Secretario general de la Cancillería, José Antonio Salazar; presidente Gustavo Petro; canciller encargado, Luis Gilberto Murillo; y canciller suspendido, Álvaro Leyva.
Foto: Archivo
Las últimas 24 horas han sido frenéticas en las oficinas de la Presidencia, la firma Thomas Greg & Sons y la Cancillería. El hasta ayer secretario general de esta última entidad, José Antonio Salazar, los puso a correr a todos luego de proferir tres resoluciones que le dieron un revolcón al proceso de los pasaportes.
En resumen, tumbó todo lo que el suspendido canciller Álvaro Leyva, con el respaldo del presidente Gustavo Petro, había decidido: anuló la declaratoria desierta de la licitación y le adjudicó a Thomas el contrato por $599 mil...
Por David Efrén Ortega
Periodista de la Universidad Javeriana. Tiene experiencia en el cubrimiento de política, paz y memoria. Premio CPB en la categoría de Medios Digitales.@davidortegasodortega@elespectador.com