Ley Comida Chatarra, con los tiempos ajustados para evitar su hundimiento
Si de aquí al 20 de junio no se aprueba en su último y cuarto debate, el proyecto se archivaría por tiempos. Congresistas promotores de la iniciativa hacen presión para que se agende en el orden del día de la plenaria del Senado.
Desde 2019 se viene caminando con el proyecto de ley de comida chatarra o etiquetado frontal y a menos de 15 días para que se acabe su tiempo legislativo, los congresistas promotores de la iniciativa piden no dejar morirla en su último y cuarto debate.
“El proyecto está en riesgo de hundirse. Necesitamos que la plenaria del Senado lo agende, los discuta y lo apruebe antes de este 20 de junio, o sino se hundirían más de dos años de luchas, porque este proyecto ha sido una lucha de titanes”, dijo el representante por la Alianza Verde, Mauricio Toro.
Por tiempos legislativos, los proyectos de ley, una vez radicados, tienen dos años para ser tramitados en sus cuatro debates, de lo contrario, terminan hundiéndose por falta de tiempos. La preocupación redunda debido a que en las discusiones pasadas (primero, segundo y tercer debate) también ha imperado la dilatación en el agendamiento de la propuesta por, según denuncian algunos, el gran lobby que hacen empresas productoras de estos alimentos.
Es más, antes del avance en esta iniciativa, otras tres iniciativas con el mismo objetivo se hundieron ad portas de su primer debate por la presión de la industria, según denunció Toro. El pasado 20 de mayo, se surtió el tercer debate de la propuesta.
Lea: Proyecto de ley de comida chatarra pasa a último debate en el Congreso.
Este proyecto de ley responde a recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud y Unicef con el fin de informar a los consumidores sobre el exceso de azúcares, sodio, grasas saturadas y edulcorantes en comidas como gaseosas, papitas fritas, dulces, confites, cereales, entre otros.
“Lo que está en riesgo es la salud de los colombianos”, dijo el representante. Lo complementó su colega en Senado, Juan Luis Castro: “En Colombia, los mayores consumidores de productos ultra procesados son niñas, niños y adolescentes entre 2 y 19 años. Consumen en promedio el doble que los adultos, por ello urge poner a su disposición y de las personas a su cuidado información sencilla que evite que caigan en los engaños de la publicidad y que sufran en el futuro enfermedades como obesidad, diabetes o hipertensión”.
También: Así sería el nuevo etiquetado de la comida chatarra en Colombia.
El senador Castro, quien también es médico, destacó que, en tiempos en pandemia, en los que las personas con preexistencias (obesidad, diabetes o hipertensión) son más propensas a tener graves síntomas de COVID-19, se hace más necesario tramitar y aprobar esta iniciativa. Por eso, los congresistas insisten en el agendamiento del proyecto al presidente del Senado, Arturo Char.
Esta semana, por ejemplo, se aprobó en primer debate el proyecto que pretende prohibir el consumo de bebidas azucaradas, como gaseosas, en las instituciones educativas se primaria y secundaria, tanto de carácter públicos como privados. La Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia de 2018 reveló que, durante los últimos 5 años, la obesidad infantil incremento del 18 % al 24 %. Conocidas estas cifras, desde el Congreso se viene presionando sobre el tema con proyectos como este y el del etiqueta frontal.
Desde 2019 se viene caminando con el proyecto de ley de comida chatarra o etiquetado frontal y a menos de 15 días para que se acabe su tiempo legislativo, los congresistas promotores de la iniciativa piden no dejar morirla en su último y cuarto debate.
“El proyecto está en riesgo de hundirse. Necesitamos que la plenaria del Senado lo agende, los discuta y lo apruebe antes de este 20 de junio, o sino se hundirían más de dos años de luchas, porque este proyecto ha sido una lucha de titanes”, dijo el representante por la Alianza Verde, Mauricio Toro.
Por tiempos legislativos, los proyectos de ley, una vez radicados, tienen dos años para ser tramitados en sus cuatro debates, de lo contrario, terminan hundiéndose por falta de tiempos. La preocupación redunda debido a que en las discusiones pasadas (primero, segundo y tercer debate) también ha imperado la dilatación en el agendamiento de la propuesta por, según denuncian algunos, el gran lobby que hacen empresas productoras de estos alimentos.
Es más, antes del avance en esta iniciativa, otras tres iniciativas con el mismo objetivo se hundieron ad portas de su primer debate por la presión de la industria, según denunció Toro. El pasado 20 de mayo, se surtió el tercer debate de la propuesta.
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Este proyecto de ley responde a recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud y Unicef con el fin de informar a los consumidores sobre el exceso de azúcares, sodio, grasas saturadas y edulcorantes en comidas como gaseosas, papitas fritas, dulces, confites, cereales, entre otros.
“Lo que está en riesgo es la salud de los colombianos”, dijo el representante. Lo complementó su colega en Senado, Juan Luis Castro: “En Colombia, los mayores consumidores de productos ultra procesados son niñas, niños y adolescentes entre 2 y 19 años. Consumen en promedio el doble que los adultos, por ello urge poner a su disposición y de las personas a su cuidado información sencilla que evite que caigan en los engaños de la publicidad y que sufran en el futuro enfermedades como obesidad, diabetes o hipertensión”.
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El senador Castro, quien también es médico, destacó que, en tiempos en pandemia, en los que las personas con preexistencias (obesidad, diabetes o hipertensión) son más propensas a tener graves síntomas de COVID-19, se hace más necesario tramitar y aprobar esta iniciativa. Por eso, los congresistas insisten en el agendamiento del proyecto al presidente del Senado, Arturo Char.
Esta semana, por ejemplo, se aprobó en primer debate el proyecto que pretende prohibir el consumo de bebidas azucaradas, como gaseosas, en las instituciones educativas se primaria y secundaria, tanto de carácter públicos como privados. La Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia de 2018 reveló que, durante los últimos 5 años, la obesidad infantil incremento del 18 % al 24 %. Conocidas estas cifras, desde el Congreso se viene presionando sobre el tema con proyectos como este y el del etiqueta frontal.