdos políticos no quedaron claros, por lo que el Partido Conservador y La U se disputarán el control. Los godos apuestan por Alfredo Ape Cuello, uno de los políticos más influyentes del Cesar y cercano a la casa Gnecco. En los últimos meses se ha alejado de la agenda del Gobierno.

Los candidatos de La U son Julián López y Diego Caicedo. Este último, según fuentes del Congreso, es la ficha de Dilian Francisca Toro. Caicedo heredó la curul de su padre, el excongresista Jose Edilberto “El Pájaro” Caicedo, a quien la Corte Suprema le dictó medida de aseguramiento en junio de 2021 por los delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos legales y peculado por apropiación. A diferencia de López, el representante Caicedo es más crítico del Gobierno, por lo que tendría el respaldo de las mayorías de su bancada.

Sin embargo, antes de cantar victoria, tendrá que esperar el desenlace de la puja entre los conservadores y La U, que no llegará antes del 20 de julio.

Los “chicharrones” que se avecinan

Según los acuerdos políticos, la presidencia de la Comisión Primera de Senado le corresponde al Pacto Histórico, bancada que no tiene objeciones en la postulación de Alexander López Maya, quien viene de dirigir la mesa directiva de la corporación tras la salida de Roy Barreras por el fallo del Consejo de Estado que anuló su elección por doble militancia.

En la Cámara, el que pica en punta es el liberal Óscar Sánchez, cercano a Miguel Ángel Pinto y uno de los más leales a César Gaviria. En campaña apoyó a Federico Gutiérrez y durante el Gobierno no se la ha jugado de lleno por el Gobierno.

En la legislatura pasada, las comisiones primeras aprobaron importantes reformas a la Constitución: el reconocimiento al campesinado como sujeto de derechos, la creación de la Jurisdicción Agraria y la reforma al Código Electoral. Sin embargo, otras no alcanzaron ni siquiera a tener su primer debate, especialmente dos de origen gubernamental.

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Se trata de la ley de sometimiento y el proyecto de humanización carcelaria. El primero sienta las bases para los diálogos de paz entre el Gobierno y las bandas criminales, mientras que el segundo promueve la justicia restaurativa y elimina algunos delitos del Código Penal buscando disminuir el hacinamiento en las cárceles.

Para los congresistas Carolina Arbeláez (Cambio Radical) y Honorio Henríquez (Centro Democrático), la caída de ambos proyectos es una victoria de la oposición. Ambos aseguran que, de cara a la próxima legislatura, mantendrán su postura de impedirle al Gobierno “pasar por encima del Legislativo”. Sin embargo, también señalan que están abiertos al diálogo y el consenso.

Las que mantendrán el protagonismo

A estas comisiones volverán los tres proyectos que durante la primera legislatura pusieron a tambalear la gobernabilidad de Gustavo Petro, las reformas sociales: laboral, pensional y de la salud. La presidencia en Senado le corresponde al Pacto Histórico y la más opcionada es Martha Peralta, aunque su nombre no termina de convencer al Gobierno.

En la Cámara el cupo está fijo para los liberales, que tienen tres candidatos: Germán Rozo, Héctor Chaparro y María Eugenia Lopera. Quien gane podrá inclinar a su gusto la balanza en el debate de los proyectos del Gobierno. Lopera, por ejemplo, quien es ficha de Julián Bedoya, fue clave para que la reforma a la salud superara su primer debate y es una de las cabezas del bando que se opone a un control total de César Gaviria sobre el Partido Liberal. Por el contrario, Rozo y Chaparro han sido más críticos con las reformas, este último incluso no firmó la ponencia mayoritaria de la laboral y apoyó una alternativa.

Las reformas pensional y de la salud iniciarán su segundo debate en las plenarias de Senado y Cámara, respectivamente; para luego volver a las comisiones séptimas. La laboral, que terminó archivada porque los partidos desarmaron el quórum en varias oportunidades, regresará el 20 de julio con el reto para el Gobierno de generar consenso.

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