Reforma a la salud: cara a cara tras el atropellado primer debate en la Cámara

La propuesta de reforma a la salud del gobierno de Gustavo Petro fue aprobada en su primero de cuatro debates en el Congreso. Ahora se dirigirá a la plenaria de la Cámara de Representantes, en donde la negociación será más difícil y costosa, entre varias cosas, porque el Gobierno tendrá que lidiar con 187 representantes y unas mayorías incompletas. En la última jornada en la Comisión Séptima de la Cámara, en la que fue aprobada la reforma a la salud en primer debate, el Gobierno tuvo que sacrificar nueve artículos. Por un acuerdo con los partidos tradicionales, fueron eliminados puntos que tenían que ver con la gestión pública de los servicios en salud, la Administradora de Recursos en Salud (Adres), los fondos territoriales, entre otros.

La propuesta de reforma a la salud del gobierno de Gustavo Petro fue aprobada en su primero de cuatro debates en el Congreso. Ahora se dirigirá a la plenaria de la Cámara de Representantes, en donde la negociación será más difícil y costosa, entre varias cosas, porque el Gobierno tendrá que lidiar con 187 representantes y unas mayorías incompletas. En la última jornada en la Comisión Séptima de la Cámara, en la que fue aprobada la reforma a la salud en primer debate, el Gobierno tuvo que sacrificar nueve artículos. Por un acuerdo con los partidos tradicionales, fueron eliminados puntos que tenían que ver con la gestión pública de los servicios en salud, la Administradora de Recursos en Salud (Adres), los fondos territoriales, entre otros.

Respecto a los retos y los puntos que motivarán la discusión en la plenaria (segundo debate), habla la coordinadora ponente del proyecto, Martha Alfonso (Alianza Verde), y el representante Andrés Forero (Centro Democrático), quien fue uno de los máximos opositores a la iniciativa gubernamental en la Comisión Séptima de la Cámara. Mientras que Alfonso espera que crezca la capacidad de la Adres y se puedan recuperar algunos de los artículos eliminados; Forero asegura que el primer debate de la reforma fue hecho a “pupitrazos” y que buscarán archivar el texto, pues el “Estado no tiene capacidad para reemplazar el trabajo de las Entidades Promotoras de Salud (EPS)”.

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Martha Alfonso, Alianza Verde y coordinadora ponente: “El corazón de la reforma se mantiene”

¿Después de tantos desacuerdos, cómo lograron el consenso?

Muchos acuerdos habían avanzado desde el principio a través de las mesas técnicas con los delegados de los partidos Conservador, Liberal y la U. Lo que sí creo es que con el cambio en el liderazgo del Ministerio de Salud hubo mayor confianza para estos tres partidos; por la experiencia legislativa y ejecutiva de Guillermo Alfonso Jaramillo. Pero, muchos de los acuerdos que se cerraron durante estas últimas semanas, ya habían estado conversados.

¿Qué piensa de la eliminación de nueve puntos, sobre los fondos territoriales y funciones para la Administradora de Recursos en Salud (Adres)?

Hay acuerdos a los que llegó el ministro Jaramillo con los partidos para lograr que la reforma pasara en primer debate. Los fondos territoriales eran muy importantes y fueron eliminados, que pretendían modificar la destinación de los recursos para dirigirlos a la financiación de servicios en el nivel primario y al fortalecimiento de las redes de mediana y alta complejidad en el nivel municipal y departamental. Insistiremos en esos temas, para incluirlos y aprobarlos en la plenaria.

Cinco facultades extraordinarias para el presidente Petro también fueron eliminadas...

Tenían funciones muy específicas, por ejemplo, con la consulta previa, la regulación laboral y ajustes normativos para la transformación de los hospitales en Instituciones de Salud del Estado (ISE), entre otros. Estaban ahí para construir toda la institucionalidad y la normatividad. La eliminación nos pone en aprietos, pero si no se logra en la plenaria, se podrá hacer vía decretos ministeriales.

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¿Se mantiene la esencia de la reforma a pesar de esas pérdidas?

En medio de todas las dificultades, el balance es positivo, pues se mantiene el enfoque de atención primaria, el fortalecimiento de la gobernanza publica, las Gestoras de Salud y Vida, el manejo público de los recursos públicos, se fortalecen los mecanismos de participación ciudadana, el sistema de información y la política laboral. El corazón de la reforma se sostiene y se logra impulsar los pilares fundamentales.

De cara a la transición entre un sistema y otro, ¿qué papel cumplirá la Nueva EPS?

La Nueva EPS es la EPS mixta, entonces se pretende fortalecer para que logre ser el sostén del Estado y del sector público en el caso de que muchas EPS no quieran apostarle a esto. Es decir, que tenga la capacidad para soportar el proceso de transición, mientras que también se convierte en Gestora de Salud y Vida.

