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Después de varios años de lucha, Argentina le dio vía libre al aborto en todas las causales hasta la semana 14 de gestación. Las respuestas de celebración y de rechazo por la medida fueron tendencia en todo el continente, y el Congreso colombiano no fue ajeno a esta trascendental decisión, que puede servir de hoja de ruta para que en otras latitudes se tomen determinaciones parecidas.
En el legislativo colombiano las posiciones estuvieron encontradas, por los lados de los partidos progresistas se celebró la votación, que se extendió hasta la madrugada argentina y colombiana. Congresistas como la representante Ángela María Robledo usaron su cuenta de Twitter para reconocer el logro que alcanzaron los movimientos feministas del país gobernado por Alberto Fernández, cuyas promesas de campaña incluyeron impulsar la despenalización del aborto en el Congreso.
“Parlamento Argentino dio el paso para proteger la vida de las mujeres. De esta manera se evitarán miles de muertes, mutilaciones y afectaciones sobre la salud de las mujeres”, fueron las palabras de Robledo, que vinieron acompañadas de una de las ya reconocidas imágenes de los movimientos del pañuelo verde.
La senadora Angélica Lozano también se unió a la celebración por la despenalización del aborto en Argentina. En el mismo sentir de otras congresistas, la senadora de la Alianza Verde expresó: “La lucha de las mujeres es inacabable. Las pioneras, las que empiezan, sostienen, aguantan, reciben toda clase de rechazo y estigma, abrieron el camino, inspiraron y hacen posible hoy lo que empezaron hace tanto”. Esta también criticó las acciones de la bancada conservadora que enviaron una carta al Senado argentino rechazando la aprobación del aborto en todos los casos.
María José Pizarro, representante de la Colombia Humana, fue otra de las que usó su cuenta de Twitter para celebrar. Además, dejó entrever que la decisión allí podría influenciar posible proyectos en Colombia referentes a dicho tema. “Argentina marcó la ruta en América Latina, el aborto legal, gratuito, libre y seguro fue aprobado en debate público del Congreso, liderado por un inmenso movimiento de mujeres que exigen poder decidir sobre sus cuerpos y su futuro”, comentó Pizarro, que también señaló el aborto como una forma de prevenir el embarazo adolescente que es, según Unicef, “una fábrica de pobres”.
Por otro lado, la bancada que se autodenomina provida envió una carta al Senado argentino en la que expresaron su “gran preocupación” por la el proyecto que “busca legalizar el aborto en Argentina hasta la semana 14 del proceso gestacional, así como en niñas menores de 13 años sin el consentimiento de los padres y además sin limitación de tiempo o causal”. También criticaron que la ley aprobada en la madrugada de este 30 de diciembre penalice “a cualquiera que se oponga a este crimen”, sobre todo al personal de salud que no lo practique.
Según los congresistas provida, se está desconociendo el derecho a la vida, un derecho que “si se niega, todos los demás derechos desaparecen por sustracción de materia”. Para estos, el aborto se mete con la democracia y la supervivencia de la naciones.
“No permitan que los congresitas sean cómplices del mayor crimen contra la humanidad”, expresaron los 23 firmantes, que añadieron este tipo de iniciativas “agudiza la problemática de desigualdad social y desconoce los derechos humanos. Por último, aseguraron que la aporbación del aborto tendría gravísimas consecuencias para “el hermano pueblo argentino”.
Vale recordar que este tema ha sido tabú para el Congreso colombiano, tanto así que han sido muy pocas las veces que este ha tramitado proyectos relacionados con el tema. Es más, una buena parte de estas iniciativas vienen de las bancadas conservadoras que buscan prohibirlo. Un ejemplo de esto es el proyecto de la senadora Esperanza Andrade, del Partido Conservador, que busca establecer en el ordenamiento colombiano que la vida comienza desde la concepción.
Por otro lado, los avances en esta materia han venido de la Corte Constitucional. Fue esta la que en 2006 lo despenalizó en las tres conocidas causales: peligro para la salud física o mental de la mujer, inviabilidad de la vida del feto y violación. En los últimos años se han presentado demandas para despenalizarlo completamente, pero el alto tribunal se ha abstenido de pronunciarse más allá de lo ya expresado hace 14 años.