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El caso es atípico: 11 listas que buscan ganar curules en los concejos municipales y juntas administradoras locales (JAL) están compuestas, en su mayoría, por mujeres. En varias de ellas, incluso, no existe ningún candidato hombre. El hecho suena favorable para la participación femenina en política, pero no lo es tanto.
(Lea: Partidos, rajados en la cuota de género para elecciones)
Pese a que estas candidaturas conjuntas sacan la cara por las tantas otras en las que las mujeres han quedado a la sombra en esta contienda electoral, no cumplen con la cuota de género. Por ley, estas aspiraciones a elección popular deben contar por lo menos con el 30 % de uno de los géneros, aunque el otro sea el predominante en la lista. El común denominador ha sido que los partidos políticos y los movimientos que buscan llegar a los cuerpos colegiados locales incumplan la cuota por falta de mujeres, pero esta vez es por falta de hombres.
Por ello, las 11 listas son parte de las 148 que el Consejo Nacional Electoral (CNE) está revisando para decidir si las revoca y las saca de la carrera por el poder regional. Son ocho a JAL y tres a concejos, pertenecientes a los partidos Conservador, FARC, Cambio Radical, Liberal, de la U, Unidad Alternativa, Centro Democrático y Alianza Verde. Hoy el CNE hará la audiencia pública con la que definirá si participan en las votaciones del 27 de octubre.
La controversia
El tema tiene mucha tela de donde cortar y ha generado una discusión amplia. Es más, aunque el movimiento Estamos Listas —encabezado por mujeres que quieren llegar al Concejo de Medellín— tiene su lista compuesta por hombres en un 33 %, está sacando la cara por las que no cumplieron con la norma. El pasado lunes, la colectividad radicó en la Registraduría un recurso para impedir que el CNE las inhabilite, pues considera que el espíritu de esa ley tiene su génesis en cerrar la brecha de género en la política, que ha afectado principalmente a las candidatas.(Conozca también: Así pinta la diversidad en las elecciones regionales)
“La Ley 1475 de 2011 no especifica que el 30 % del género al que se refiere sea el femenino. Sin embargo, cuando la Corte Constitucional la revisó, concluyó que esa disposición jurídica era una acción afirmativa en favor de las mujeres, porque históricamente hemos participado menos: los hombres votan desde 1810 y las mujeres desde 1957. Entonces, no es discriminación en contra de ellos”, reiteró Dora Saldarriaga, aspirante al Concejo de Medellín por Estamos Listas.
En ese sentido, aseguró que su movimiento sale en defensa de esas candidaturas porque es un precedente significativo en el país y en las elecciones. “Consideramos que el CNE debe interpretar la norma a raíz de los tratados internacionales y la sentencia de la Corte Constitucional. El espíritu de esa ley es ser favorable a las mujeres. ¿Cuándo debe aplicarse para ambos géneros? Pues cuando tengamos paridad en la política, pero en este momento no la tenemos. Estamos graves en el tema”, consideró Saldarriaga.
Y es cierto. Según el Observatorio de Mujeres de Antioquia, en el período 2014-2018 fueron 251 mujeres las que participaron en la elección a concejos municipales, en comparación con 1.154 hombres. En estos comicios, hablando a nivel nacional, son 45.483 candidatas y 75.711 hombres, pese a que el 52 % de la población colombiana la componen las mujeres. Y, de acuerdo con ONU Mujeres, el avance en la participación política es un hecho, pero va muy lento, cosa que en términos prácticos no es tan favorable. En ese contexto cobra sentido el informe de 2018 del Foro Económico Mundial, en el que Colombia ocupa el puesto número 59 de los 149 países con dificultad para alcanzar la paridad entre los géneros.
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Pese a que el CNE está a la espera de las conclusiones que deje la audiencia, el magistrado Renato Contreras, uno de los dos togados que tienen en su poder la revisión de las 11 listas, dejó en evidencia los posibles caminos que puede tomar el incumplimiento de la cuota de hombres en ellas.
“Hay que tener algo presente: en caso de revocar dichas candidaturas, los partidos políticos pueden reacomodar sus listas antes del 27 de septiembre y presentarlas nuevamente cumpliendo con la ley. Con eso, muchas de las mujeres de esas listas pueden seguir participando”, aseguró.
¿Y si no las revocan? “Si se permite que participen tal cual están, ello daría espacio para que, en el momento en que queden elegidas, sus curules puedan ser objeto de demandas por parte de cualquier ciudadano, por incumplir con ese mandato. Entonces, serían cargos que quedarían en manos del Consejo de Estado”, dijo Contreras.
(CNE revoca 85 candidaturas a concejos, alcaldías, asambleas y JAL)
Ahora, la participación en la contienda electoral es apenas el primer paso para que se consolide el rol de la mujer en la política. Cuando este diario intentó contactar a Martha Isabel Villamil, cabeza de la lista a la JAL del corregimiento tres de Duitama, por Cambio Radical, la candidata expresó que no tenía conocimiento de cuántas mujeres formaban parte de su lista y pidió a El Espectador hablar “mejor” con Lupe López, su fórmula para el Concejo de ese municipio. Por su lado, Neila Marcela Toro, candidata única al Concejo de Vélez (Santander) por el Partido FARC, pidió que le dieran la “oportunidad” de participar.
“Éramos cinco, pero inhabilitaron a los hombres que participaban y quedé solo yo. No me gustaría que nos revocaran esta lista, porque es como dejarnos a las mujeres de lado, como quitándonos un derecho. Si no se puede incluir a los candidatos que teníamos, pues deberían darle la oportunidad a una persona”, manifestó.