La oposición dice que no hubo garantías y que hay vicios de trámite, ¿qué piensa de eso?

Estuvimos asesorados todo el tiempo por constitucionalistas y expertos en la Ley 5. Es absolutamente falso decir que fue una reforma hecha a pupitrazos y es una perorata de la oposición al ver que perdían la posibilidad de defender el negocio de las EPS. Solo para el primer debate hicimos cinco sesiones, un proyecto por lo general se discute en dos o tres horas. Más de 10.000 personas participaron en audiencias públicas y durante más de mes y medio se discutió con los partidos. Esa es una narrativa para deslegitimar la reforma. Con asociaciones de pacientes hubo muchos debates, lo que le molesta a la oposición es que no se quiso aceptar lo que dijo la organización Pacientes Colombia, pero a ellos se les escuchó y aclaró dudas sobre la continuidad.

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Andrés Forero, Centro Democrático: “El Estado no podrá reemplazar a las EPS”

¿Cuál es su balance tras la aprobación de la reforma a la salud en primer debate?

Fue un debate accidentado y mal dirigido por el presidente de la Comisión Séptima de la Cámara, Agmeth Escaf. Hemos tomado atenta nota y consideramos que hay varios vicios de trámite y vamos a insistir en esto en la Corte Constitucional. Es una reforma inconveniente, que destruye el modelo de aseguramiento y sienta las bases de un negligente y costoso monopolio estatal; también es ilegítima, pues fue construida de espaldas a los pacientes, médicos y académicos. La semana pasada varios actores del sistema de salud, en particular los pacientes, le pidieron al presidente Petro que retirara la reforma y convocara una gran mesa nacional de salud y eso fue desatendido.

¿Qué vicios de trámite identificaron?

El presidente Escaf cancelaba las sesiones cuando sentía que el Gobierno no tenía los votos. Al principio, nos dio solamente dos o tres minutos para hablar sobre las ponencias, lo que está en contra de la Ley 5 y en particular del artículo 97; también suspendió votaciones sin justificarlo y no leyó proposiciones porque supuestamente no estaban avaladas. Los vicios se configuraron por su arbitrariedad e impericia.

Fueron eliminados nueve artículos sobre la Adres y los fondos territoriales, ¿esto no resuelve varias de sus dudas?

La reforma sigue manteniendo su espíritu estatizante, a pesar de que efectivamente se hundieron nueve artículos relacionados con la desconcentración y con la Adres en las regiones. En esencia, sigue manteniendo un modelo de salud mal concebido y con unos tiempos de transición problemáticos. La propuesta es que en dos años el Ministerio de Salud, las entidades territoriales (alcaldías y gobernaciones) y la Adres reemplacen todas las funciones que hoy tienen las EPS, me parece que es completamente insensato y alejado de la realidad. No hubo modificaciones de fondo, se cayeron las arandelas.

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¿Qué tan cierto es que la oposición está a favor del negocio de las EPS?

Esa es una falacia para tratar de defender la reforma, pero yo le he pedido al Gobierno que lo haga con argumentos técnicos y cifras. La exministra, Carolina Corcho, y el nuevo ministro, Guillermo Jaramillo, han caído en el populismo, la demagogia y la información falsa. Nosotros reconocemos que hay EPS que funcionan mal y que deben salir del sistema, pero estoy seguro de que el Estado no podrá reemplazar y ejecutar las tareas que hacen las EPS que funcionan bien. No se trata de defenderlas a todas, pero no podemos condenar a los colombianos a un costoso e ineficiente monopolio estatal.

¿Qué buscan entonces?

Vamos a seguir insistiendo en que se retire este proyecto y que el presidente convoque a una gran mesa nacional. Si eso no sucede, buscaremos acabar con los artículos que nos parecen más problemáticos. El Gobierno insiste en los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) como el núcleo y la puerta de entrada al sistema de salud con el nuevo modelo. Esos centros en muchos casos todavía no existen y según la última cifra del Ministerio de Hacienda, la reforma nos va a costar cien billones de pesos, con unos resultados inciertos. De hecho, los técnicos plantean que empeoraría la prestación de salud.

¿Cómo evalúa el ambiente para la plenaria?

Es posible que los artículos que pasaron raspando puedan hundirse en la plenaria. Nosotros como oposición estamos en desventaja, pero nos sentimos respaldados por la opinión de los pacientes, los médicos y los expertos que están en contra de la reforma. No consideramos que el sistema sea perfecto y hay oportunidades de mejora, pero debe hacerse de manera técnica y realista; la transición de dos años está alejada de la realidad.

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