Los detalles del primer “balconazo” de Gustavo Petro
El presidente tuvo un discurso de casi hora y media, en el que se fue lanza en ristre contra las Eps.
El primer balconazo de Gustavo Petro como presidente retomó las cosas a como las dejó en la campaña electoral de 2022. En un lenguaje más parecido al que usaba en la plaza pública en la contienda presidencial que al de los primeros meses de gobierno, Gustavo Petro volvió a la costumbre que implantó como alcalde de Bogotá de salir a uno de los balcones del palacio, en ese caso de Liévano, para dar un discurso en frente de una plaza llena de sus partidarios. Aunque esta vez no habría estado tan llena como se esperaba.
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El primer balconazo de Gustavo Petro como presidente retomó las cosas a como las dejó en la campaña electoral de 2022. En un lenguaje más parecido al que usaba en la plaza pública en la contienda presidencial que al de los primeros meses de gobierno, Gustavo Petro volvió a la costumbre que implantó como alcalde de Bogotá de salir a uno de los balcones del palacio, en ese caso de Liévano, para dar un discurso en frente de una plaza llena de sus partidarios. Aunque esta vez no habría estado tan llena como se esperaba.
Contrario a los que se venía hablando en la previa, las movilizaciones en la mayoría de las ciudades del país no tuvieron el nivel esperado. No fue fácil llenar la Plaza de Armas de la Casa de Nariño, espacio que por primera vez se abría para recibir una movilización popular. Hacia las 4 de la tarde aún había espacios vacíos y se cuestionaba de si se llegaría a llenar a totalidad. Aunque vale hacer la salvedad que por motivos de seguridad tampoco podía coparse de la forma en que normalmente ocurre en la Plaza de bolívar “Lo primero que hay que mirar es el tamaño de la movilización. Fue bastante lánguida, me parece a mí”, comentó el analista y profesor de la Universidad Externado Jorge Iván Cuervo, que a renglón seguido señaló: Una cosa es la capacidad de convocatoria como líder político y otra como jefe de Estado”.
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En ese mismo sentido, la profesora Nadia Pérez, de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB), explicó que no hay una cultura de movilización impulsada desde el gobierno, por lo que se espera que siempre sea la oposición la que saque a las calles y “genera temores que un presidente convoque a movilizarse”. Sea cual sea la razón, lo cierto es que no fue una movilización tan multitudinaria como en los momentos en los que el petrismo estaba en la oposición y es muy posible que se use la fotografía de este martes para comparar con las movilizaciones que se llevarán a cabo este miércoles, y que fueron convocadas por la oposición. Además, los contrarios al presidente sacarán del olvido la movilización convocada por Gustavo Bolívar para decir que se está perdiendo el poder de convocatoria que antes hizo gala la izquierda.
Más allá del tema de la concurrencia de las movilizaciones oficialistas, el aspecto a destacar es que el presidente Gustavo Petro rompió la costumbre de que los discursos presidenciales se hacían por alocución televisiva. Esta vez abrió los jardines de la Casa de Nariño para que todo el que quisiera pudiera escucharlo en plaza pública. Son pocos los antecedentes en los últimos gobiernos de un mandatario que salga a dar un discurso de este tipo, mucho menos abriendo las puertas de la Plaza de Armas para que hagas las veces de lo que históricamente ha sido la Plaza de Bolívar. Como se dijo más arriba, retomó el balconazo, que popularizó en el Palacio de Liévano. Aún no se sabe si esto será cuestión de esta movilización o si e volverá una costumbre
El discurso de Gustavo Petro se puede resumir en un relanzamiento de las promesas de campaña con las que fue elegido. En toda su intervención hizo énfasis en que fue elegido para liderar el cambio y que las propuestas que ha presentado en los últimos días tienen como meta esto. “El cambio fue la palabra central de la campaña presidencial. Este gobierno es el gobierno del cambio y no un cambio de mentiras o un cambio de maquillaje. Con este gobierno el cambio será más y más profundo, en la medida en que las mayorías de la sociedad nos acompañen”, señaló el presidente en esta línea. En un primer momento pareció que el discurso era de campaña, pues entró a reivindicar temas como sus advertencias sobre el cambio climático y sobre la necesidad de cambiar de enfoque productivo.
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Aunque se supone que la convocatoria era para socializar la reforma la salud, buena parte de la intervención presidencial se destinó a hablar de forma muy genérica sobre las otras reformas que vienen (laboral, pensional, salud, entre otras) y de la necesidad de estas para entrar a solucionar las inequidades y desigualdades históricas que ha generado el modelo “neoliberal”. En esa línea entró a criticar sobre cómo está fundamentado el sistema de salud colombiano, en el que la competencia es la que rige. En este punto enunció varias de las deficiencias que actualmente tiene el sistema. A consideración del profesor Cuervo, el presidente podría estar incurriendo en un error, pues desde campaña ya se sabe que tiene un diagnóstico que fue apoyado en las urnas y ahora lo que se necesitaría es que se vaya más allá y se llegue a un ambiente más propositivo, que no se habría sentido del todo en la jornada de este martes.
En otro tono, Gustavo Petro llegó a decir que ya había cumplido con parte de su mandato al llevar a Legislativo un grueso importante de las reformas que prometió en campaña, ahora era el Congreso y las autoridades judiciales las que tendrían que asumir su tarea. Para analistas, este punto puede interpretarse de dos puntos muy distintos. El primero, según el profesor Cuervo, es que “si las reformas no se aprueban, se usaría la movilización como presión. Es posible que las fuerzas políticas se sientan indebidamente presionadas”. En cambio, para la académica Nadia Pérez, esta línea no es problemática, puesto que en realidad lo que está aceptando es la división de poderes.
Este aspecto lleva a un nuevo cuestionamiento frente al gobierno y es la forma en que se vaya a entrar a comportar en el momento en el que el Congreso le hunda su primera reforma o la Corte Constitucional declare inexequible algún artículo o un proyecto entero por posibles vicios de forma o de fondo. La escena de este martes y el discurso deja la duda de si usará las calles para generar presión en las otras ramas del poder y si habrá pleno respeto a las decisiones. “El trámite institucional es en el Congreso, y ponerle la calle en contra puede jugarle más al gobierno. Podemos entrar en un escenario de polarización institucional. También la duda es si la corte le tumba algunas de las leyes”, concluyó el profesor Cuervo.
Hacia el final de su discurso, el mandatario colombiano hizo un llamado directo a la movilización: “Aquí llegó el momento de levantarse. El presidente de la República de Colombia invita a su pueblo a levantarse y a convertirse en una multitud consciente”. En este tema, la profesora Pérez subrayó el pronunciamiento del presidente de que no busca cooptar el movimiento social y que sea autónomo al gobierno.